21 genialidades escritas por niños en sus cartas a los Reyes y Papá Noel
Angelitos...
Queridos Reyes Magos…
El principio es siempre el mismo pero tras estas tres palabras puede pasar cualquier cosa. El ingenio de los niños no conoce límites y sus Majestades de Oriente están acostumbrados a recibir en su buzón toda clase de peticiones. Y toda clase es toda clase.
Lo sabe también Papá Noel que año tras año debe coger el trineo para salir de su casa del Polo Norte y atender las demandas más curiosas.
Una ha sido la de Aitana, de cinco años, que ha dejado muy claro en su carta cuál es su prioridad en la vida: antes que un patinete o una caja para sus gafas de sol prefiere que le traigan fuet. La imagen compartida por su madre en Twitter consiguió más de 1.700 me gusta y que Casa Tarradellas le echase una mano a Santa Claus adelantándole el regalo.
Ejemplos hay muchos, pero en El HuffPost Life hemos querido quedarnos solo con los mejores. Forman parte de esta galería de cartas ingeniosas que han recibido los Reyes Magos y Papá Noel. Imposible no esbozar una sonrisa o soltar un enorme ‘Ohhhhhh’.
Porque además de graciosos, los niños pueden sacar en sus cartas su lado más solidario con frases que van más allá del “paz para todo el mundo” o el más feminista con menciones a “los y las duendes”. También pueden ser demasiado sinceros —uno no siempre se porta bien— o mostrar sus inquietudes políticas.
En los buzones de Laponia y Oriente Medio uno se puede encontrar de todo y lo de arriba es solo una muestra. Estamos convencidos que hay grandes hits esperando aún para ver la luz. Si tienes alguno en casa, no dudes en mandárnoslo a ayuda@huffpost.es, ¡lo compartiremos!
BONUS TRACK
No solo los Reyes Magos y Papá Noel son conocedores del ingenio de los niños, también el Ratón Pérez saben bien cómo se las gastan sus pequeños clientes.
La carta que Gonzalo (el mismo que le daba las “gracias por todo” a los Reyes Magos) escribió con siete años es oro puro: “Se me ha caído un diente en el tenis porque me han dado un raquetazo pero se me ha perdido, ¿me puedes dejar dinero en la almohada, por favor? (...) Buscadlo en la pistas, por favor”.