Ian Kershaw: “Los miedos de hoy son al cambio climático y a que se desmorone el capitalismo”
Entrevista a uno los historiadores imprescindibles de las últimas décadas.
Por Winston Manrique Sabogal
Una de las personas que mejor conoce al detalle la tragedia del siglo XX y el mal que puede pudrir el corazón y la mente del ser humano es un hombre muy optimista sobre el futuro de la humanidad. Ello a pesar de reconocer que los dos principales miedos que ensombrecen al planeta, porque obligaría a una reinvención con escenarios inimaginables, son el cambio climático y el desmoronamiento del capitalismo.
Se llama Ian Kershaw (Oldham, Inglaterra, 1943). Es uno de los historiadores imprescindibles de las últimas décadas y autor de una de las biografías más importantes de Adolf Hitler, personaje crucial en el destino del mundo y generador de fantasmas vigentes, que ha estudiado al detalle lo sucedido en las dos guerras mundiales en Descenso a los infiernos. Europa 1914-1945 y que ahora analiza la vida posterior a aquella tragedia en Ascenso y crisis. Europa 1950-2017. Un camino incierto (Crítica).
“La historia solo ofrece la guía más imprecisa de aquello que no se puede prever”, escribe Kershaw en su excelente ensayo. Una idea que contradice la opinión generalizada de que la Historia enseña a no repetir los hechos.
Según Kershaw “sí podemos aprender de ella, pero la historia nunca se repite en sentido estricto. Eso no quiere decir que no podamos aprender de ella. Hemos sacado lecciones muy obvias de errores de la Segunda Guerra Mundial y nos ha ayudado a construir la Europa de hoy. Pero no podemos usar la historia para saber lo que pasará. Podemos ver movimientos a largo plazo y ver cómo pueden afectar el futuro. Lo que no podemos es hacer predicciones a corto plazo”.
Lo expresa con voz firme y serena en el rincón de un sofá del hotel Wellington de Madrid. El mes de junio lleva una semana pero ya hace calor, así es que Kershaw ha dejado a su lado el blazer azul celeste y se ha quedado con su camina azul clara de manga corta y pantalones azul oscuro.
Winston Manrique Sabogal. Hace tres años, en una entrevista que le hice para el diario El País, de España, sobre Descenso a los infiernos terminaba expresando su confianza y optimismo en el futuro de Europa. En tres años han pasado muchas cosas, ¿opina lo mismo ahora?
Ian Kershaw. Supongo que soy optimista por naturaleza.Confío en el futuro de Europa a pesar de todos sus problemas. Aunque la entrevista fue antes del referéndum del Brexit, en mi país, y ese es un elemento que me hace ser menos optimista, la verdad. En este tiempo hemos visto el auge de los populismos y ver el futuro de Europa más circunspecto. Pero, en general, el futuro es luminoso si tenemos un buen liderazgo y somos capaces de detener el movimiento populista. Hay motivos para ser optimistas.
W. Manrique Sabogal. Medio mundo quisiera ser como Europa y seguir sus pasos en cuanto a estado de bienestar, por ejemplo. Sin embargo, pareciera que otros quieren acabar con su modelo y la presión que recibe de muchas partes como modelo a seguir es muy alta y parece resquebrajarse.
I. Kershaw. La mayor presión de todas sigue siendo la migratoria. Una de las grandes expectativas que tiene que manejar Europa es la de sostener sus valores liberales como institución y como organismo, y demostrar que este modelo extraño de gobernanza es en realidad un modelo de éxito.
W. Manrique Sabogal. En su libro anterior citaba cuatro aspectos básicos que llevaron a los conflictos bélicos; querría saber si esos temas siguen siendo tan determinantes: explosión de nacionalismos étnico-raciales, exigencias irreconciliables de revisionismo territorial, agudización de conflictos de la clase obrera y crisis del capitalismo.
I. Kershaw. Excepto la crisis del capitalismo los otros tres aspectos se han visto reducidos en comparación con el siglo anterior. Incluso respecto a la crisis del capitalismo esa crisis desde el 2008 ha sido muy contenida, no sucedió de la misma menara en los años treinta. Así que esa constatación que determinaba la forma de Europa en la segunda mitad del siglo XX desaparece.
W. Manrique Sabogal. Siempre hay debate sobre cuándo terminó el siglo XX, con la caída del Muro de Berlín en 1989; o cuándo empezó el XXI, con el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. ¿Qué opina usted?
I. Kershaw. ¿Y qué pasa en los 12 años intermedios? La verdad es que cuando pensé en escribir este nuevo libro me preguntaba dónde terminarlo, y pensé en 1990. Luego pensé que 1990 quedaba ya muy lejos y que lo que terminó ahí fue el gran conflicto entre capitalismo y comunismo; pero el siglo XX fue mucho más que ese conflicto, por muy importante que fuese. Luego pensé en terminar el libro en 2001 con los atentados terroristas. Pero me dije que había que ver las consecuencias del 11 de septiembre y cómo eso se desarrolló en Oriente Medio. Entonces pensé en terminarlo en 2008 por ser el principio de la crisis financiera. Entonces un amigo me dijo: “No queremos saber solo cómo empezó la crisis, sino que queremos saber cuál fue su impacto”. Así que decidí llevar el libro hasta el momento presente de entonces, 2017.
Volviendo a la base de tu pregunta vemos que el conflicto entre capitalismo y comunismo fue un punto central de la historia del siglo XX, pero para mí la historia del siglo XX no se puede reducir solo a eso, sino que tiene que extenderse más allá de los años noventa. La pregunta es dónde trazas la línea. No se puede decir tan fácilmente cuándo termina un siglo y empieza el otro. Yo lo veo más como un fluido continuo, como eslabones, episodios encadenados…
W. Manrique Sabogal. En sus libros el miedo es un elemento crucial, visible o invisible en el destino de la humanidad. Desde la biografía de Hitler por lo que fue, hizo y representa, y las dos guerras mundiales. En este último libro menciona miedos sobre la derecha, la pobreza, los nacionalismos. ¿Cuáles son los miedos capitales de hoy?
I. Kershaw. (Piensa un minuto antes de responder) Los miedos planetarios cambiaron. Probablemente el miedo más grande de todos sea el de la inseguridad económica. Hay una preocupación de que el sistema capitalista se desmorone y la eurozona pueda implosionar. Miedo a la división de la riqueza y la desigualdad y sobre el potencial que tienen los problemas económicos de generar peligros políticos dentro de sus propios países. Pero el mayor miedo al que nos enfrentamos hoy es el del cambio climático. Si no hacemos algo pronto para frenar el cambio climático la amenaza se cierne sobre el planeta entero, la humanidad.
W. Manrique Sabogal. En Ascenso y crisis recuerda cómo en los años sesenta empezó un debilitamiento del compromiso religioso, en el caso del catolicismo que quedó subordinado al sistema democrático, pero en las últimas décadas otras religiones han intervenido el curso de la Historia y parecen interferir en el modelo de vida. ¿Cómo ve la presencia de las religiones en el futuro?
I. Kershaw. En el mundo occidental, de manera general, el papel de la cristiandad está muy reducido en la sociedad, con excepción de Estados Unidos. Dentro de nuestro continente quizá Polonia sea la excepción, pero en casi todos vemos un declive del cristianismo. Por otro lado, vemos lo importante que puede llegar a ser la religión en la política como lo hace el Islam. La religión será un factor cada vez con más peso en Europa.
W. Manrique Sabogal. Otro elemento clave que analiza es cómo la guerra de Bosnia contribuyó a que Occidente viera la necesidad de intervenciones con ayuda humanitaria, pero luego otras intervenciones no han sido muy acertadas. ¿En qué ha derivado ese modelo?
I. Kershaw. Primero hay que recordar que la involucración occidental a la hora de solventar el problema en Yugoslavia no fue éxito de Estados Unidos sino que fue resuelto por Europa. Sin embargo, la parte que jugó la intervención occidental sobre todo en el conflicto de Kosovo fue importante en el sentido que parecía sostener la noción de la doctrina del intervencionismo occidental y eso causó muchos problemas con el intervencionismo en Oriente medio. Lo que en los años noventa parecía ser una doctrina positiva ahora se ve como línea negativa, la intervención ahora se descarta.
W. Manrique Sabogal. En el libro y ahora deja entrever cómo la Ilustración que ha llevadoa a que Europa sea lo que es, y parte del mundo, es atacada por diferentes flancos. ¿Cómo contrarrestar esos ataques?
I. Kershaw. Tenemos que defender la importancia de la Ilustración y los valores liberales que se han afectado y que han sido cruciales para la construcción de Europa. No hay solución fácil. Tiene que ser una defensa continuada y repetida de estos valores. ¿Porque estos valores son atacados? Porque parece que no observan a parte de la población que están conectados con la globalización y el desarrollo y cómo el capitalismo se ha expandido. Las desventajas se reflejan en el deseo de rechazar los valores liberales asociados con la globalización y de retornar a políticas identitarias. Hay que demostrar que estos valores con útiles a la hora de seguir viviendo en la sociedad que queremos, pero es un proceso largo.
W. Manrique Sabogal. Me gustaría que definiera de manera breve cada una de las últimas siete décadas, o diera sus características principales.
I. Kershaw. Años 50: el miedo de devastación nuclear. Años 60: la experiencia de las protestas y el surgimiento de la vida moderna, la introducción de valores que han perdurado hasta hoy. Años 70: el cambio dramático en la economía europea después de la crisis petrolera y con consecuencia políticas de peso. Años 80: el periodo testigo de los mayores cambios de la Unión Soviética que llevaron al colapso de la URSSS y la caída del telón de acero. Años 90: la expansión de Internet e inicios de la revolución de la comunicación. Años 2000: la exposición a los peligros después de las guerras en Oriente Medio. Años 2010: la década de la crisis de Europa después del crac financiero y la crisis migratoria de 2015. Años 2020: interrogante.
W. Manrique Sabogal. ¿Se atrevería a asomarse al futuro?
I. Kershaw. …La década de los años 2020 será la de la consolidación de Europa.
W. Manrique Sabogal. ¿En los ratos que no estudia la historia y no escribe, lee literatura?
I. Kershaw. No mucho. Pero lo que más me gusta leer de ficción son historias baratas de detectives. Leo esos libros por la noche en la cama, leo unas páginas y me quedo dormido.
W. Manrique Sabogal. ¿Algún detective o comisario lo tiene atrapado?
I. Kershaw. El inspector Banks, de Peter Robinson.
Un inspector de ficción que ha acompañado a Ian Kershaw durante el proceso de investigación histórica y escritura de su próximo libro, previsto para otoño: la biografía de Winston Churchill.
- Ascenso y crisis. Europa 1950-2017. Un camino incierto. Ian Kershaw. Traducción de Yolanda Fontal (Crítica).