Teodoro García Egea, en el punto de mira
El “poli malo” de Génova: bloqueado por Ayuso, en pleno pulso con Sol y entre acusaciones de ‘bullying’ de Álvarez de Toledo.
Es 19 de junio, hace mucho calor en Madrid. Isabel Díaz Ayuso baja las escaleras hasta el vestíbulo de Sol. Traje violeta, como si fuera casi un capote. Todos aplauden en la toma de posesión. En la primera fila han sentado a Pablo Casado y a los presidentes autonómicos del PP. Y otra persona al mismo nivel en el front row: Miguel Ángel Rodríguez. Justo detrás de él, en la segunda, colocan a Teodoro García Egea.
Es un auténtica declaración de guerra, el secretario general del PP por detrás del jefe de gabinete. Al murciano se le nota en la cara, mira de reojo. Eso pasaba después de unos meses de auténtica guerra interna, de una batalla que sólo era rumor pero que de puertas para dentro era brutal. Hasta se habían peleado por quién debía salir al balcón la noche electoral del 4-M. Y esa lucha sólo ha ido creciendo más y más, ya nadie la disimula ni en público. Se acabó eso de que los trapos entre los populares se lavan en casa.
García Egea, como señalan muchos en el partido, es el “poli malo” de Génova 13. Y no puede perder este pulso ante el partido en Madrid, sería enterrarse como secretario general. La decisión de la dirección está tomada: el congreso se celebrará cuando toque y se podrán presentar candidatos alternativos a Ayuso. La madrileña y Miguel Ángel Rodríguez se han convertido en las bestias negras del ‘número dos’ del partido.
Es tal la animadversión que ni se hablan y hasta la presidenta madrileña le ha bloqueado en el Whatsapp de unos de sus dos teléfonos (el importante, el de las llamadas más exclusivas). En en el entorno de Ayuso llegan a deslizar que García Egea ha jugado incluso a hacer dudar de que ella fuera candidata en los comicios. Y, en cambio, el secretario general no soporta que personas ajenas a la estructura -léanse Miguel Ángel Rodríguez y los suyos- quieran controlar los tiempos y las formas del partido.
García Egea es el más fiel escudero de Pablo Casado, todo lo hace pensando en él, Fue precisamente el apoyo más determinante para que diera el paso para las primarias, con un momento decisivo con una conversación en un banco del madrileño parque del Retiro. Desde entonces se convirtió en su mano derecha y en el congreso extraordinario tras la marcha de Rajoy ascendió a ese puesto de ‘número dos’. Como dice un dirigente del PP: “Teo es Pablo”.
Ahora vive uno de sus momentos más complicados, con una parte del partido cuestionando su solvencia a la hora de llevar la Secretaría General, un papel muy complicado y del que dependen las fontanerías de la formación (entre sus predecesores han estado Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas, Ángel Acebes o María Dolores de Cospedal). Y está siendo esta oleada de cambios internos, a través de los congresos regionales, lo que está despertando muchos recelos por la forma de actuar del murciano.
Las más directa ha sido Cayetana Álvarez de Toledo, exportavoz del PP, que ha provocado un tsunami dentro del partido con su entrevista este fin de semana en El Mundo. La acusación era muy directa y durísima: “Egea ejerce un mando testosterónico y perjudica a Casado, hace bullying”.
La exportavoz confesaba que había roto la disciplina de voto impuesta por el PP sobre la renovación del Constitucional y que su papeleta electrónica fue “en blanco”. Una negociación precisamente que había llevado en primera persona García Egea con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
Así describe Álvarez de Toledo a García Egea: “La suya es una manera de entender la política a través del ordeno y mando más crudo y más brutal. Es el sometimiento de cualquier atisbo de sensibilidad, inteligencia, deliberación, debate y libertad. Expresiones que yo he oído y que ahora se reproducen en el caso de Ayuso como ‘esta va por libre’, ‘es un verso suelto’, ‘no acata la autoridad’, son etiquetas lamentables que se aplican al normal ejercicios la personalidad dentro de un partido político”. Con este cruento análisis: “Es la sumisión a través de una acción testosterónica que va causando devastación interna. Esta forma de dirigir no es que me causara daño a mí o pueda causársela a Ayuso, es que está causando profundo daño a la organización”. Por eso, insiste en que el secretario general hace “trampas retóricas”.
De hecho, en su libro, Álvarez de Toledo dice que fue con García Egea con quien ha tenido la reunión “más desagradable” de su vida: “Por el nivel de agresividad, de insensibilidad y de irracionalidad”. Con esta confesión: “Practicó el mobbing, el bullying y el acoso impúdico a través de sus alfiles y medios”. A su juicio: “Quería una portavoz florero”. “La mía fue una operación de derribo a cámara lenta, iniciada desde el primer minuto, sin que yo fuera del todo consciente al principio pero que a partir de una serie de incidentes fui descubriendo. Primero con incredulidad, segundo con estupor y al final con profunda tristeza y desencanto”, relata. En la obra desvela una conversación entre ella y Casado, en la que él le hace esta confesión: “Reconozco que yo le he entregado todo el poder a Teodoro”.
Estas palabras han provocado un malestar enorme en la dirección del Partido Popular, uniéndose a la polémica por la lucha con Ayuso. Esto supone un desgaste para un partido que vivía un momento dulce en las encuestas y que en las últimas semanas ve las consecuencias demoscópicas de las batallas internas. Asimismo, hay bastantes diputados a los que les han escocido las declaraciones de su exportavoz. Pero también hay sectores del partido que señalan que la diputada ha puesto letra a lo que muchos piensan en privado y no se atreven a decir ante las cámaras sobre el secretario general.
Este lunes no ha salido García Egea a dar la rueda de prensa tras el comité de dirección del partido. El encargado ha sido el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, quien ha evitado entrar en el choque con la exportavoz y tampoco ha querido entrar en posibles consecuencias por romper la disciplina de voto.
Montesinos ha intentado zanjar el asunto con: “No vamos a entrar en debates estériles”. La respuesta que ha repetido ante la prensa ha sido: “Este partido está preocupado y centrado en los problemas de los españoles y no nos vamos a distraer”. La consigna de la dirección es no dar alas ni publicidad a ese asunto.
Lo cierto es que la tensión no baja por muchos frentes e incluso se ha recibido un burofax en Génova por parte de un afiliado para adelantar el congreso del PP de Madrid. Ayuso sigue insistiendo en que se debe convocar antes ese cónclave y que ella se presentará. Y Génova 13 sigue impulsando una vía diferente a la de ella, con la amenaza de presentar a José Luis Martínez-Almeida. En los sectores afines a Ayunos se piensa que esto lo hace la dirección por miedo a la proyección de la madrileña, que es aupada en círculos políticos y mediáticos como la mejor aspirante para derrotar a Pedro Sánchez en el futuro. A pesar de que ella dice que Madrid es su destino político, García Egea no se la termina de creer (especialmente por el ascendente de Miguel Ángel Rodríguez, que ya llevó a José María Aznar a La Moncloa).
Pero el caso es que Egea ya se está creando enemigos en otras partes de España por los congresos regionales. Él ha pilotado una “revolución silenciosa”, como dicen en Génova, para renovar el partido y ponerlo a punto. Pero esto le está costando también malestares internos, por aquellos aspirantes y facciones que no han logrado el poder en diferentes territorios. Un aspirante a haberse hecho con una baronía confiesa a El HuffPost que ni García Egea le contestó a los mensajes y nunca accedió a reunirse con él en Génova. Y algunos dirigentes territoriales están pidiendo “responsabilidad” a todas las partes para no enturbiar las encuestas.
El pasado fin de semana, en el congreso del PP de Castilla-La Mancha, García Egea dejó varios mensajes en Puertollano. Su llamada fue a la “unidad” del partido: “Clave para conquistar retos mayores y ofrecer un proyecto de unión”. Pero esto está puesto en cuestión dentro del partido. Como dice un dirigente territorial: “Está poniendo candidatos a dedo”. Por eso, hay sectores del partido que creen que Casado tiene que actuar ya y solucionar las crisis internas abiertas en el partido: “No puede hacer dejación de funciones. No se puede inhibir, tiene que decidir el presidente. No estamos para jugar a los Playmobil”.