Las siete claves de la edición más desenfrenada de 'La isla de las tentaciones'
El 'reality' de Telecinco llega a su final.
Fani y Christofer se comieron el protagonismo del resto en La isla de las tentaciones 1 y Melyssa y Tom lo hicieron en la segunda entrega, pero en esta tercera edición, que llega a su final esta semana, el reparto de papeles ha sido más que coral en el reality de Telecinco que mezcla a parejas y solteros. La cadena emite este miércoles las últimas hogueras en las que las parejas deciden si siguen juntas o no.
Si Jesús —el chico que repite “valores, valores, valores”— y Manuel (sobre todo Manuel) han destacado por echar la caña a ver qué pescaban, Hugo y Raúl —el hombre que se quedó sin collar en su estreno— lo han hecho por ser los trozos de pan de Villa Playa, y Diego ha brillado casi más por su novia, que es la que ha marcado su camino.
Mientras, Lucía ha sido (a medias) la Melyssa o sufridora de esta edición, Lola ha sido protagonista por por no saber ni ella lo que quiere y Marina por dejar desde el primer momento que Lobo le aulle al oído. Lara y Claudia, en cambio, se han llevado la misma etiqueta que sus respectivos novios, Hugo y Raúl. Ha sido un pasen y vean en el que un italiano, Simone, ha acabado con el corazón roto por Lola. Lo nunca visto en un reality de Mediaset.
Aunque no han faltado coincidencias con el resto de ediciones: una audiencia media de más de tres millones de espectadores, concursantes que repiten como Fiama (que tiene los labios cortados de tanto besar a Manuel, y viceversa), autodescripciones para la historia — de ’la Penélope Cruz de Montequinto’ a ‘el Jesulín de Ubrique de Puerto Real’ y el futbolista Joaquín comentando los programas en sus redes sociales.
Pero, especialmente, las dos villas este año se han convertido en la casa de Tócame Roque, y no sólo por el alboroto, sino porque lo que no ha faltado es el roce con concursantes que han caído en las zarpas de varios tentadores. Que se lo digan a Lola, a Jesús, a Manuel y, en su caso, al tentador Isaac Lobo, que sólo ha estado con Marina —su “Caperucita”—, pero toda una audiencia le escuchó decir “yo a Lucía me la follaba”. Nadie dijo que un tentador estaría libre de ser tentado. De hecho, la próxima edición tendrán que cambiar la bombilla de la alarma, que se encendía por cada momento subido de tono, porque los habitantes de las villas en La isla de las tentaciones 3 la han fundido.
Será por momentos vividos en esta entrega:
1. Confesiones que no deberían hacerse en voz alta. Lola sobre su perro Orus: “Es un rottweiler y se lo regalé a Diego por su cumpleaños. A Diego lo quiero mucho, pero que si lo tenemos que dejar no me voy a morir porque sabré tirar hacia delante sin ningún hombre. Pero el perro tía... Es que hombres hay muchos, pero perro sólo él”.
2. Hasta Sandra Barneda se ha salido espontáneamente de su papel de inexpresiva para dar un zasca a Manuel. “Cuando su madre vea esto no la va a reconocer”, dijo el concursante sobre su novia Lucía, a pesar de que él ha estado con tentadoras diferentes. La presentadora se llevó el aplauso unánime de Twitter por mirarlo sorprendida y decirle: ”¿Y cuando tu madre te vea a ti sí?”.
3. Hemos descubierto cuál es el sitio maldito de la hoguera para los concursantes: el que ocuparon Christofer, Melyssa y Lucía.
4. Ha sido la primera edición en la que ha habido hoguera entre concursantes y tentadores de sus parejas, y las actitudes chulescas se llevaron la palma. “Alegrad las caras, que ya está aquí papá, hombre”, se presentaba Lobo, con el pantalón marcado como el traje de luces de un torero, para desconcierto de todos. Ellos sólo acertaron a pronunciar "¿qué hace?”.
5. Y un concursante, Diego, ha descubierto que muchos cántabros son vikingos, según una teoría elaborada por... él mismo (demasiado tiempo para pensar): “Si eres cántabro, tu familia es de la zona de Laredo y alrededores, tu familia tiene los ojos azules y tiene la enfermedad de la soriasis, tienes sangre vikinga corriendo por tus venas, que mezclada con la cántabra, es una mezcla muy potente”.
6. Si Manuel y Fiama se escondieron en el baño para mantener relaciones lejos de las cámaras, Jesús decidió usar la mano delante de ellas, para risa de las chicas. En un reality, la intimidad no existe, Jesús.
7. Una pareja cuyo final ya se conoce: Manuel y Lucía abandonaron la isla, cada uno por su lado, aunque él se marchó en compañía de Fiama.
La infidelidad en La isla de las tentaciones 3 estaba servida y nadie dudaba de ello, especialmente después de que se filtraran dos vídeos sexuales 12 horas después de que empezara el programa. ‘Poner a prueba tu amor’ con veintitantos años, en una villa de República Dominicana rodeada de solteros guapos, todos cortados por el mismo patrón, y a fiesta por noche apunta a que en las hogueras solo te puedes quemar. ‘Una prueba de fidelidad’ que pocas veces funciona.