Guía para entender por qué la guerra comercial entre EEUU y China es más importante de lo que crees
Alerta roja en la economía global, que vuelve a estar en vilo.
Alerta roja en la economía global, que vuelve a estar en vilo. Estados Unidos y China —las dos economías más importantes del planeta— han retomado en agosto la guerra comercial que arrastran desde marzo de 2018 y que puede derivar ahora en una guerra de divisas. Las consecuencias finales de este recrudecimiento del conflicto son imprevisibles pero, una vez más, el crecimiento se ha puesto en peligro y los mercados se han llenado de incertidumbre.
¿Qué está pasando?
La tregua alcanzada por los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, durante la reunión del G-20, celebrada en Osaka (Japón) a finales de junio, ha estallado por los aires apenas un mes después.
Ante la falta de avances en la negociación entre ambos países, Trump anunció el pasado jueves la imposición de nuevos aranceles del 10% a las importaciones de productos procedentes de China por valor de 300.000 millones de dólares. Estas tarifas afectarán a productos que antes estaban exentos y entrarán en vigor el próximo 1 de septiembre.
Cuatro días después de este anuncio, China ha respondido con la suspensión de las compras de productos agrícolas procedentes de Estados Unidos y ha permitido que el yuan —la moneda china— se devalúe hasta niveles de 2008. El yuan se hundió este lunes un 1,3% respecto al dólar: ahora mismo se necesitan 7 yuanes para comprar un dólar.
¿Qué es una devaluación y para qué sirve?
La devaluación de una moneda es una disminución de su valor en comparación con el precio del oro o de otra moneda extranjera fuerte, como el dólar o el euro. Rebajar el valor del yuan permite que la economía china sea más competitiva, al ser más baratos los productos, y favorece las exportaciones.
El objetivo de esta medida es mantener bajo el precio de los productos chinos y sortear así los aranceles impuestos por Trump. Los productos chinos son más baratos y son adquiridos por los consumidores de otros países, mientras que aquellos que proceden de otros países lo tienen más difícil para entrar en China.
Pero, por otro lado, China puede sufrir consecuencias por devaluar el yuan como un encarecimiento de las importaciones —especialmente del petróleo— y una disminución de la confianza en esa moneda y en esa economía. Esto podría desatar una fuga de capitales.
¿Cuándo se produce una devaluación?
Una falta de confianza en la moneda o un escape de divisas hacia otros mercados son algunas de las causas que pueden originar una devaluación de la moneda. También se puede provocar cuando se aumenta la cantidad de dinero que existe en circulación, lo que comúnmente se conoce como imprimir más billetes.
¿Cómo afecta una devaluación a la economía?
Al transformarse la guerra comercial entre EE UU y China en una guerra de divisas, los inversores pueden decidir invertir su dinero en valores más seguros: el oro y la deuda soberana —lo que en España se traduciría en comprar letras del Tesoro o bonos del Estado—. “El precio del oro al contado marcaba esta madrugada un nuevo máximo de 6 años en los 1.474,99 dólares” han contado desde IG.
¿Cómo ha respondido Estados Unidos?
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos —que equivaldría a las funciones que desempeñan el Banco de España y el Ministerio de Hacienda— ha acusado este lunes a China de “manipulador de divisas” y le ha amenazado con tomar represalias. El Tesoro ha asegurado que su secretario, Steven Mnuchin, “actuará con el Fondo Monetario Internacional para eliminar la ventaja competitiva creada por las últimas acciones de China”.
Esta decisión del Tesoro es una de las mayores sanciones que puede imponer a un país, que supone en la práctica una petición al FMI para que vigile la economía china. La última vez que EEUU designó “manipulador de divisas” a otro país fue en 1994 también con China, cuando el presidente era Bill Clinton. Se trata de una especie de humillación pública para obligar al otro país a negociar, como cuando se califica a alguien de paraíso fiscal.
Pero eso ya lo dijo Trump...
Efectivamente, esta decisión del Tesoro se ha tomado horas después de que el presidente estadounidense Donald Trump acusara a China de manipulación de divisas e instara a la Reserva Federal a tomar medidas.
“China dejó caer el precio de su divisa a casi un mínimo histórico. Se le llama manipulación de divisas ¿Estás escuchando Reserva Federal?”, ha escrito Trump en su cuenta de Twitter.
No es algo nuevo. Trump está obsesionado con China desde la campaña electoral y lleva acusando desde hace años a este país de manipulador de divisas.
¿Y qué dice China al respecto?
El Banco Popular de China ha negado las acusaciones por parte de Estados Unidos de haber devaluado la moneda. “Nunca se utilizará la tasa de cambio como instrumento para lidiar con disputas comerciales”, ha asegurado Yi Gang, el gobernador del BPC —el Mario Draghi chino–.
¿Y cómo afecta a España?
La nueva escalada de la guerra comercial ha provocado caídas este lunes en los principales mercados financieros: Wall Street cerró la jornada con las mayores caídas del año. El Ibex 35 —el índice bursátil que reúne a las 35 empresas cotizadas españolas más grandes— cedió un 1,35%, una caída menor que la que vivieron otros índices europeos.
Una ralentización de la economía china arrastraría a otros países, especialmente a aquellos que forman parte de la eurozona. Los países que más se deben preocupar son aquellos que tienen una industria muy fuerte, como Alemania. Este país junto con Italia fabrica componentes que luego son utilizados en industrias de otros mercados. Al debilitarse el comercio internacional, estas economías sufren.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, ha asegurado este martes que la guerra comercial protagonizada por China y EEUU afecta a España, pero menos que a otros países. “Nos está afectando como una economía cada vez más abierta que es España, pero es verdad que menos a otros países de nuestro entorno”, ha dicho.
¿Se va a arreglar el conflicto?
No tiene pinta de que se solucione pronto: ambos países mantienen una batalla a largo plazo entre dos modelos distintos de entender el mundo y la economía. Los expertos creen que la conflictividad continuará.
“Estados Unidos y China están enfrascados en una guerra comercial, que ha derivado en tecnológica. Aunque lo que subyace es una guerra por la hegemonía mundial porque el auge de China preocupa a Estados Unidos”, explicaba recientemente Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor de análisis económico de la Universidad Autónoma de Madrid, a El HuffPost.
Esperemos que, al menos, la tensión no se recrudezca.