Georgina Rodríguez y su pasión por los logos de marca gigantes
La novia de Cristiano Ronaldo es un escaparate andante.
Popularmente siempre se ha dicho que hay dos clases de ricos: los discretos y los que intentan demostrar que tienen dinero poniéndose fundas de oro en los dientes o llevando logos de marcas cuyo tamaño o cantidad puede provocar un ataque epiléptico. Es lo que peyorativamente se conoce como ‘nuevo rico’. Pues bien, Georgina Rodríguez es un escaparate andante de un outlet de marca (aunque no compra en outlet).
Si Georgina pasa las vacaciones en un barco, se fotografía con un Chanel que poco tiene que ver con la moda náutica. Si viaja en avión, no utiliza almohadas para dormir, se apoya en sus millones de Birkin. Si se va al campo, posa en un granero con un bolso de firma (no es difícil imaginar el contraste, pero sí el sentido de la foto). Y si va a un partido de fútbol, lo hace arreglá, pero informal, como diría Martirio.
Pasen y vean:
Georgina no teme el exceso, pero sí teme vestir de marca y que algún despistado no sepa que lo hace: por eso se calza un logo cada día. O muchos. “Si me gasto la pasta, que se note”, debe pensar. Y acierta. Todo el mundo se percata de ello.