"Histórico" acuerdo en el G-7 para reformar el sistema fiscal global
Los gigantes tecnológicos multinacionales tendrán que hacer su contribución fiscal.
Las economías más desarrolladas del mundo, reunidas en el G7, llegaron este sábado en Londres a un acuerdo “histórico” sobre la reforma del sistema fiscal global, anunció el ministro británico de Economía, Rishi Sunak.
El acuerdo requerirá que los gigantes tecnológicos multinacionales hagan su contribución fiscal, indicó Sunak en una declaración colgada en su cuenta de la red social Twitter.
Según ha indicado el propio Sunak en su cuenta, se ha acordado un impuesto mínimo de sociedades de “al menos el 15%”.
El pacto será analizado en la reunión de ministros de Finanzas del G20 -países desarrollados y emergentes- y de gobernadores de bancos centrales que se celebrará en julio en Venecia.
“Estoy encantado de anunciar que hoy, después de años de discusiones, los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal global”, dijo Sunak al término de la reunión, celebrada en el palacete de Lancaster House, en el centro de la capital británica.
El pacto está pensado para adaptarlo a la “era digital global” y, “lo que es crucial, asegurar que es justo, de modo que las compañías correctas (los gigantes tecnológicos) pagan el impuesto adecuado en el lugar correcto y eso es un precio enorme para el contribuyente británico”, agregó el titular de Economía.
“El acuerdo alcanzado aquí dice que al menos el 15 % (de tasa de sociedades)”, insistió el ministro al defender su decisión de no presionar a favor de un porcentaje más alto, del 21 %, como quería la administración estadounidense.
“Esto es algo de lo que se ha hablado durante al menos diez años. Y aquí, por primera vez hoy, hemos llegado a un acuerdo de principios tangibles sobre cómo deben ser estas reformas y ese es un gran progreso”, añadió Sunak, que calificó de “justo” el sistema.
Amazon, Google y Facebook, las más afectadas
Empresas globales como Amazon, Google o Facebook serán las más afectadas, ya que ahora legalmente pueden tributar en un país con condiciones fiscales ventajosas el negocio que generan en otros países. Con este cambio, los países ricos buscan evitar una “carrera a la baja” en las políticas fiscales.
Además, esta norma pretende que las empresas paguen en los países en los que venden sus productos y servicios y no en donde declaren sus beneficios.
A nivel técnico, el acuerdo incluye el “pilar uno”, que especifica que será de aplicación a las empresas multinacionales con al menos un 10% de margen de beneficios.
El 20% de cualquier beneficio que esté por encima será considerado como generado en el país de origen de la actividad y gravado en consecuencia, según el comunicado del G7.
El “pilar dos” implica que los gobiernos se comprometen a un impuesto de sociedades global mínimo del 15% para evitar que los países compitan entre sí a la baja en fiscalidad.
EEUU, el obstáculo
La reunión de los ministros de Finanzas del G7 será seguida la semana que viene de la cumbre de los líderes del G7, que se reunirán del 11 al 13 de junio.
De este modo, a pesar de que el G7 no tiene un papel formal en el proceso de discusión de la nueva fiscalidad internacional, un pacto en el seno de este grupo supondría un poderoso impulso para alcanzar un acuerdo en las negociaciones formales que se están desarrollando al respecto en el G20 y en la OCDE.
En este sentido, Estados Unidos ha rebajado sus aspiraciones sobre un impuesto mínimo de sociedades a nivel global, reduciéndolas del 21% a una tasa efectiva del 15% con el fin de ampliar el consenso al respecto. Paradójicamente, Estados Unidos podría ser un obstáculo mayor para el acuerdo, ya que se prevé una dura batalla en el Congreso.