Una joven cuyo hermano tiene parálisis cerebral arrasa con su hilo sobre la educación especial y la 'ley Celáa'
"Si mi hermano hablase...".
Este domingo, centenares de personas montadas en sus vehículos han recorrido las calles de varias ciudades de España en protesta por la llamada ley Celáa, aprobada esta semana en el Congreso, con la que temen que vaya a acabarse con la educación concertada y especial.
Esa es la principal crítica que hacen los convocantes y los partidos de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) a una ley a la que también achacan el fin del castellano como lengua vehicular.
Son muchas las voces políticas y los analistas mediáticos que han dado su opinión respecto a esta nueva norma educativa, la octava en democracia.
Sin embargo, hay una que en las últimas horas ha resonado especialmente. Es la de la usuaria de Twitter @calamidadramos, una joven de 34 años que ha explicado la situación que viven ella y su familia.
“Tengo 34 años, heteronormativa. Mi hermano tiene casi 39 años y parálisis cerebral por una negligencia médica al nacer. Está escolarizado desde que tenía 4 años en un centro de educación “especial” porque tiene una discapacidad del 97% y está muy afectado a nivel intelectual”, ha contado esta joven al inicio de un extenso hilo que se ha viralizado.
En él relata lo que supone para su hermano ir a un centro de educación “especial” y también lo que implica para su familia y para ella misma, que ha tenido que soportar tanto los insultos como “las miradas” de muchos.
Pero lo que más lamenta esta joven es que, con el debate sobre la ley Celáa, “uno de los colectivos más invisibles de este país ahora esté en boca de todos/as, pero no para ayudarnos”.
Y añade: “Llevo semanas leyendo todo lo que puedo, de todas las personas posibles para formarme una idea aproximada y así poder opinar. Me llama la atención bastante. Que la mayoría de gente que dice que la ley Celáa va a cerrar los centros de educación especial son fachas liberales que en su puñetera vida se habían preocupado lo más mínimo por este colectivo. Si mi hermano hablase les diría que LE COMIESEN LOS HUEVOS POR DETRÁS”.
Por ello, la joven critica que “se utilicen bulos para politizar algo tan sensible y jodido como es una persona dependiente”.
Y termina pidiendo esto a la sociedad: “Que cada vez que mi hermano salga a la calle no sea como un pobre animalillo de zoo al que observan a cada paso. Él por suerte para esto no es consciente de sus limitaciones. Pero nuestros padres y yo, aunque tengamos callo después de tanto tiempo, aún duele. Duele y estresa. Pero como se le quiere, se le ama como no se puede amar a nadie más en el mundo, todas y cada una de las piedras en el camino compensan. Nosotros/as somos felices con él, él es feliz. No nos lo pongas más difícil”.