Golpe de PP y Vox al pluralismo radiofónico
El Gobierno de Castilla y León regala un centenar de licencias a medios de derechas, ultras y religiosos.
Más allá de polémicas internas y de exabruptos parlamentarios, la Junta de Castilla y León, la primera coalición formada por PP y Vox, ya está dejando algunas pistas sobre qué significa que la derecha y la ultraderecha gobiernen juntas. Como prueba piloto en lo que atañe a los medios de comunicación, el reparto de un centenar largo de licencias para emisoras de frecuencia modulada en Castilla y León ha desembocado en un golpe en toda regla al pluralismo radiofónico.
El segundo concurso público de licencias radiofónicas más grande de la historia en España se ha resuelto con la adjudicación de más de un 30% de las mismas a medios de comunicación de derecha o extrema derecha, vinculados a la Iglesia católica o a la adventista. La Junta ha repartido entre Radio María y La Undécima Hora 35 de las 124 licencias disputadas. Si a esta cifra se le suman las 11 ganadas por COPE -propiedad de la Conferencia Episcopal Española- han sido 47 los permisos asignados a grupos religiosos desde el ejecutivo formado por el Partido Popular (PP) y Vox.
Más allá de la religión, la resolución provisional del mencionado proceso de selección también ha dejado en negro sobre blanco la adjudicación de más de 45 licencias a grupos mediáticos vinculados a la derecha y la ultraderecha. Uno de los mayores beneficiados, con 14 licencias asignadas, ha sido Mediatel Multimedia con su marca Vive! Radio.
A pesar de que su nombre no es tan conocido como el de otras empresas audiovisuales nacionales, el de su propietario sÍ que tiene el peso suficiente en la historia más reciente del PP. Y es que dicha entidad pertenece a Promecal, un grupo de comunicación perteneciente a Antonio Miguel Méndez Pozo.
El ejecutivo ha mantenido durante años una estrecha relación con el exalcalde de Burgos, José María Peña San Martín, con el propio José María Aznar e incluso en los últimos tiempos con María Dolores de Cospedal. En diversas ocasiones Méndez Pozo -también dueño de la Radio Televisión de Castilla y León y de periódicos como El Diario de Ávila o El Diario de Burgos- ha sido criticado por utilizar una exagerada parcialidad en sus cabeceras.
Por otra parte, la empresa Unedisa -Unidad Editorial- ha logrado quedarse con 11 licencias a través de Radio Marca. Por su lado, Uniprex -Atresmedia- también ha sumado entre Onda Cero y Europa FM otras 11 adjudicaciones. Ambos grupos cuentan con una línea editorial conservadora y un elevado número de los miembros de sus cúpulas directivas mantienen intereses públicos cruzados con la derecha.
En la misma línea se encuentra EsRadio. Aunque la emisora capitaneada por Federico Jiménez Losantos -declarado abiertamente ‘azotador del comunismo’- solo aparece como beneficiaria de tres emisoras, Castilla y León Radio - altamente ligada al grupo del periodista- ha obtenido más de una decena de permisos.
Ninguna licencia para Cadena SER
El concurso público se puso en marcha en noviembre de 2020 con el fin de otorgar licencias para la prestación de servicios de radio en la región. En un primer momento, el proceso de selección incluía un total de 138 licencias. Sin embargo, una vez valoradas las 326 ofertas, en la resolución provisional se han dejado desiertas 14 de plazas, “al no presentarse ninguna solicitud”.
Esto último ha llamado la atención en el sector mediático debido a que, a pesar de haberse presentado a 23 licencias con la intención de cubrir carencias de cobertura de alguno de sus 8 productos programáticos, el Ejecutivo autonómico no ha adjudicado ninguna licencia directamente a la Sociedad Española de radiodifusión S.L (SER), la empresa líder de la radiodifusión española en la actualidad.
Aunque a la hora de comunicarse la resolución del concurso no es obligatorio argumentar o detallar las razones por las cuales se eligen o no determinadas peticiones, es importante destacar que en las bases del proceso selección se detallan los requisitos que deben cumplir aquellas empresas que deseen acceder a una licencia, así como la puntuación con la que se evaluará cada proyecto.
En el caso de la radio de Prisa Media se cumplían todas las condiciones. Además, se trata de la empresa radiofónica con mayor presencia local de España y cuenta con la adecuación e innovación técnica solicitada en los pliegos.
Una emisora por cada 5.000 habitantes
El aterrizaje de esta avalancha de nuevas licencias se ha producido en un territorio que cuenta con 2.400.000 habitantes y que ya tiene 300 emisoras legales, públicas y privadas. Teniendo en cuenta este dato, cuando se pongan todas las radios en funcionamiento Castilla y León tendrá una emisora de radio por cada 5.000 habitantes. La resolución ha reflejado incluso la adjudicación de más de una emisora en localidades de menos de 4.000 habitantes.
Estos datos reflejan la escasa necesidad de sacar a concurso un número tan elevado de licencias radiofónicas en la comunidad, lejos de los intereses políticos. Cabe recordar que la oferta pública de 2020 se convocó tras anularse la misma propuesta de concurso nueve años atrás, en 2011, por dichas razones.