Las perturbadoras historias que inspiraron los clásicos de Disney
Cuentos para no dormir.
Cada cierto tiempo, aparece alguna corriente crítica con las películas clásicas de Disney. Corrientes de quienes quieren reversionarlas y adaptarlas para sean educativas, acordes con los tiempos; otras de quienes creen que contienen mensajes subliminales de contenido sexual y otras que ven en ellas tintes racistas o machistas.
Las últimas polémicas más sonadas han sido las de Blancanieves, Peter Pan, Los Aristogatos y Dumbo. En el caso de la primera, este mismo mes se solicitó desde el San Francisco Chronicle que la factoría eliminara de una de las atracciones de Disneyland en California la escena del beso del príncipe a Blancanieves.
El artículo argumentaba que la protagonista está dormida y, por tanto, el beso no es consentido. “Enseñar a los niños a besar a una persona, si ambos no están de acuerdo, no está bien”, justificaban.
En el caso de los tres últimos títulos, fue el propio Disney quien decidió restringirlos en su plataforma de streaming a menores de siete años, advirtiendo sobre el contenido racista de las películas.
Aun con todo ello, los grandes clásicos de Disney están muy edulcorados desde el mismo momento en el que, partiendo de historias perturbadoras, se crearon películas para el público infantil.
Blancanieves y los siete enanitos (1937)
Es una adaptación de uno de los cuentos de los Hermanos Grimm. En el relato, la joven sobrevive a varios intentos de asesinato ordenados por su madrastra: el del cazador que intenta sacarle el corazón, otro por estrangulamiento, el momento en el que se peina con un cepillo envenenado y el de la famosa manzana. Una vez que Blancanieves sobrevive gracias al beso del príncipe, la joven quiere venganza e invita a su madrastra a su boda. Durante la celebración, acuerda que el príncipe obligue a la antagonista a bailar con unos zapatos de hierro hirviendo hasta la muerte.
Algunos historiadores apuntan que el origen de la historia es el personaje real de la princesa alemana María Sofía Margarita Catalina Von Erthal, mientras que otros señalan la figura de Margarethe Von Waldek, una joven alemana que jugaba desde pequeña con siete niños que trabajaban en las minas y habían envejecido de manera prematura.
Pinocho (1940)
La película está inspirada en el personaje de una de las novelas de Carlo Collodi, un niño rebelde y mentiroso que acusa en falso a Geppetto de abuso sexual y hace que acabe encarcelado. Su conciencia, Pepito Grillo, le incordia tanto que lo mata triturándolo contra la pared y acaba apareciéndose como un fantasma. Finalmente, como castigo, el zorro y el gato lo ahorcan colgándolo de una encina.
La Cenicienta (1950)
Aunque existe una versión de Charles Perrault en 1697, la más conocida es la de uno de los relatos de los Hermanos Grimm (1812). En la historia, el zapato de la discordia no es de cristal, sino de oro, y la Cenicienta es la única mujer a la que le encaja. De hecho, la envidia de sus hermanastras acaba pasándoles factura al intentar calzarse: una se corta los dedos de los pies y la otra el talón. En la boda, acaban recibiendo su merecido por su maldad con la protagonista, cuando unas palomas le arrancan los ojos. Ambas acaban siendo jóvenes ciegas, deprimidas y con los pies deformes.
La Bella durmiente (1959)
Las dos versiones más conocidas de esta historia son las de Charles Perrault y la de Giambattista Basile. En la primera, la Bella durmiente se casa con el príncipe, con el que forma una familia, pero la reina no la quiere en la vida de su hijo, por lo que intenta matar a la protagonista y a sus dos hijos para acabar devorándolos. El príncipe los salva y la suegra se lanza a una olla de serpientes.
La protagonista del relato de Basila, Talía, es una joven abandonada por su padre a la que el príncipe, que está casado con otra mujer, conoce de casualidad, y se cuela en su casa, donde aprovecha que duerme y que no reacciona al besarla para abusar sexualmente de ella y dejarla embarazada de dos mellizos, Luna y Sol. La esposa del príncipe se entera de que ambos están enamorados, después de que Talía lo perdone, y ordena que maten a la joven y a los niños para servir su carne en la cena. Sin embargo, el final del cuento no favorece a la mujer del príncipe: él la condena a muerte en la hoguera.
La Sirenita (1989)
Se inspira en la historia escrita por Hans Christian Andersen. Ariel y Eric se enamoran en un naufragio, y ella llega a un acuerdo con una bruja para tener piernas, a cambio de que le corte la lengua. Una vez que tiene extremidades, cada paso le genera un dolor similar al de caminar sobre cristales rotos. Eric no tiene forma de saber que Ariel es la chica del naufragio que él anhela, y se casa con otra mujer. Ante esa situación, Ariel prefiere volver al mar y habla de nuevo con la bruja, que le da dos opciones para conseguirlo: matar a Eric —al frotar su sangre en sus piernas recuperará su condición de sirena— o lanzarse por la borda. La Sirenita opta por la segunda, y se transforma para siempre en espuma de mar.
La Bella y la Bestia (1991)
Existen varias versiones. Una que la relaciona con la vida real de Petrus Gonsalvus, un hombre nacido en Tenerife que sufría hipertricosis (exceso de pelo en el cuerpo y la cara). Fue acogido por Enrique II en París y, cuando ya era adulto, se casó con una bella mujer, Catherine.
En la versión de Jeanne-Marie LePrince de Beaumont, Bella tiene dos hermanas con demasiado ego y que no la quieren cerca de la Bestia. Sin importarles la felicidad de su hermana, engañan a la Bestia para que pase largos periodos fuera de palacio, separados. Finalmente, la Bella y la Bestia se casan y sus hermanas son condenadas a convertirse en estatuas, para ser testigos eternos de la felicidad de su hermana.
Por otro lado, en el relato de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, el príncipe es castigado por un hada mágica que se siente traicionada, pero finalmente Bella lo salva con sus lágrimas.
Pocahontas (1995)
Cuenta la historia real de Matoaka, una chica de la tribu Powhatan (Virginia, Estados Unidos). En 1613, Matoaka, apodada Pokahantesú (Traviesa), fue raptada por los colonos británicos, que la violaron y la obligaron a convertirse al cristianismo. Pasó a llamarse Lady Rebecca Rolfe al contraer matrimonio con uno de ellos, John Rolfe, con el que se trasladó a Inglaterra después de tener un hijo. Con ello, los colonos querían demostrar que los nativos se podían “domesticar”. Murió a los 22 años después de padecer fiebres altas. Al parecer, con 12 años, cuando los colonos ya habían llegado a Virginia, le salvó la vida a un británico que estaba a punto de ser ejecutado por los nativos. Ese sería el personaje de John Smith. El documental Pocahontas: Beyond the Myth recoge la vida de la princesa.
El jorobado de Notre Dame (1996)
A estas alturas, a pocos se les escapa que este clásico de Disney está basado en Nuestra Señora de París (1831), la obra de 11 libros de Víctor Hugo, que relata la vida de Esmeralda en 1482.
La gitana Esmeralda es traicionada por el capitán Febo de Châteaupers y el archidiácono Claude Frollo —el padre adoptivo de Quasimodo—, que estaba enamorado de ella, la condena a la horca. Para vengar su muerte, el jorobado empuja desde lo alto de la catedral a su padre, que muere. Quasimodo se encierra junto al cuerpo de Esmeralda en la Cripta. Años más tarde se encuentran los restos de ambos abrazados.
Bonus track: tres títulos más
El rey León cogió como fuente de inspiración la obra Hamlet, de William Shakespeare. En ella, Claudio asesina a su hermano, el rey, que una vez muerto le pide a su hijo Hamlet que vengue su muerte.
La historia de Aladdin es parte de los cuentos de Las mil y una noches. Se trata de la historia de un joven pobre al que engaña un brujo y acaba atrapado en una cueva. Cuando logra escapar después de invocar al genio, reaparece como un hombre rico que se casa con la princesa Badrulbudur.
En la mitología griega, Hércules (Heracles) era el hijo del dios Zeus, fruto de su infidelidad con la mortal Alcmena. El héroe fue divinizado por realizar 12 grandes trabajos. Pegaso representa el mito del caballo alado: Medusa, extremadamente bella, fue violada por el dios del mar Poseidón en el templo de la diosa Atenas, que la castigó transformándola en un monstruo que convertía en piedra a todo el que mirase. Medusa se escondió tras la maldición, pero Perseo la encontró y la decapitó, momento en el que nació Pegaso de la sangre de su cabeza.