Gas pimienta, porras y toque de queda: caos en Miami por la incontrolable llegada de turistas
Las 'spring break' o vacaciones de primavera atestan las playas, provocando un enorme riesgo de contagio de coronavirus.
Una multitud de turistas estadounidenses que se volcaron este fin de semana en la pequeña zona de Miami Beach. Los locales y los turistas estaban ilusionados con el fin de la pandemia de coronavirus, que casi rozan con los dedos por los datos se vacunación en EEUU, y acabaron por formar una masa incontrolable, demasiado próxima, demasiado libre de mascarillas, lo que ha llevado a las autoridades de la ciudad a imponer un toque de queda este sábado que, esperan, controle la fiesta y evite contagios masivos.
Durante las próximas 72 horas, los visitantes deberán abandonar las calles y los restaurantes tendrán que cerrar sus puertas a las 20.00 horas (hora local) en las principales zonas turísticas de South Beach, el epicentro de la fiesta de Miami Beach, anunciaron autoridades.
Además, los tres puentes que conectan la isla con tierra firme -Miami- estarán cerrados al tráfico a partir de las 22. Solo tendrán paso los residentes, los trabajadores y los huéspedes de los hoteles.
“Esto es un asunto de seguridad pública”, dijo el administrador interino de la ciudad, Raúl Aguila, al anunciar las medidas. Refiriéndose a las fotografías que muestran a las multitudes que se congregan en el paseo costanero Ocean Drive, añadió: “Eso parecía un concierto de rock, no se ve el pavimento, no se ve césped”. Por eso la Policía se ha visto obligada a usar gas pimienta y porras para reprimir a algunos de los fiesteros.
La decisión se produce tras semanas de intensa fiesta en Miami Beach, que no es ajena a las multitudes incontrolables de turistas: todos los años, en marzo, esta pequeña isla aloja a miles de estudiantes de todo el país que vienen a pasar las vacaciones de primavera.
Pero este 2021 “el volumen es claramente mayor que en los años anteriores”, dijo el alcalde, Dan Gelber. “Creo que se debe en parte a que hay pocos lugares abiertos en el resto del país, o son muy fríos, o están cerrados y además son muy fríos”.
En los últimos dos días, se viralizaron imágenes de peleas en restaurantes que dejaron serios destrozos, además de provocar que los comensales huyeran sin pagar costosas cuentas, según reportes de la prensa local. El jefe de policía de Miami Beach, Richard Clements, dijo que le preocupa que la situación se vuelva inmanejable.
“El jueves cientos de personas corrieron en determinado momento y arrojaron tablas y sillas como armas”, contó. “Esperábamos que fuera un evento de una sola vez, pero anoche hubo tres situaciones así y una joven resultó herida”.
La isla de apenas 92.000 habitantes atrae a 200.000 visitantes y trabajadores todos los días, dijo Gelber.