Hannibal Lecter es pasado: Anthony Hopkins hace historia con su interpretación de un anciano demente

Pese a ser uno de los actores más respetados de la industria del cine y haber sido premiado por la crítica y los BAFTA por su papel en El padre, Anthony Hopkins no las tenía todas consigo para hacerse con el Oscar en 2021 a Mejor actor. Luchaba contra la inclusión racial que tanto se ha reivindicado durante años. En su misma categoría estaban nominados Riz Ahmed (Sound of Metal) y el fallecido actor negro Chadwick Boseman (La madre del blues).

Sin embargo, el británico lo ha conseguido con su sexta nominación: con 83 años se ha convertido en el actor de mayor edad en conseguir la estatuilla. Han tenido que pasar 29 para que recoja la segunda, después de que la Academia reconociera su trabajo como Hannibal Lecter en El silencio de los corderos.

Largas esperas a las que parece que quieren someter al actor desde Hollywood. Su premio, el de la categoría de Mejor actor, fue el último de la noche en entregarse, a las 5.16 de la mañana (hora española). Hasta en eso han querido innovar con la gala de este año, cuando de manera habitual el último es el de Mejor película.

Ese cambio, y la ausencia de Hopkins en la gala, hizo pensar a los espectadores que el Oscar sería para el fallecido Chadwick Boseman —que murió en agosto de 2020 a los 43 años por un cáncer de páncreas— por su última actuación, y que así se le rendiría homenaje cerrando la ceremonia con su premio póstumo.

Si la Academia lo reconoció por primera vez por interpretar a un caníbal, esta vez lo ha hecho por su papel de un anciano que sufre demencia y que se da cuenta de cómo va perdiendo sus capacidades cognitivas. Porque el actor es capaz de conseguir transformarse en mil y una caras frente a la cámara:

En diciembre de 2020, el galés publicó en su cuenta de Twitter un vídeo en el que relató cómo luchó contra su adicción al alcohol. En menos de una hora, más de 7 millones de personas escucharon su historia.

“Hoy hace 45 años tuve una llamada de atención. Me dirigía al desastre. Estaba bebiendo hasta morir (...) Recibí un mensaje, un pequeño pensamiento que decía: ‘¿Quieres vivir o morir?’ Dije que quería vivir. Y de repente llegó el alivio y mi vida ha sido increíble”, contaba.

Un año antes, en una conversación con Brad Pitt en la revista Interview, también se pronunció sobre su alcoholismo: “Es extraño mirar hacia atrás y pensar: ’Dios, hice todas esas cosas. Ahora miro hacia atrás y pienso: ‘No estuvo mal, pero no quiero volver a hacerlo’. Entonces causé daño y pido disculpas. Forma parte de estar vivo. Hay que olvidar y simplemente seguir hacia delante”.

Hopkins sigue vivo y ha demostrado, con 83 años, que la edad no importa para seguir haciendo un trabajo de Oscar.