Garicano: "Es muy duro, llevo sin ver a mis hijos mucho tiempo, se me hace cuesta arriba"
Entrevista en directo en Instagram con el líder de Cs en Europa
El líder de Cs en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, ha convertido la mesa de su salón en Madrid en su oficina provisional estos días: “Estoy bien, mientras haya salud es lo más importante. Espero que la gente se cuide y salgamos lo mejor posible”, confiesa.
Recibe virtualmente a El HuffPost en ese salón durante una entrevista en directo en Instagram. Está trabajando “muy duro”, dice al principio, a la vez que explica que está escribiendo muchos documentos, planteando propuestas como un ‘bazuca europeo’ económico para ayudar a empresas, sanidad y empleo y haciendo reuniones por videconferencia.
Él está en Madrid pero sus hijos viven a dos mil kilómetros en Holanda, su madre está en Valladolid y su esposa trabaja en el Hospital Ramón y Cajal en la capital. Y se abre: “Este cierre de fronteras es muy duro, llevo sin ver a mis hijos mucho tiempo, se me hace cuesta arriba”.
Hace la compra cada cuatro días (“tengo una tienda cerquita”) y también ha salido alguna vez a la farmacia, pero está encerrado todo el día. De vez en cuando hace ejercicio subiendo por las escaleras los once pisos del edificio. “Espero que el señor Simón no me eche la bronca”, apostilla.
“A primeros de mayo”
¿Hasta cuándo estaremos así? “Me inclinaría a que vamos a poder quedar con los amigos para tomar una cervecita a primeros de mayo”, vaticina. “Sería un resultado más o menos positivo”, comenta Garicano.
Y está preocupado por las consecuencias económicas: cómo recuperar la situación y que los turistas vuelvan a sentirse cómodos, que quieran volver a España. “Eso no sé cuánto tiempo va a llevar”, reflexiona. Para afirmar: “No tengo duda de que va a ser una situación más difícil que la crisis de 2008″.
“Lo que estamos haciendo ahora es meter a la economía en el congelador, no tiene precedentes en la historia económica de un país”, asevera el eurodiputado de Cs. Tiene claro que ha habido además un periodo insolidario del resto de Europa viendo a Francia y Alemania guardando el material médico. Ahora parece, sostiene, que se están tomando decisiones “más de la mano”.
Hasta el momento ha dormido bien, pero la pasada noche ya regular. “He estado despierto de 3 a 5, notaba dolor de garganta y mocos, me sentía regular. Sentía un poco de ansiedad”, ha confesado, pero ya se encuentra bien.
Lo que no consigue es concentrarse en leer alguna novela, se centra más en prensa e información económica. Sí ve series y está enganchado a The Wire. La ve junto a su mujer sobre las ocho cuando llega del hospital.
Tiempo para películas. Ha visto por primera vez Doctor Zhivago y en Netflix se zambulló en Historia de un matrimonio (“me gusto menos de lo que esperaba”) y El irlandés (“me gustó mucho”, “Pacino, De Niro y Keitel son magos”). Y algo de música: se pone constantemente a Bach y Mozart.
Días difíciles. Pero cuando acabe el estado de alarma ya sabe lo que hará: ir a darle un besos a su hermana, otro a su madre y coger un avión para abrazar a sus hijos en Holanda.