La estrategia del PSOE para que fracase Ayuso
Los socialistas esperan una “revolución de los moderados” y una gran movilización para imposibilitar que sume el PP.
Al PSOE le pilló con el pie cambiado la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid. No lo esperaba. De hecho, Ángel Gabilondo parecía de salida si se alcanzaba un acuerdo entre los grandes partidos para que fuera el Defensor del Pueblo. Ni en Moncloa ni en Ferraz ni en la federación madrileña habían hecho cálculos para ir a las urnas. Con una Isabel Díaz Ayuso dispuesta a darse un paseo triunfal, a tenor de las encuestas.
Frente a ese negro horizonte, los socialistas han diseñado una campaña con el “serio, soso y formal” de Ángel Gabilondo, que creen que empieza a dar sus frutos. “Sin duda, hay partido”, repiten fuentes del PSOE sobre estas elecciones del 4-M y con la vista puesta en los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que augura un empate a escaños entre la izquierda y la derecha.
Habrá un Gobierno de Isabel Díaz Ayuso o de Ángela Gabilondo, señalan en los cuarteles generales de la candidatura socialista. No temen un sorpasso de Más Madrid, y menos de Pablo Iglesias. No van a entrar en una dura batalla contra estas fuerzas a su izquierda, comentan fuentes del PSOE.
Cuando arrancó esta precampaña, en el PSOE vieron que sería muy complicado hacerse un hueco en un escenario tan polarizado (acrecentado con la entrada de Pablo Iglesias), pero consideran que lo han logrado en estos primeros días. El mensaje de Gabilondo es claro durante estas primeras jornadas: no a los extremos, no a la polarización, no a la confrontación. Los socialistas sostiene que han logrado “romper el marco en el que nos quería meter Miguel Ángel Rodríguez”.
La batalla en Madrid es de tal importancia que las riendas de la campaña las ha tomado el Palacio de La Moncloa, cuya mano se nota en el propio diseño y en la lista electoral presentada. Se trata de ir puntuando todos los días, como dibuja en sus pizarras Iván Redondo.
Gabilondo encabeza una lista que se presenta en sí misma como un Gobierno para tomar las riendas de la Comunidad al día siguiente. “Solidez” y “gestión”, repiten fuentes socialistas, empezando por el propio candidato y por su ‘número dos’, Hana Jalloul, que hasta ahora era la secretaria de Estado de Migraciones. Además, es una de las figuras más al alza en el partido, siendo una de las dos ponentes que coordinará el congreso federal del partido en Valencia. Asimismo, se destacan figuras como Pilar Llop (presidenta del Senado), Juan Lobato (que acaba de dejar la alcaldía de Soto del Real y que es un experto en temas económicos), Irene Lozano (ex responsable de España Global y del Consejo Superior de Deportes, especializada en temas de transparencia) y Manuela Villa (gestora cultural). La idea es que los madrileños visualicen un Ejecutivo que debería tomar medidas desde muy pronto y que duraría hasta 2023 (momento en el que por ley se tienen que celebrar otra vez comicios).
“Hay gente que quiere un Gobierno sensato y moderado, es la revolución de los moderados”, señalan fuentes de la candidatura de Gabilondo. En este sentido, los socialistas dicen que su competición no está contra Podemos y Más Madrid, que no se trata de ser más rojo que nadie.
Son días de hacer cuentas y proyecciones electorales. El objetivo del PSOE en Madrid es claro: “que no haya ni un solo voto progresista que se quede en casa”. Por eso, están desplegando una campaña de motivación a miles de personas que en los últimos procesos electorales se han quedado en sus casas. Quieren que se impliquen todos los ciudadanos de izquierdas y que vean que es posible cambiar la Puerta del Sol. Para ello van a incidir en el voto por correo, lo quieren potenciar ante el miedo que pueden tener algunos electores (especialmente los mayores, un sector en el que tiene mucho predicamento el partido).
El PSOE persigue incrementar de una manera muy fuerte la movilización de la izquierda y entiende que puede haber mucha gente que reaccione al haberse ido tan a la derecha Isabel Díaz Ayuso. “Hay un espacio muy grande de gente que no quiere el radicalismo ni de izquierdas ni de derechas”, resumen fuentes socialistas. De ahí que Gabilondo soltara en los primeros días esa frase de que “con este Iglesias, no”.
Con los datos del CIS sobre la mesa, habría un empate a escaños entre los bloques, pero algunos sociólogos y politólogos apuntan a que el resultado debería ser de mayoría absoluta para la izquierda al pasar los porcentajes por la fórmula D’Hont. Los socialistas subrayan que Gabilondo tiene una gran oportunidad si se logra que los distritos y los municipios del sur salgan a las urnas con índices similares a los que se dan en barrios de derechas, como el de Salamanca, por encima del 70%. “Si nuestra gente va a votar de manera masiva, todo el tablero cambia”, resumen fuentes del PSOE.
A pesar de las críticas por no haber hecho apenas nada en la oposición y por no ser un personaje explosivo, en el PSOE defienden a su candidato y recuerdan un dato del CIS: es el mejor valorado de todos los aspirantes, aprobando con un 5,6. Y creen que su estilo de profesor universitario puede calar entre muchos votantes sosegados en Madrid frente a “fuegos de artificio”. Tiene más tirón entre las mujeres que los hombres, con puntuaciones de 5,7 y 5,4, respectivamente. Lo valoran mejor las personas mayores de 55 años, y tiene más problemas, con un aprobado raspado, en las franjas comprendidas entre los 18 y 34 años. Goza de un ligero mayor tirón en Madrid capital que en el resto de municipios.
Aunque se ha planeado una campaña en distintos niveles mediáticos y de redes, tiene un principal medio en su mirilla el PSOE: la televisión. El 67% de los madrileños reconoce en la encuesta preelectoral del CIS que se informará de las elecciones a través de esta vía, muy por delante de la prensa digital (47%), la radio (35,6%), las redes sociales (33,4%) y la prensa escrita (20,8%).
Los mensajes de Gabilondo son claros durante estos días para ese electorado que busca: no polarización, no se van a subir impuestos, tiene un gobierno “potente” para hacerse cargo desde el 5 de mayo con Madrid, reivindicación de las políticas públicas y planificación de las vacunas. Los socialistas, al hilo, indican que Ayuso ha cometido un gran error con el tema de la vacuna Sputnik, que se le puede volver en contra durante estos días. Todavía queda casi un mes para las urnas y creen que la presidenta puede meter la pata varias veces.
La otra gran bolsa de votantes que hay ahora mismo en juego es la de Cs, que es de más de 600.000 electores (según los resultados de hace dos años). En el PSOE saben que la división naranja en Madrid es “muy de derechas”, pero creen que algo pueden pescar entre aquellos votantes de Ciudadanos que han sentido que Ayuso ha “despreciado” a su partido.
“Hay partido, hay partido”, repiten en la candidatura de Gabilondo, reflexionando además que, al intentar aglutinar tanto voto, a Ayuso le puede salir el tiro por la culata al debilitarse Vox y Cs. El PP le arranca muchísimo a los de Arrimadas, que se quedarían fuera de la Asamblea al no sobrepasar el 5% estipulado. Pero lograrían un 4,4%, por lo que serían muchos votos supuestamente para la derecha que se quedarán sin representación. También se da la situación, comentan fuentes socialistas, de que Vox (cuyos votantes puntúan mejor a Ayuso) sea más débil de lo esperado, con el riesgo incluso de no superar el 5%. Esto supondría que la presidenta no tendría con quién pactar el día después.
El resultado, el 4-M.