Gracias, Almudena
En un rincón de mi biblioteca conservo tu libro, tus palabras escritas bajo la lluvia.
Recuerdo un día de Madrid, nuestro Madrid, que te escuché en presencia, frente a frente, en un viejo colegio, sobre una tarima de debate, frente a todos nosotros.
Expresaste mensajes diáfanos sobre la arrogancia dominadora de España, nuestra España, por ellos, la derecha,… que la hacen patria en su solo beneficio, son los dueños, nosotros siempre estamos sólo de paso.
Luego en esa tarima del viejo colegio hablé, hablamos, de Memoria Histórica, de víctimas, de verdad, justicia y reparación…. para “Argumentos Socialistas”.
Tú te habías ido, yo con pudor, no te pedí que me firmaras tu último libro.
Cuando acabó el acto, en esa tarde intensamente lluviosa, con mi admirada amada, Laura, fuimos al Retiro, empapándonos bajo cortinas de agua, llegamos a la caseta de la Feria del Libro y allí estabas tú, frente a frente y saqué tu libro de mi mochila.
Me presenté, me reconociste, dijiste con tu habla, el de mi infancia madrileña, ”¿cómo no me lo dijiste esta mañana?. Te agradezco mucho tu paseo”. Yo te agradecí tu dedicatoria y nos despedimos.
En un rincón de mi biblioteca conservo tu libro, tus palabras escritas bajo la lluvia. Estoy deseando volverlas a leer y tocar tus trazos.
Gracias, Almudena.