El día que el Gobierno cesó a la jefa de los espías españoles: “No está siendo fácil”, “estamos tranquilos”
Sánchez trata de resolver la grave crisis abierta por Pegasus.
“No está siendo fácil”. Esta confesión la hace un miembro del Gobierno cuando apenas han pasado unas horas de que haya caído la cabeza de la directora del CNI, Paz Esteban. Un cóctel explosivo: fallos en la seguridad de los móviles del jefe del Ejecutivo y de los ministros esenciales de Defensa e Interior, espionaje a 18 líderes independentistas y una legislatura al borde del abismo por la presión de los propios socios de legislatura y con la derecha apretando en las encuestas.
Se necesitaba una cabeza urgentemente y esta ha sido la de la jefa de los espías españoles. Una funcionaria discreta con décadas a sus espaldas en los servicios secretos, pero con unos fallos letales. Uno fue el no detectar el espionaje a los móviles de Pedro Sánchez, Margarita Robles y Fernando Grande Marlaska a tiempo (se ha sabido más de un año después) durante una crisis brutal con Marruecos en mayo y junio de 2021.
A esto se ha sumado la revelación del espionaje a personalidades independentistas. La propia Esteban confirmaba en la comisión de secretos la semana pasada que se intervino dispositivos de 18 soberanistas, entre ellos el del actual president, Pere Aragonés. Fue con autorización judicial por parte del Tribunal supremo, como exige la ley, pero el rupturismo catalán está dolido y lo ha utilizado políticamente. Esto ha llevado a la picota la relación con La Moncloa, cuyos votos son necesarios para aguantar hasta el final de la legislatura (diciembre de 2023). Se pedían dimisiones, mirando más alto: a la propia Robles.
Al final la caída ha sido para Esteban. El Gobierno no ha detallado los motivos y se ha escudado en que hay que abrir una nueva etapa, con mayor modernización y atención a las nuevas tecnologías, conscientes de que la seguridad total no es plena. Y dentro del propio Ejecutivo había pulsos internos por la cabeza a rodar.
Ha sido en este Consejo de Ministros cuando se ha producido el cese. Robles se niega a hablar en términos de caída y lo encuadra como una “sucesión”. Ha caído la mujer a la que defendía hace una semana, por lo tanto es un golpe para ella, pero a la vez ahora coge esa plaza su ‘numero dos’, Esperanza Casteleiro, por lo tanto una victoria para sopesar. El CNI es más suyo hoy.
El espionaje español, que cuenta con unos tres mil trabajadores en el CNI, tendrá a otra de los suyos al frente, después de haber estado junto a Robles en puestos clave como su jefa de gabinete y, posteriormente, secretaria de Estado de Defensa. Este último puesto vacante pasará a la subsecretaria, Amparo Valcarce.
En el CNI ha habido malestar estos días por el trato a Esteban, que lleva toda la vida en esa casa y que se convirtió en la primera mujer en dirigirla. Toca calmar también al Centro a través de la sucesora, de la que se vende precisamente su parte de conocimientos en temas de ciberseguridad. “Ella lo sabe todo”, argumentan en el Ejecutivo.
El Gobierno tiene muchos frentes abiertos, desde el propio CNI hasta su relación con los socios y la imagen internacional. Y este mismo martes se ha concluido el informe sobre los móviles de los ministros, confirmado -además de los casos de Sánchez y Robles- que se infectó hasta en dos ocasiones el teléfono de Grande Marlaska -que afectaron a 6,3 gb y 400 mb-. Asimismo, hubo un intento fallido en el terminal de Luis Planas, ministro de Agricultura. El contexto temporal, en mayo y junio de 2021, y las figuras (presidentes, responsables de seguridad del Gobierno y un ministro que en su día fue embajador en Marruecos) hacen mirar al vecino del Mediterráneo, pero La Moncloa no quiere acusar directamente y dice que es un caso ya judicializado en la Audiencia Nacional.
Sobre el momento decidido para destituir a Paz Esteban, fuentes de La Moncloa subrayan que las cosas en democracia requieren de sus “formas y tiempos”. La que no ha caído, como querían los soberanistas y los socios de Podemos, ha sido Robles, que ha vivido uno de los días más complicados de su carrera política y una dura rueda de prensa en el complejo presidencial. Pero ella ha mostrado que se siente totalmente respaldada por el presidente y ha defendido al CNI. Ella tiene una excelente valoración entre los ciudadanos y está en un sitio clave para la organización en junio de la esencial cumbre de la OTAN en Madrid.
La salida de Esteban del despacho principal del Centro ha supuesto un motivo de indignación para la derecha, que está acusando al presidente del Gobierno de erosionar las instituciones y de venderse al independentismo, un argumento con el que quiere jugar de cara a las próximas elecciones andaluzas del 19 de junio.
¿Servirá esto para cambiar a los socios del Gobierno? Moncloa espera que tanto las explicaciones de la comisión como este paso y la futura comparecencia de Sánchez en el Congreso reconduzcan la situación. El presidente quiere cerrar cuanto antes este capítulo, aunque todavía no se ha concretado la fecha de su encuentro con Aragonès.
Por el momento, el camino se allana con los socios, especialmente con Esquerra. Ya no se han escuchado exigencias de que Robles deje su puesto, aunque dirigentes de ERC, como la portavoz, Patricia Plaja, hayan considerado insuficiente el cese y hayan exigido desclasificar documentos (algo a lo que se ha mostrado abierta la propia ministra de Defensa).
La Generalitat se personará como acusación particular en el proceso abierto en la Audiencia Nacional. Podemos también ha rebajado sus palabras y tampoco ha exigido la cabeza de Robles, aunque quiere que no se cierre en falso. En la misma línea ha estado el portavoz de Más País, Íñigo Errejón.
Diez de mayo El día que cayó la jefa de los espías españoles. Esto no es Homeland, es la realidad.