La legislatura, en el aire por la ruptura de la mayoría de la investidura
Sánchez forja otros apoyos en el Congreso y se vale de Cs, mientras los republicanos se van al 'no' porque no se aceptan sus condiciones.
A Pedro Sánchez le son útiles los diez escaños de Ciudadanos para encauzar la legislatura del coronavirus. Gracias al segundo rescate de Inés Arrimadas al estado de alarma, el presidente del Gobierno ha seguido adelante con sus planes sin necesitar los votos independentistas que le permitieron con la abstención desembarcar junto a Pablo Iglesias en La Moncloa.
El ‘no’ de los 13 diputados de ERC no es un problema insalvable para Sánchez, porque los naranjas pueden socorrerle de nuevo y apuntalar los presupuestos de la reconstrucción. En caso de que Ciudadanos le de un ‘sí’ cuando se voten las cuentas, la suma de Partido Popular, Vox y el bloque independentista catalán (ERC, JxCat y CUP) no tumbará los presupuestos generales del 2021 si, además, Sánchez mantiene el resto de apoyos que le votaron en enero: PSOE, Unidas Podemos, PNV, Compromís, Más País, Teruel Existe, BNG y Nueva Canaria.
El problema es que la pandemia está alterando todos los equilibrios y acuerdos. Gabriel Rufián lo advirtió en el debate de la última prórroga del estado de alarma. Le dijo a socialistas y morados que se estaban “llevando por delante el espíritu de la investidura”. ¿Pero cómo han llegado ha deteriorarse tanto las relaciones entre los partidos del Gobierno y los soberanistas de ERC?
La clave es la entrada de Ciudadanos, centrado en mostrarse útil y borrarse de la foto de Colón, en la correlación de fuerzas que mantiene vivo el estado de alarma. Las fuentes de ERC en la Cámara Baja consultadas se sienten ninguneadas por el juego de alianzas que está desplegando el presidente del Gobierno. Y recalcan que “no puede ser” que su grupo esté negociando con los socialistas la prórroga de la alarma y estos anuncien a la vez el acuerdo con los naranjas.
En el seno independentista ha sentado muy mal el comunicado que difundió el equipo de Inés Arrimadas en el que se arrogaba paralizar la mesa de diálogo entre Govern y Moncloa. “Nosotros no nos vamos a levantar de la mesa. ¿Pero de qué va esto? Que lo expliquen, que no mientan, porque es surrealista”, explican los de ERC, que señalan la rectificación del PSOE con Bildu sobre la derogación de la última reforma laboral como ejemplo por qué no se fían de los socialistas. Aunque la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, se apresuró a contradecir a los naranjas: la mesa no se cae.
“Ciudadanos no es ya que no esté a favor del derecho de autodeterminación, es que tiene acuerdos de Gobierno en otros sitios con la ultraderecha”, justifican estas fuentes el rechazo a Arrimadas, que añaden: “El PSOE elige al final lo fácil y su elección está incomodando a su socio de Gobierno, a la gente de Unidas Podemos”.
Los ‘comunes’, el nexo de los morados con el independentismo, reconocen que la mayoría de la investidura “está tocada, pero no está rota”, como explica Joan Mena, uno de sus portavoces: “Estamos trabajando para intentar recuperar a ERC hacia esa mayoría”.
Una “lección” de Ciudadanos
El diputado de los ‘comunes’ Joan Mena aplaude “la lección” que ha dado Ciudadanos a “sus socios de la derecha” por apoyar al Gobierno en la crisis sanitaria, pero no ve a los naranjas necesarios para abordar la crisis socioeconómica que traerá la pandemia.
“Ahí tenemos que contar con ERC, Bildu y con las fuerzas progresistas del Congreso. Sánchez sabe que la cuestión catalana se tiene que solucionar y que dejarla abandonada no tiene sentido”, explica el diputado de los ‘comunes’ cuando se le pregunta si cree que el presidente sacrificará la mesa de diálogo y se agarrará al flotador naranja para salvar la economía y poder cumplir con las condiciones que impondrá Bruselas cuando empiece a fluir el dinero del fondo europeo hacia los países más castigados por el coronavirus.
Los requisitos que Europa impondrá a Madrid no inquietan a Mena, porque cree que España tiene margen para hacer una fiscalidad más justa y capear la crisis que viene. Los republicanos insisten en que la idea de escudo y política social que tienen es “incompatible” con Inés Arrimadas. ”¿De qué va Sánchez? Que lo diga”, se pregunta esta fuente de ERC, que zanja: “De alguna forma hay que intentar cuadrar las condiciones que lleguen desde Bruselas con una política social justa. ¿Pero Ciudadanos qué política social va a permitir?”.
El juego socialista
La portavoz del PSOE en la Carrera de San Jerónimo, Adriana Lastra, reveló que pidió a ERC el voto favorable a la prórroga, pero que los republicanos le dijeron que era “imposible”. Por eso, algunos socialistas en el Congreso creen que “ERC está jugando a lo de siempre, a buscar una excusa para enfrentarse al Gobierno”.
Los independentistas de ERC están librando una batalla tremenda con sus socios de Junts de cara a las elecciones autonómicas. Y determinados socialistas lamentan que ERC esté siempre condicionada por la dupla que forman Carles Puigdemont y Quim Torra. Al final, es el president de la Generalitat, quien tampoco apoya seguir con el estado de alarma y reclama gestionar al desescalada, quien aprieta el botón del adelanto electoral en Cataluña.
La secretaria general adjunta de los republicanos, Marta Villalta, también ha incidido este jueves en que los puentes no han saltado por los aires. La republicana ha apostado por seguir negociando con los socialistas ante una probable próxima prórroga el 7 de junio y para que se mantenga viva la mesa de diálogo entre Generalitat y Gobierno central, una de las medallas con las que ERC se presentará a la cita de los ciudadanos con las urnas en las autonómicas catalanas.
Lastra advirtió a Rufián de que ERC no debe equivocarse de adversario votando contra las prórrogas de la alarma, porque ambos tienen por delante cuatro años para hacer políticas progresistas. La portavoz habló de la mesa de diálogo y de las negociaciones entre Govern y Moncloa: “Si llegan a buen puerto, estupendo pero de no ser así no vale llorar sobre la leche derramada”, lanzó.
Pero el jefe de filas de los republicanos en el Congreso sigue sin dar tregua al Ejecutivo. Rufián recurre de nuevo al lío de la derogación de la reforma laboral que el PSOE acordó con Bildu para cuestionar el alma de izquierdas de la coalición de Gobierno y acusar a los socialistas de elegir siempre “la peor opción” cuando tiene que escoger.
Lastra, sin embargo, no se ha achantado este jueves y ha respondido a Rufián: “No escogimos entre derecha e izquierda, escogimos salvar el estado de alarma, porque eso salva vidas. ¿Esto significa una ruptura con Esquerra?, entiendo que no. Queremos seguir contando con las fuerzas políticas de izquierda para desarrollar un Gobierno progresista”.
Los cuadros del PSOE consultados se suman a la visión de los ‘comunes’. “Hay que diferenciar los planos de los apoyos: una cosa es la prórroga y otra montar unos presupuestos. Ciudadanos está siendo inteligente y está sacando rédito”, explica un parlamentario en una idea repetida entre círculos socialistas.
Los naranjas insisten en que no son un “socio estable” del Ejecutivo. La sensación que queda entre algunos miembros del PSOE es que si ERC se aleja de la mayoría del Gobierno es por que no quiere hacer otra cosa.