Huracanes, la cólera divina desde Homero hasta Richard Ford
Por Santiago Vargas
Los huracanes son los monstruos del aire nacidos en el mar. El más reciente lo han bautizado Irma, y es de los más grandes de la historia.
En su puro origen, los huracanes son inocentes, nada prevé que en sus entrañas llevan la catástrofe. Si bien la mitología y los clásicos griegos los reflejan como el enfado endiablado del Eolo hijo de Poseidón, las crónicas después de la conquista de América los convirtió en leyendas y la literatura popular ha recurrido a ellos varias veces, la literatura contemporánea de calidad los ha tratado tangencial o episódicamente. O ha explorado en sus efectos devastadores.
Uno de los últimos escritores que ha tomado a un huracán como desencadenante y telón de fondo de la narración ha sido Richard Ford en Francamente, Frank (Anagrama). Es un libro de relatos, de 2015, protagonizados por su icónico personaje Frank Bascombe. Este famoso periodista deportivo, reconvertido en agente inmobiliario, sale bien librado del huracán Sandy, el más mortífero del año 2012 en Estados Unidos y el segundo en daños, después del Katrina en 2005. Pero quizás el primero por su onda expansiva en todo el hemisferio.
La terrorífica particularidad de Sandy es que, además de que como tormenta tropical afectó las costas de Colombia y Venezuela y todo el Caribe, entró por Florida y, ya débil, pero aún dañino, subió demasiado al norte, barrió la costa oriental y casi llegó hasta Canadá. Algo impensable hace unos años. Lo llamaron Frankenstorm o Supertormenta y afectó a 24 de los 50 estados de Estados Unidos.
Sobre la desolación dejada por Sandy en las vidas humanas y sus perjuicios físicos en las casas y la naturaleza, Richard Ford empieza su libro así:
El ojo de Carpentier
En El siglo de las luces, Alejo Carpentier hace un fabuloso acercamiento a estos monstruos que como el denomio tienen varios nombres: huracán, ciclón, tifón.... El siguiente es un pasaje de la novela:
Crónicas de Indias
En el Diario de a Bordo de Cristóbal Colón hay varios pasajes que describen tormentas en el Atlántico como monstruos de agua, desde olas "espantales, contraria una de otra, que cruzaban y embarazaban al navío". La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes tiene un pasaje dedicado a las tormantes descritas por los cronicas de Indias. En una de ellas se lee:
Odiseo contra los vientos en tropel
Hay tres Eolos, dioses de los vientos, en la mitología griega. El segundo es hijo de Poseidón, dios de los mares. Así que, como todos los hijos de Poseidón, heredó su cólera terrorífica. Cuenta el mito que Eolo vivía en la isla flotante de Eolia. Zeus le había dado el control de los vientos. Cuando terminó la guerra de Troya y Odiseo embarcó en busca de su hogar, Eolo intentó ayudarle a que volviera a Ítaca. Empezó por darle un viento favorable y le entregó un odre que contenía los vientos con las instruciones supremas para manejar la bolsa. La tripulación creyó que allí dentro había algún tesoro. Y abrió el odre... Desataron una tempestad inimaginable con consecuencias fatales que llevaron a las embarcaciones de nuevo a las costas de Eolia. Odiseo volvió a pedir ayuda a Eolo sin ningún resultado. Fue así como debió reemprender su viaje sin ayuda divina y que se plagaría de obstáculos.
Homero describe así, en Odisea, la llegada de Ulises a Eolia:
"Arribamos a Eolia, la isla en que tiene su sede / un varón de los dioses querido, el Hipótada Eolo; / es aquélla flotante y un muro irrompible de bronces / la defiende en redor; lisas suben del mar las escarpas".
Y luego de que la tripulación abriera el odre, cuenta Odiseo:
"El mal parecer acabó de imponerse: / desataron el odre, en tropel se escaparon los vientos / y su furia arrastronos de nuevo a la mar, ya a la vista / de la patria, sumidos en llanto. Despierto yo entonces / meditaba en mi mente sin tacha si habría de arrojarme / de la nave a morir en el agua o mejor me estaría / aguantar en silencio y seguir en la grey de los vivos. / Y sufrí y resistí y, envolviéndome en mi manto, / me acosté en el bajel. La borrasca llevaba las naves / otra vez a la isla de Eolia; mis gentes gemían".
En medio de las narraciones de Homero y Richard Ford algunos de los libros de ficción que tienen a este fenómeno de la naturaleza como protagonista o coprotagonista destacan Huracán en Jamaica, de Richard Hughes (Alba), Tormenta, de George Rippey Stewart o La tormenta perfecta, de Sebastian Junger, de la cual se hizo una película con George Clooney. Por no hablar de los libros de Patrick O`Brian donde no faltan las tormentas tropicales.
Libros técnicos
Según National Geographic, "los huracanes son gigantes, la espiral de las tormentas tropicales que pueden alcanzar velocidades de vientos de más de 257 kilómetros por hora y desatar más de nueve billones de litros de lluvia al día. Son conocidos como ciclones en el norte del Océano Indico y la Bahía de Bengala, y como tifones en el Océano Pacífico occidental. En el Océano Atlántico la temporada de huracanes va desde mediados de agosto hasta finales de octubre. En promedio son cinco y cincuenta y cinco huracanes por año.
Los huracanes comienzan como perturbaciones tropicales en las aguas oceánicas cálidas con temperaturas de la superficie de al menos 80 grados Fahrenheit (26,5 grados Celsius). Estos sistemas de baja presión son alimentados por la energía de los mares cálidos. Si una tormenta alcanza velocidades de viento de 61 kilómetros por hora, se conoce como una depresión tropical. Una depresión tropical se convierte en una tormenta tropical, y se le da un nombre cuando sus vientos máximos sostenidos alcanzan velocidades superiores a los 63 kilómetros por hora. Cuando una tormenta alcanzan los 119 kilómetros por hora se convierte en un huracán y se gana un número de categoría de 1 a 5 en la escala Saffir-Simpson.
Los huracanes son enormes motores de calor que generan energía en una escala asombrosa. Ellos extraen el calor del aire caliente y húmedo del océano y lo liberan a través de la condensación del vapor de agua en las tormentas. Giran en torno a un centro de baja presión conocido como el, Äúeye., AU Hundimiento del aire que puede tener de 32 a 48 kilómetros de ancho en notoria calma. Pero el ojo está rodeado de una circular, la pared Äúeye, AU que aloja la tormenta, los vientos más fuertes y la lluvia.
Según el Departamento de Investigación de Huracanes de Estados Unidos, los siguientes son algunos libros para conocer mejor este fenómeno:
Los mejores libros no técnicos:
- Huracanes: Su Naturaleza e Impacto en la Sociedad (Hurricanes: Their Nature and Impacts on Society)Una introducción excelente a huracanes (y ciclones tropicales en general), este libro de R.A. Pielke, Jr. y R.A. Pielke. Provee la información básica sobre los mecanismos físicos de los huracanes sin entrar en el rigor matemático. El libro también analiza la política de huracanes, la vulnerabilidad y las respuestas de la sociedad. Termina con un análisis profundo del pronóstico del huracán Andrew, su impacto y respuesta. .
- Meteorología de hoy para Científicos e Ingenieros (Meteorology Today for Scientists and Engineers)Este libro de bolsillo fue publicado como acompañamiento al libro introductorio de C. Donald Ahrens Meteorología de Hoy. Para una descripción matemática concisa de huracanes, que NO contiene cálculos ni ecuaciones diferenciales, les recomiendo una copia de este libro de Rolland B. Stull.
Los mejores libros técnicos:
- Perspectivas Globales Sobre Ciclones Tropicales: De la Ciencia a la Mitigación (Global Perspectives on Tropical Cyclones: From Science to Mitigation)Editado por Johnny C. L. Chan y Jeffrey D. Kepert, este libro es una nueva edición actualizada y ampliada del libro original Global Perpectives on Tropical Cyclones, publicado en 1995. Presenta un análisis completo del estado de la ciencia y de la predicción de ciclones tropicales, junto con la aplicación de esta ciencia a la mitigación de desastres, motivó del subtítulo. Se han logrado enormes progresos en la comprensión de los ciclones tropicales desde el volumen anterior. Estos avances van desde lo teórico hasta los modelos informáticos cada vez más sofisticados, todos respaldados por una amplia y creciente serie de observaciones del aire, del espacio y de los océanos. El crecimiento en la capacidad de observación se refleja en la inclusión de tres capítulos nuevos sobre este tema. El capítulo sobre los efectos del cambio climático en la actividad de ciclones tropicales también es nuevo y es apropiado dado el reciente debate intenso sobre este tema. Los avances en la comprensión de los ciclones tropicales han conducido a mejoras significativas en el pronóstico de la trayectoria, la intensidad, las lluvias y marejada ciclónica, están cubiertos en detalle en tres capítulos. Se incluye por primera vez un capítulo sobre la predicción estacional. El libro concluye con un capítulo importante en la mitigación de desastres, lo cual es oportuno dada la enorme pérdida de vidas en los últimos años debido a los desastres de ciclones tropicales.El mejor manuel de pronóstico:
- Guía Mundial Para el Pronóstico de Ciclones Tropicales (Global Guide to Tropical Cyclone Forecasting)Tanto para el pronosticador de ciclones tropicales, como también para las personas con interés general en el campo, así como aquellos con un interés de carácter no técnico en el ára, es indispensable el libro de hojas sueltas – Guía Mundial Para el Pronóstico de Ciclones Tropicales (1993) por GJ Holanda (ed.), Organización Mundial Meteorológica, OMM / TD-No.560, Informe No. TCP-31Una vez más, la dirección de la OMM (WMO, por sus siglas en inglés):
Mejores libros históricos:
- Historial de los Huracanes de Carolina del Norte (North Carolina's Hurricane History)
- Historial de los Huracanes de la Florida (Florida's Hurricane History)Estos dos libros son documentales increíbles de los huracanes que han azotado los estados de Carolina del Norte y Florida de 1526-1996 y 1546-1995, respectivamente. El autor Jay Barnes – Director del Acuario de Carolina del Norte – cuenta la historia de los huracanes y sus efectos sobre la población del estado en un estilo fácil de leer, con numerosas fotografías.
Este artículo fue publicado originalmente en la web de WMagazín, la revista literaria online dirigida por el periodista Winston Manrique Sabogal, un espacio para conversar con sosiego sobre literatura, donde él es cronista de encuentros, reportajes y entrevistas a ambos lados del Atlántico, y los lectores son los coautores, con sus lecturas y comentarios.