¿Funcionan los productos publicitarios en la estrategia de comunicación?
Hay estudios que aseguran que los detalles promocionales son el formato preferido de publicidad de diferentes generaciones.
A todos nos han entregado regalos publicitarios en alguna ocasión: la clásica bolsa de tela en una tienda, un bolígrafo personalizado en un evento, un USB que contenía un determinado catálogo, una taza con logotipo como parte de una promoción... Este tipo de propaganda es muy popular entre las compañías pero... ¿es realmente efectiva?
Después de los terribles efectos de la pandemia del COVID-19 son muchas las empresas que necesitan captar nuevos clientes de manera eficaz. Por ello, vamos a analizar cuál es el impacto que pueden tener los detalles promocionales y si puede ser adecuado incluirlos en la estrategia de comunicación.
Son varias las ventajas de hacer un obsequio a un cliente, tanto si es recurrente como potencial. Se genera un sentimiento positivo hacia la marca al entregar algo sin esperar nada a cambio. Esto hará que la persona que reciba el objeto piense primero en esa empresa si necesita de sus servicios o productos en un futuro. Por descontado, es fundamental que el usuario perciba que ese artículo es de valor, motivo por el cual habrá que hacer la mejor elección posible. De ello se hace eco el Advertising Speciality Institute, el cual afirma que la mitad de los consumidores verán a una empresa de manera más favorable después de recibir un regalo mientras que un 57% tendrán mayor tendencia a comprar. Igualmente, el 46% mejorará su percepción de la entidad si este es ecológico.
Además, este estudio está enfocado en las mascarillas con logotipo, las cuales se utilizan muchísimo a día de hoy. Afirman que el 71% de las personas llevarían este accesorio personalizado de forma regular. Por tanto, se concluye que hay una predisposición elevada para usar estos obsequios.
También, hay que mencionar que el 57% de los que poseen productos publicitarios los han conservado durante 5 años o más, demostrando así el valor que les dan.
A todo ello hay que sumarle el hecho de que contar con productos publicitarios puede ser muy económico. Es evidente que entregar maletas o bolsas de viaje puede ser muy costoso pero los bolígrafos, tazas, libretas, bolsas y otros tantos artículos promocionales no requieren de un gran desembolso.
Según la Promotional Products Association International (PPAI), las distintas generaciones (Millennials, Baby Boomers, Z...) afirman que es su formato preferido de publicidad. Por lo tanto, al no ser considerada como intrusiva, se puede lograr un mejor retorno de la inversión.
Pero no solo pueden estar destinados a los clientes o los asistentes a un evento. Forbes afirma que para el 80% de los usuarios, entre los cuales se incluyen los propios empleados, estos detalles han servido para mejorar la relación con la empresa. Y es que es una práctica muy extendida la de dar merchandising a los miembros del equipo.
No solo se trata de aportar el ordenador y tener disponible una máquina de café y otra de agua para el trabajador. Cada vez más entidades optan por entregar bolígrafos, libretas, una mochila y otros utensilios que pueda necesitar la persona en su día a día. Esto hace que se sienta más integrado y valorado, lo cual repercutirá en una mayor motivación.
Entonces, hay que preguntarse: ¿Únicamente el objetivo es el de entregar un objeto esperando que el usuario responda con una compra? La respuesta es no.
El hecho de que alguien tenga un regalo personalizado con el logotipo de la marca generará un efecto publicidad cuando lo utilice. Es decir, la bolsa o la mochila para llevar lo necesario al trabajo será vista por muchas personas en el tren o autobús, haciendo que el resto de usuarios vean el logo, lo cual hará que la empresa se dé a conocer.
Por ese motivo es fundamental el poder elegir aquel merchandising que pueda ser atractivo y de utilidad. Cuanto mayor sea su valoración más se usará y, por tanto, más posibilidades habrá de que otros conozcan a la organización.
Otro de los puntos a destacar es la gran variedad que existe en cuanto a artículos. Aparte de los que ya hemos mencionado, existen opciones de todo tipo. Para un público más joven se pueden optar por altavoces, auriculares, smartwatch y otros regalos tecnológicos, por ejemplo. Tampoco faltan las opciones clásicas para eventos multitudinarios como vasos o camisetas. Pero es que hay ámbitos muy concretos como, por ejemplo, el gastronómico, pudiendo entregar tablas de cortar, delantales o sets para vino, entre otros.
Para finalizar, la sostenibilidad es un aspecto a mencionar sobre los productos publicitarios. Y es que cada vez se innova más en este campo del mercado promocional, pudiendo encontrar alternativas fabricadas en materiales ecológicos o reciclados, por lo que no solo la marca demostrará su compromiso con el medio ambiente sino, también, lanzará un claro mensaje de concienciación sobre la necesidad de cuidar el planeta.
Por tanto, podemos concluir que el merchandising personalizado sigue siendo una opción ideal para que las empresas se den a conocer. No solo por las ventajas que ofrece (adaptación a bajos presupuestos con alto retorno de la inversión, versatilidad, posibilidad de crear un efecto positivo en clientes y empleados...) sino que diferentes estudios reflejan en sus datos que estos regalos son apreciados y que, efectivamente, se utilizan con asiduidad, por lo que serán ideales para distintas estrategias de comunicación.