Hamlet
Hay grandes retos que este Gobierno de coalición debe afrontar sin complejos. Si estos no son capaces, tendrán que hacerlo otros.
Nada más teatral que Hamlet. El monólogo de Sánchez, “ser o no ser”… presidente. No queda otra que pasar al siguiente acto y hablar con la calavera de Iglesias… esa es la cuestión. Pedro Hamlet y Pablo Yorick.
Sin duda en este Gobierno hay una puesta en escena meditada, cuidada, medida y algo sobre actuada. Cada ministro es un actor de la Compañía de Coalición. Organizada y ordenada, cada uno tiene su espacio y su tiempo en escena. Hay reparto, asignación de papeles, está escrito en el guion de la obra.
Si se va a ser diferente se ha de parecer. Pero lo importante es no olvidar ser. Sin duda hay renuncias, hay desdichos, hay hemerotecas traicioneras. Para avanzar hay que tirar lastre, ceder espacios. Bailar intentando seguir el ritmo y no pisar zapatos.
La coalición genera colisión desde la derecha gritona. El choque, el cuerpo a cuerpo. El voceo alarmantemente populista. El enfrentamiento como herramienta política. Ruido constante.
Hay grandes retos que este Gobierno de coalición debe afrontar sin complejos. Si estos no son capaces, tendrán que hacerlo otros.