Heridos graves un sirio y un eritreo atacados en Alemania
Las dos agresiones se producen tras días de violentas protestas xenófobas, a raíz de una muerte en la ciudad de Chemnitz.
Alemania vive con estupor estos días de fiebre, en los que se están viviendo preocupantes protestas xenófobas. A las protestas de la ciudad de Chemnitz tras el asesinato de un cubano-alemán, ahora se suman dos agresiones más.
En Wismar, una ciudad del noreste a orillas del mar Báltico, un joven migrante sirio de 20 años ha sido atacado en un parque por tres desconocidos con una cadena de hierro, después de insultarlo gravemente. Lo tiraron al suelo y, luego, lo apalearon con violencia. La víctima tuvo que ser trasladada a un hospital para ser atendida. El migrante sufrió una fractura en la nariz y varios hematomas en la cara y la parte superior del cuerpo, informa Reuters. Los atacantes se dieron a la fuga y se les sigue buscando, añade DPA.
También en la localidad de Sondershausen, en el centro-este del país, un hombre de 33 años originario de Eritrea resultó herido gravemente por golpes y patadas en la cabeza, tras verse envuelto en una pelea. De acuerdo con datos facilitados por la Policía, en la reyerta se enfrentaron dos grupos y en ella participaron personas de varias nacionalidades.
Días calientes
Ambos incidentes han acontecido días después de las violentas protestas en la ciudad oriental de Chemnitz que fueron desencadenadas por el apuñalamiento fatal de un hombre alemán. Un iraquí y un sirio han sido arrestados en relación con ese crimen.
El domingo, unos 800 manifestantes neonazis marcharon por la calle de la ciudad sajona, donde la extrema derecha está fuertemente arraigada. El día siguiente hubo otra reunión en la que participaron 6.000 personas, muchas de las cuales desfilaron haciendo el saludo de Adolf Hitler.
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El apuñalamiento de Chemnitz y las protestas siguientes han puesto de manifiesto profundas divisiones en la sociedad alemana que se han profundizado después de la decisión de la canciller Angela Merkel de abrir la puerta a más de un millón de inmigrantes en el 2015.
Tanto Chemnitz como Wismar se encuentran en la parte oriental de Alemania, donde grupos de presión antiinmigrantes como Pegida y el partido político Alternativa para Alemania (AfD) tienen su corazón.