Corinna, sobre el dinero del rey: "Habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones"
La examante del rey emérito asegura en una entrevista a la BBC que "los 65 millones que me regaló el rey fueron un reconocimiento por cuánto signifiqué para él"
Corinna Larsen, la examiga del rey emérito Juan Carlos I, ha concedido una extensa entrevista a la BBC, la cadena pública de Reino Unido, para contar detalles de cómo fue su relación con el emérito, ahora instalado en Emiratos Árabes Unidos (EAU). Asegura que el monarca español debe tener “cientos de cuentas en otras jurisdicciones”, aparte de las ya conocidas en Suiza, y que en una ocasión llegó a decirle a su padre que estaba tan enamorado de ella y que quería pedirle matrimonio.
Entre los temas tratados en la entrevista está el famoso “regalo” que Juan Carlos I le hizo a Corinna, un ingreso de 65 millones de euros que el Borbón le reclamó de vuelta tras abdicar en 2014. Ella asegura que fue un presente “en reconocimiento por cuánto signifiqué para él”.
El dinero, parte del que supuestamente Arabia Saudí pagó en comisiones al rey, fue para ella “un regalo enormemente generoso” que la sorprendió. “Diré, sin embargo, que habíamos tenido conversaciones en 2011 sobre su deseo de gestionar su testamento en vida. Empezó a hablar sobre su muerte y lo que quería dejar en su testamento”. “También mencionó que quería ocuparse de mí, pero no discutimos cantidades. Le preocupaba que su familia no respetara su voluntad”, sostiene.
Corinna fue a Madrid a darle las gracias por el dinero y Juan Carlos le habló de lo que le entristecía la presión que había sobre ella. “Era gratitud por haberle cuidado durante sus peores momentos”, insiste la alemana, que niega que hubiera interés en lavar el dinero con la operación.
Si el rey le pidió que le devolviera esos millones fue porque en 2014 él hizo “intentos desesperados” para que volvieran a estar juntos y, al negarse ella, “se puso completamente furioso”. “Pidió que le devolviera todo. Creo que fue solamente un berrinche”, insiste.
Quizá lo más duro es cómo dibuja a la Familia Real. “Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo… Porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”.
“No sé si ese dinero es ilegal”, responde. Pero si las investigaciones en marcha establecen un origen ilegal del dinero, “debería devolverlo”.
El viaje de caza a Botswana
Sostiene que mantuvieron una relación romántica entre 2004 y 2009 y luego siguieron siendo amigos porque el monarca se había encariñado mucho de los hijos de Zu Sayn-Wittgenstein. Precisamente el viaje al safari de Botswana en 2012, donde el emérito sufrió un accidente cazando un elefante y que le llevó a pedir disculpas a los españoles por su comportamiento, fue un regalo a un hijo de Corinna por su décimo cumpleaños. Ella, por cierto, critica la actuación del rey: “Soy cazadora, pero nunca he matado a un elefante en mi vida y nunca lo haría. Para mí, toda la experiencia de caza fue traumática en ese sentido”.
“Yo no tenía ganas de ir a ese viaje”, afirma en la entrevista, “sentía que el rey Juan Carlos I intentaba que volviera con él y yo no quería dar una impresión errónea. Casi tuve premoniciones sobre aquel viaje”, señala.
Insinúa que sentía que algo malo iba a ocurrir en Botswana y lo que acabó pasando fue que el monarca se rompió la cadera y tuvo que pedir disculpas públicamente al ser operado.
Así fue su relación
La consultora germano-danesa desvela que conoció al rey Juan Carlos I en una fiesta de tiro en febrero de 2004. Él tenía problemas con su arma y ella le sorprendió con sus conocimientos al ayudarle. A partir de ahí la relación avanzó lentamente. “Estuvimos hablando por teléfono durante meses”, explica.
La primera cita llegó a principios de verano. “Conectamos de inmediato en muchas cosas y teníamos muchos intereses en común: la política, la historia, la buena comida, los vinos… Yo vivía entonces en Londres, acababa de emprender mi propio negocio de consultoría. Y era madre soltera de dos niños. Así que nos encontrábamos en Madrid en una casita de campo dentro de la finca y viajábamos juntos”.
“El primer año fue más difícil porque yo estaba muy ocupada y él tenía una agenda completa, pero me llamaba hasta diez veces al día. Quiero decir, inmediatamente se convirtió en una relación muy fuerte, profunda y significativa”, añade.
En la entrevista, sin citar la palabra infidelidad, se le pregunta por si se planteaba cómo vería esta relación la esposa del rey, la reina Sofía. “Me dijo que tenían un acuerdo para representar a la Corona, pero que tenían vidas totalmente diferentes e independientes. Y el rey acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer que también ocupó un lugar muy importante en su corazón y su vida”.
El fin del romance
Cuando supo del interés del rey en casarse con ella, explica que se emocionó y se dio cuenta de la “seriedad” de su relación, pero no se hizo ilusiones. “Y yo estaba muy enamorada de él, pero anticipaba -soy estratega política- que iba a ser muy difícil. Y pensé que podría desestabilizar la monarquía”.
Ese mismo año dejaron de verse. Y fue porque el rey, denuncia, comenzó otra aventura. “Para mi gran sorpresa, justo después del funeral -de su padre-, el rey me dijo que mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años (...). Literalmente quedé devastada, era lo último que esperaba”.
Volvieron a estar juntos, dice a la BBC, cuando el emérito se operó de pulmón (2010), pensando que era un tumor, porque estaba muy asustado. Finalmente, fue benigno, pero ella acudió a su llamada y durmió en el sofá de la habitación. La echaron cuando llegó la Familia Real.
Desde entonces, mantuvieron su amistad y se vieron en viajes como el del safari. “Nunca se ha dicho que de hecho fui yo la que organizó su repatriación porque no había ningún plan en marcha”, dice zu Sayn-Wittgenstein.
El acoso
Corinna denuncia que, desde ese momento, ha sufrido el “acoso” de la Inteligencia española, que alguien entró en su apartamento de Mónaco y que recibió un anónimo que decía “que hay muchos túneles entre Mónaco y Niza”, una alusión al choque en el que murió la princesa Diana de Gales en París. En el salón le dejaron un libro sobre la muerte de la princesa, relata.
En concreto, dice que fue a verla el entonces jefe de la inteligencia española, Félix Sanz Roldán, y que le dijo que no hablase con la prensa y que, de lo contrario, no podrían garantizar su seguridad.
La entrevista de cierra con una declaración de cariño a Juan Carlos I: “No me arrepiento para nada de mi relación romántica con Juan Carlos”. “Tengo sentimientos muy sinceros por él. Y me entristece extremadamente el rumbo que han tomado las cosas”.