Hasta cuándo van a durar las heladas
Filomena ha dado paso a una ola de frío polar que está dejando temperaturas de récord.
Tras las nevadas del pasado fin de semana, han llegado las heladas. La borrasca Filomena ha dado paso a una ola de frío polar que ha terminado de congelar el país. Las temperaturas han bajado extremadamente y han colocado los termómetros bajo cero, especialmente por las noches.
Algunos puntos de España han alcanzado valores que no se registran ni en la capital de Islandia estos días. Los habitantes de Bello (Teruel) se despertaron el martes a 25 grados bajo cero, según la información que hizo pública la AEMET.
Durante esta semana las temperaturas serán entre 3 y 5 grados más frías de lo habitual en estas fechas —en el caso de las provincias en alerta entre 5 y 10—, como explicó el pasado sábado el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo.
La AEMET da por finalizada la ola de frío este jueves, pero las heladas persistirán hasta el fin de semana en prácticamente toda la Península —y hasta el sábado o el domingo en el interior—, ya que la ingente cantidad de nieve que ha caído se mantendrá muchos días en el suelo, convertida en hielo. Sin embargo, apunta el portavoz, las heladas no serán “ni tan intensas ni tan extensas”.
Además, en las zonas de montaña de Aragón y Castilla-La Mancha los termómetros seguirán marcando valores bajo cero y el viento soplará con intensidad en el tercio norte y en el nordeste, lo que multiplica la sensación térmica de frío. En el resto del territorio, no se superarán los cinco grados.
A pesar de que ha salido el sol, las bajas temperaturas han impedido que la nieve se derrita, y el agua que ha desprendido se ha helado por el desplome térmico. La nieve apenas ha podido absorber el calor del sol. Esto ocurre cuando las noches son tan largas como en invierno, el cielo está despejado y no sopla el viento, ya que el suelo se enfría más.
Como explica el portavoz de la AEMET, las heladas afectan de forma diferente a zonas de campo y ciudad. La energía que se desprende de las viviendas, las industrias o el tráfico suaviza las temperaturas, puesto que todas las estructuras están fabricadas con materiales que absorben más calor que la superficie natural. Eso hace que las heladas sean menos intensas en las ciudades que en el campo, especialmente en zonas situadas en valles.
Los territorios que más las están sufriendo son Teruel y Guadalajara. Aunque no haya nevado tanto como en Madrid, se encuentran a mayor altitud y a su vez en una zona baja con respecto a las montañas circundantes. Es decir, están en un entorno en el que se acumula el aire frío. Sin embargo, en la zona del aeropuerto de Barajas se han llegado a registrar 13 grados bajo cero, indica el meteorólogo. “Es muy poco habitual que en un territorio tan grande se den temperaturas tan extraordinariamente bajas”, subraya.
Las heladas complican la conducción e incluso el tránsito de los peatones. De hecho, las fracturas y caídas por el temporal han colmado las urgencias en Madrid en plena pandemia.