La erupción del volcán de La Palma llega a su fin
Tras diez días sin actividad, se decreta oficialmente el agotamiento, pero no el final de la emergencia.
El mejor regalo de Navidad. Ya es oficial. La erupción del volcán de Cumbre Vieja ha llegado a su fin. Después de un período de diez días sin indicios de actividad, las autoridades han dado la noticia que se esperaba desde las 14:10 horas del 19 de septiembre. Se ha decretado que la erupción se ha agotado, pero no el desenlace de la emergencia.
“La erupción ha terminado”, ha anunciado Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas de Canarias. “Terminó el día 13 de diciembre, por la tarde, pero sólo hoy puede decirse, cuando se ha comprobado, por el comité científico, la persistencia de los signos que hacen que se tenga esa certeza hasta donde se puede tener”.
Pérez ha asegurado que “no hay lava, no hay piroclastos, no hay gases significativos, no hay terremotos significativos, no hay tremor, no hay deformaciones significativas”.
El consejero ha explicado que la erupción ha durado 85 días y 8 horas.
Pérez ha asegurado que el sentimiento no es “alegría” ni “satisfacción”, sino “alivio” y “emoción aliviada”.
El consejero ha dicho que, terminada la erupción, toca ahora “centrarse” en la recuperación ante lo que ha calificado como una “insoportable letanía de destrucción” que, según ha explicado, ha provocado unos daños “impresionantes”, tal y como han comprobado los técnicos en los primeros vuelos en helicóptero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha congratulado desde Twitter de la noticia y se ha comprometido a trabajar para “reparar los daños ocasionados” y así “relanzar la maravillosa isla de La Palma”.
La cuenta atrás para certificar la finalización de este fenómeno en la isla canaria de La Palma arrancaba el pasado día 14, después de que los expertos del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en Canarias (Pevolca) anunciasen que no se apreciaba señal de tremor.
A lo largo de estos últimos días, el volcán de Cumbre Vieja se ha mantenido en aquellas condiciones, con la excepción de un único síntoma que preocupaba a los científicos antes de poder declarar el final de la erupción. El 19 de septiembre se había detectado una elevación de terreno de cerca de 8 centímetros en la estación LP03, es decir, la más cercana al cono volcánico. Este viernes, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirmaba que esa deformación había revertido completamente, acercando más la esperanza a solo un día de poder anunciar el ansiado desenlace.
La emergencia continúa en La Palma
A pesar de que se ha decretado el fin oficial de la erupción, esto no quiere decir que vaya a finalizar el dispositivo de emergencia. Ni mucho menos. El portavoz del comité director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ya había anunciado que aunque el fenómeno eruptivo se agotase todavía prosigue la desgasificación en las coladas y en el edificio volcánico.
Por este motivo, los expertos continuarán analizando la evolución del volcán y se mantendrá activo el dispositivo de seguridad mientras se procede a la rehabilitación de los servicios esenciales. Precisamente, la mayor preocupación ahora se corresponde con la de los gases tóxicos que han podido quedar acumulados, por ejemplo, en las viviendas del área de exclusión y sistemas de tuberías de estas.
Sigue recomendándose a los propietarios de dichos domicilios que acudan acompañados a la hora de realizar tareas de limpieza en sus hogares y que ventilen con frecuencia las estancias. No obstante, los indicadores de los últimos días también son positivos en lo que respecta a la calidad del aire. Los niveles continúan sin superar los umbrales de alerta en los Llanos de Aridane y las emisiones de gases han sido puntuales y esporádicas en la zona de los conos eruptivos.
Los daños causados por el volcán
Las cifras del desastre que ha causado la erupción en La Palma son de vértigo. Desde la Consejería de Hacienda del Gobierno canario se ha estimado que los daños superan los 840 millones de euros. En estos más de tres meses, 7.000 personas han sido evacuadas de sus hogares. El mismo día de Nochebuena, todavía había 560 personas alojadas en tres hoteles y 43 en centros sociosanitarios.
Según los análisis del programa del satélite Copernicus se estima que las distintas coladas de lava han afectado a unas 3.216 construcciones, de las que 2.988 estarían destruidas en su totalidad y 138 parcialmente, pero todavía habrá que esperar a conocer los datos definitivos.
Aunque ya se han entregado las primeras viviendas prefabricadas provisionales o las adquiridas por las Administraciones para alojar a algunos de los afectados, todavía queda trabajo por hacer. El Gobierno de España aprobaba el 17 de diciembre, en el Consejo de Ministros, un nuevo paquete de ayudas. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, anunció que la previsión del Ejecutivo es la de que antes de que acabe el año se hayan movilizado hasta 230 millones de euros.
Y ese es el gran frente que acumulará ahora los esfuerzos de los distintos Gobiernos a todas las escalas, cómo poder ayudar a todos los damnificados a recuperar sus vidas y reconstruir infraestructuras claves como el de carreteras o el tendido eléctrico. Según cifras de Copernicus, han resultado afectados 95,6 kilómetros de la red viaria, 92,1 de ellos completamente arrasados. La lava también ha destruido 130 kilómetros de líneas eléctricas, 85 torres de media tensión, 1.500 postes de madera de baja tensión y 19 centros de distribución propiedad de Endesa, empresa que ya ha iniciado los trabajos de reconstrucción.
El volcán se habrá apagado, pero el problema en La Palma sigue.