José Antonio Griñán, la víctima de un sistema heredado que no frenó
El expresidente, condenado a seis años de cárcel y 15 de inhabilitación es víctima de una corrupción previa a su llegada y que se dejó estar a pesar de las advertencias judiciales.
El Tribunal Supremo, al confirmarla, ha colocado este martes la última piedra de la sentencia dictada en noviembre de 2019 por la Audiencia de Sevilla. Aquella consideró probado que el expresidente cometió delitos de prevaricación y malversación en el reparto de 680 millones de euros de fondos públicos entre 2000 y 2009. La sentencia definitiva confirma los delitos pese a que Griñán -que fue consejero de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009- asegura que no tuvo a su cargo la partida de los ERE ni capacidad de disposición de esos fondos
¿Quién se encargaba de recibir los informes de alerta?
Cuando la jueza Mercedes Alaya empezaba a apuntar a la Consejería que dirigía Griñán, su entonces viceconsejera, Carmen Martínez Aguayo -que luego le sustituyó en la Consejería- asumió públicamente que era ella quien recibía los informes que alertaban de irregularidades en el procedimiento de las ayudas y que nunca se alertó del menoscabo de los fondos públicos.
Martínez confesó, ante los atónitos periodistas convocados a una sala de reuniones de la Consejería de Hacienda, que no trasladó los informes de la Intervención a su entonces jefe, el ahora condenado Griñán, y que ni ella misma los leyó con detenimiento.
Los diques políticos de defensa no impidieron que el expresidente anunciara en 2013 que dejaba su cargo al frente de la Junta de Andalucía, que había “heredado” de Manuel Chaves -también imputado en el caso de los ERE- y donde llevaba ya cuatro años como jefe del Ejecutivo de una comunidad que no conocía otro color político como gobernante que el del PSOE.
Tanto él como Chaves estaban aforados, por lo que tuvieron que comparecer directamente en el Tribunal Supremo. Griñán llegó a reconocer a los periodistas que no creía que “hubiera un gran plan, pero sí un gran fraude” en el caso de los ERE, un reconocimiento que posteriormente se ha traducido en una sentencia que le condena por su gestión como consejero.
Una larga trayectoria
Profesor de Derecho del Trabajo, su primer cargo fue el de viceconsejero de Trabajo en Andalucía en 1982. Sin embargo, su carrera política se consolidó cuando fue nombrado consejero de Salud en el primer gabinete de Chaves, desde donde escaló al Gobierno central como ministro de Trabajo, para volver de nuevo a la política andaluza como titular de Economía y luego Hacienda.
Presidente andaluz desde abril de 2009 hasta septiembre de 2013, Griñán accedió al cargo tras la dimisión de Chaves, y casi tres años después los electores dieron por primera vez la victoria al PP, aunque sin mayoría absoluta, por lo que siguió gobernando gracias a un pacto con IU.
La herencia
Ha reiterado ante la Justicia que llegó a la Junta en 2004, por lo que ha dicho carecer de relación alguna de la puesta en marcha del sistema de subvenciones sociolaborales para trabajadores y empresas en crisis, pero la Justicia le ha condenado a penas de cárcel.
Hace unos meses publicó el libro ‘Cuando ya nada se espera’ y entre las innumerables preguntas periodísticas sobre el caso de los ERE confesó que si el Supremo le declaraba culpable, su vida “habría terminado”. Este martes, por el momento, la causa de los ERE enfila su final.