Francisco Polo: "Queremos convertir España en un paraíso del talento"

En la esquina de la primera planta del Edificio de Semillas en La Moncloa tiene su despacho Francisco Polo. Él fue uno de los fichajes estrella de Pedro Sánchez para la Ejecutiva del PSOE que salió tras las primarias del partido en 2017. El que fuera director de Change.org y reconocido activista de los derechos LGTBI trabaja muy de cerca de nuevo con el presidente del Gobierno, que le ha encargado una misión: cambiar las bases productivas a través del emprendimiento.

Tras su paso por la Secretaría de Estado para el Avance Digital y con la llegada del nuevo Gobierno de coalición, Sánchez le ofreció un puesto que depende directamente del presidente: el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora. Estos días finiquita con su equipo la estrategia que se presentará pronto tras un año de dificultades para la pandemia. Pero lo tiene claro, hay que trabajar con vistas a dentro de una década, para revolucionar el ecosistema del emprendimiento y convertirlo en una fuente de empleos de calidad. En esta línea, este año los presupuestos recogen 1.800 millones de euros.

“Una misión de país”, repite constantemente a lo largo de la entrevista, con varios objetivos. Uno es que pille a España mejor cuando llegue una crisis económica, además de eliminar brechas como la de género y generacional. Llama a todos a aprovechar los fondos europeos. El Gobierno, entiende, debe actuar como motor de inversión y tiene una meta: convertir al país en un polo de atracción para los emprendedores y el talento. ¿Lo conseguirá?

¿Qué es exactamente el Alto Comisionado y qué hace?

Es un nuevo órgano con una misión principal: pensar cómo podemos transformar las bases productivas de nuestro país para que con cada crisis económica no suframos tanto. Hay otros países que se recuperan muy pronto, con economías muy resilientes y no por casualidad, sino porque tienen un sistema productivo con ciertas características. Estamos articulando una misión de país para transformar España en una nación emprendedora. 

¿Y eso qué significa?

Básicamente, hacer del emprendimiento innovador el rompehielos de un nuevo modelo económico. Pero no únicamente, sino que eso vaya acompañado de todos los sectores industriales de la economía española y de las principales empresas. Con una manera propia del siglo XXI: no dejando a nadie atrás. Queremos cerrar además una serie de brechas sociales, como la de género, la territorial, la generacional y la socioeconómica.

¿El hecho de crear este órgano significa que España no era emprendedora?

No, por supuesto. España es una nación emprendedora. A veces en política se critica que no se piensa a largo plazo, aquí estamos diseñando una estrategia pensando en un horizonte a diez años para que en 2030 España se convierta en la nación emprendedora de mayor impacto social de la historia. Tenemos emprendedores y emprendedoras de tremenda calidad con proyectos interesantes. Lo que estamos articulando es un proyecto completo donde ponemos al sector del emprendimiento innovador para trabajar para todo el país, en una colaboración generando círculos virtuosos con los diferentes sectores.

¿Qué debe significar este plan en diez años? ¿Cuánto debe aportar al PIB?

No lo hemos calculado en términos de PIB porque, al final, el sector del emprendimiento innovador a día de hoy es pequeño o tiene un peso pequeño respecto al grueso de la economía, así es en todos los países avanzados. Pero lo que sí queremos conseguir es que ese sector tenga toda la potencia posible. Queremos trabajar en cuatro metas. Una es acelerar la curva de inversiones y conseguir cerrar la diferencia que tenemos con nuestros principales competidores, Francia y Alemania, que ahora mismo nos duplican. Queremos que España se convierta en el primer país de la Europa continental en tasa de inversión. Segundo: queremos convertir España en un paraíso del talento, que sea capaz también de retener y atraer el talento internacional. Tercero: conseguir que un número creciente de empresas innovadoras no vendan la empresa como sinónimo de éxito, sino que un porcentaje mayor piense en escalar e internacionalizar, en comprar otras empresas para empezar a crear las empresas que en 2030 nos proporcionarán miles de empleos de calidad. Y cuarto: que la administración pública se convierta en un sector público emprendedor. 

¿Quieren convertir al Gobierno en el principal business angel aquí en España? ¿Cuánto dinero se va a invertir?

El Estado tiene una función fundamental. Hay enormes inversiones y sostenidas en el tiempo que sólo puede llevarlas a cabo el Estado. Tiene que entender ese papel. Ahí está el plan de recuperación y resiliencia, los fondos se van a extender a lo largo de seis años. Ese es el papel, junto a generar marcos regulatorios favorables y hacer las cosas sencillas. 

¿Y en cuánto se dinero se traduce esto?

Hemos trabajado muy intensamente con los distintos ministerios para que ya en los presupuestos existan líneas ligadas a la nación emprendedora. Se recogen setenta líneas que responden a 1.803 millones de euros para sentar las bases de la nación emprendedora. Nunca en la historia de nuestro país habíamos tenido un capital de esa magnitud. 

¿Van a poder recibir los jóvenes emprendedores dinero de los fondos europeos?

Cualquier empresa puede presentarse para absorber fondos europeos. Hacemos un llamamiento para que todo el mundo se plantee qué proyectos puede presentar. Nos acercamos a las empresas para que conozcan los fondos.

Habla de España como un gran paraíso del talento, pero lo que vemos estos días son noticias constantes de investigadores, de emprendedores y sanitarios que dicen que están trabajando fuera de nuestro país porque no tienen oportunidad aquí. ¿Cómo se puede revertir eso?

Eso es precisamente lo que queremos revertir, en nuestra generación hemos sido muy conscientes de cómo la anterior crisis económica provocó esas fugas de talento. Para que eso no ocurra necesitamos una economía que sea fuerte, que sea capaz de generar puestos de trabajo de calidad, indefinidos y mejor pagados. Tenemos que conseguir, sin que desaparezca nada de lo que tenemos ahora, que otros sectores afloren y tengan un mayor peso. El sector del emprendimiento innovador genera entre la mitad y tres cuartas partes del empleo neto en los países avanzados. 

Habla de misión de país, pero una cosa que hemos visto es que el sentido de país y la unidad no han ido de la mano en el plano político. ¿Ha hablado con la oposición, con el PP? ¿Cuenta con su apoyo para esta estrategia?

Es una estrategia transversal y hemos venido trabajando con infinidad de colectivos especializados para articular el primer documento. Próximamente lo presentaremos, y a partir de ahí es cuando vamos a poder hablar con el resto de fuerzas políticas para presentarlo y para que se puedan incorporar. En la construcción del documento inicial, en el que todavía estamos trabajando, hemos colaborado con gente de todo tipo de sensibilidades políticas. Es un plan que puede trascender a cualquier Gobierno. 

¿Y lo ha hablado con sus socios de Gobierno? Últimamente andan un poco a la gresca…

Dentro del Gobierno hemos hablado con todos los ministerios y les hemos presentado la estrategia. Han podido contribuir, venimos trabajando con mucha coordinación con todos, tanto los que provienen del PSOE como de UP.

Emprendimiento, empresas… pero la imagen que traslada la oposición es que quieren convertir España en Venezuela, ¿es así?

Queremos hacer de España una nación emprendedora y que sepamos que podemos tener una carrera garantizada en nuestro país. Que la gente joven pueda vivir en una vivienda digna, que pueda desplegar su proyecto de vida, que pueda realizar los sueños que ha tenido. Eso se hace entendiendo cómo se tiene que transformar un país y sus bases económicas. 

¿En qué espejo se debe mirar España? ¿Silicon Valley, Israel, los países nórdicos?

Llevamos muchos años trabajando para desarrollar la misión y evidentemente hemos mirado prácticas de muchísimos países. Y con total sinceridad: no queremos ser como ninguno de los países, queremos articular nuestro propio modelo. 

El mundo del emprendimiento tiene una imagen muy cool, muy moderna, muy Silicon Valley. Hablaba de trabajo de calidad, pero también vemos mucho empleo precario, como los riders. ¿Cuándo estará la ley rider?

Es algo que tiene que contestar la ministra de Trabajo. Nosotros estamos centrados en crear un modelo de país que genere empleo de calidad, que nos dote de más derechos. Impulsamos algo muy diferente a ese tipo de modelos, y vamos a trabajar para que lo que hagan sea respetar los derechos de los trabajadores y que hagamos que la mejora sea en beneficio de la gente.

Ha habido unos datos durísimos sobre la caída del turismo el año pasado. ¿Es el momento de abandonar el modelo de sol y playa o se puede reconvertir?

Es una de las grandes fortalezas de nuestra economía, por la naturaleza de nuestro país. Debemos seguir trabajando para que siga siendo así. Pero eso no quita para que al mismo tiempo trabajemos para que se reconvierta este sector y sea más competitivo, eficiente e innovador.

¿España puede convertirse en un polo de atracción para emprendedores?

Absolutamente, España tiene todos los activos para convertirse en un paraíso del talento. Tenemos las mejores escuelas, universidades y centros de formación del mundo, y tenemos que ser capaces de retener el talento. Y tenemos la capacidad de atraerlo. España es un país muy atractivo por el sol, el medio ambiente, la cultura, la comida… Es el momento de poner negro sobre blanco todas las herramientas para atraer ese talento como los visados y competir en igualdad de condiciones.

¿Y cómo podemos competir, por ejemplo, con una Irlanda con esos incentivos fiscales?

Los incentivos fiscales no son la única herramienta que tiene un país. Están los visados y más herramientas. También atraer inversiones.

El presidente del Gobierno prometió una ley de startups. ¿Cómo se encuentra?

La consulta pública terminó. Me encargué en mi anterior etapa como secretario de Estado, es una normativa que estaba muy avanzada. En su valoración del año pasado, volvió a reiterar que íbamos a presentar en este semestre la estrategia de nación emprendedora y en un acto en World Summit volvió a poner sobre la mesa que una de las principales normativas que vamos a aprobar esta legislatura es la ley de startups. 

Citaba a los jóvenes. ¡Qué drama tenemos! En España hay un 40% de desempleo juvenil, veinte puntos por encima de la UE. ¿Qué puede hacer la nación emprendedora?

De ahí nace la idea de plantearse la transformación de las bases productivas. Ocurrió lo mismo en el año 2008. Las crisis económicas siempre se ceban con las personas más débiles y eso hay que cambiarlo. 

Cuando se ven las fotografías de los presidentes del gobierno desde hace años con los grandes empresarios, uno de los comentarios que se hacen es que es una instantánea eminentemente masculina. ¿Cómo se puede acabar con la brecha de género en las empresas innovadoras? ¿Existe machismo en este sector?

No es diferente al resto de la sociedad. Nos encontramos con la brecha de género también en el sector del emprendimiento innovador. Utilizamos los datos para que el propio sector sea consciente de la debilidad que estamos generando al no cerrar esa brecha de género: sabemos que un hombre tiene un 60% más de probabilidades de obtener fondos de un fondo de capital riesgo para su emprendimiento. Los emprendimientos dirigidos por mujeres o con equipos directivos en paridad obtienen muchos mejores resultados financieros que las empresas solamente dirigidas por hombres. Lo lógico y lo inteligente es incorporar a más emprendedoras y equipos que trabajen en paridad a la economía del emprendimiento. No vamos a poder construir una nación emprendedora si no contamos con el 50% de la población y del talento.

Fue elegido parlamentario por Barcelona. Queda poco para las elecciones catalanas. ¿Confía en el efecto Illa?

No existe tal efecto, lo que existe es un factor Illa. Es un político que ha demostrado su valía haciendo frente a la mayor pandemia en un siglo con eficiencia, con capacidad de rendir cuentas y con serenidad en una política tan polarizada. Es el ejemplo de político que necesitamos para el presente y que, sin duda, puede articular el futuro de Cataluña.

En este plan para diez años y pensando en los jóvenes que lean esta entrevista, ¿qué sectores van a tener más potencia en la próxima década y qué carrera tienen que estudiar?

Todo el mundo tiene que estudiar lo que quiera y aquello que le apasiona. Sin duda, todas las carreras de ciencia, tecnología e ingeniería, las artes también y las matemáticas. Nos van a dar un trampolín para poder hacer desde ahí lo que queramos. Lo que queremos trabajar es que desde diferentes sectores industriales, tecnológicos, de la cultura, financieros, de la transición ecológica... se vaya avanzando en esas incorporaciones de productividad, en esa modernización. 

Por cierto, ¿cree que dentro de diez años seguirá aquí y Pedro Sánchez en La Moncloa?

Diez años es mucho tiempo. Lo que sí creo es que viene un periodo en el que la gente se ha dado cuenta de que es necesario un Gobierno que tenga visión de futuro, y este lo tiene claramente, y que sea trabajador y capaz de poner en marcha proyectos. Este es un Gobierno que trabaja incansablemente para mitigar los efectos de la pandemia y salvar vidas. En segundo lugar, hacer frente al efecto económico. Y, sobre todo, pensar en el futuro y tener visión para potenciar diferentes sectores y articular un proyecto común para todos los españoles. La gente lo está viendo y se abren las puertas a tener un periodo de crecimiento y prosperidad con un Gobierno que es capaz de impulsar junto al grueso de la población la construcción de un país como este.