El funeral de Felipe de Edimburgo será discreto por las restricciones motivadas por la pandemia, pero también por los deseos del marido de Isabel II. Solo 30 personas de su círculo más cercano se reunirán en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor para darle el último adiós al duque el 17 de abril. Entre ellos, su nieto el príncipe Harry.
Desde que se anunció la muerte de su abuelo el pasado 9 de abril, gran parte de la atención mediática estaba centrada en saber si el príncipe y su mujer, Meghan Markle, estarían en el funeral. Finalmente la duquesa de Sussex se ha quedado en Los Ángeles por recomendación médica ante su avanzado estado de gestación.
Cuando el hijo menor de Lady Di decidió dejar ser un miembro activo de la familia real, perdió sus honores militares, por lo que según la legislación en Reino Unido, no podía despedirse del duque de Edimburgo vestido con uniforme militar. Sí, podría llevar sus medallas sobre un traje de civil, pero Harry habría sido la nota discordante ya que tanto su hermano Guillermo, su padre y sus tíos —excepto Andrés— tendrían derecho a llevar un uniforme de las Fuerzas Armadas en el último adiós al príncipe Felipe, que fue miembro de la Royal Navy y prestó servicio durante la Segunda Guerra Mundial.
Para solucionar este problema y no avergonzar a Harry y Andrés, que fue apartado de la familia real por sus conexiones con el pedófilo Jeffrey Epstein, Isabel II ha decidido que ninguno de los invitados lleve uniforme militar y acudan de civil a la ceremonia.
El marido de Isabel II fue el único miembro de la familia real junto al príncipe Andrés y el propio Harry en participar en misiones de combate en el extranjero. En concreto, el duque de Sussex luchó en Irak y Afganistán y ha dedicado gran parte de su vida como royal a poner en marcha iniciativas para los militares veteranos y en activo.
Harry, durante un acto con soldados y veteranos en recuerdo a los caídos. WPA Pool via Getty Images
Los medios británicos apuntan a que la familia real quiere evitar que el foco se desvíe hacia el príncipe Harry, cuando todo debería centrarse en homenajear los casi 100 años de vida de Felipe de Edimburgo. Por eso se barajó que el hijo menor de Carlos de Inglaterra pidiera permiso expreso a la reina para volver a ponerse el uniforme militar o que el príncipe Guillermo acudiera al funeral con traje de civil para evitar distinciones. Finalmente, las reglas serán iguales para los 30 invitados.
La familia de Isabel II no quiere que la separación de Harry con su familia sea todavía más evidente y buscan que el adiós al marido de la reina sea un punto de inflexión para mejorar las relaciones entre el duque de Sussex, su hermano y su padre.
Junto a Isabel II en su felicitación por su 99º cumpleaños en 2020.
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Felipe de Edimburgo como alumno de Gordonstoun en 1939.
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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es