El fin del estado de alarma dispara el ansia de viajar y un nuevo tipo de reservas
En la última semana las contrataciones han crecido un 62% con respecto a finales de abril y las compañías se han lanzado a una guerra de precios.
A muchos, la madrugada del 9 de mayo no les cogió bebiendo en la Puerta del Sol, pero sí con cantidad de planes en mente. Desde el pasado domingo España ha dicho adiós al estado de alarma y a los cierres perimetrales, lo que ha abierto la puerta de par en par al turismo nacional. Vía libre a todo tipo de escapadas que en solo unos días han disparado las búsquedas y reservas adaptadas, eso sí, a los nuevos tiempos.
El sector se enfrenta a una suerte de ‘operación salida del turismo’ a la que se ha lanzado con una guerra de precios para atraer a los clientes. Desde la agencia de viajes online Rumbo reconocen que se ven precios hasta un 30% más bajos de cara al verano en relación a años anteriores, algo que ha ayudado a impulsar las ventas. Las ansias de viajar no van en paralelo con la situación económica de muchas familias afectadas por la crisis y es algo con lo que cuentan los empresarios.
Las estrategias comerciales van más allá de los descuentos ‘convencionales’ y tratan de innovar con bazas como la llamada Flash Sale, una tarifa especialmente reducida pero con un plazo de caducidad inferior a las ofertas habituales. Todo ello, blindado por las cláusulas de cancelación que se han vuelto fundamentales a la hora de adquirir cualquier paquete turístico.
“Si analizamos las últimas dos semanas, el crecimiento en reservas en el mercado español es del 37%, pero si analizamos solamente los últimos siete días, la subida es del 62% con respecto a la última semana de abril” (aún bajo las restricciones de movilidad), apunta a El HuffPost Davide Mara, director de mercado para España de Rumbo.
El porcentaje de crecimiento es incluso mayor de acuerdo a los cálculos del comparador de datos turísticos TravelgateX, que data en un 77% el aumento de reservas en España con respecto a la semana anterior. El portal también mide el impacto sobre 2020. Estos siete días se ha dado una subida del 29,54% frente al mayo pasado, cuando aún regía un confinamiento nacional que ya comenzaba a relajarse en vista de la reapertura en junio y todo el verano.
Sol y playa, los más solicitados... sobre todo por parejas
Brigitte Hidalgo, directora de operaciones de Weekendesk, portal especializado en escapadas temáticas y turismo local, asegura que las ansias de viajar son, sobre todo, en pareja. De sus datos, el 86% de las reservas recientes pertenece a novios, por un 7,9% de familias y un 5,6% solo entre amigos. Se sale más y más lejos, como marca la media de distancia recorrida en los primeros días ‘post-alarma’: de los 51 kms. de trayecto en las reservas hasta abril, ahora se va hasta los 74, fruto de la movilidad entre comunidades.
Pero aún queda mucho por ‘remontar’, comentan diversos portavoces. El primer trimestre de 2021 se ha cerrado con un 39% de las reservas hoteleras confirmadas en 2019, último año sin virus, según los datos de la gestora inmobiliaria MVGM. Aunque el Gobierno llevaba semanas asegurando que no habría más estado de alarma tras el 9-M, la mayoría de los usuarios no han querido organizar ningún plan de verano hasta comprobar qué medidas adoptaba cada comunidad tras decaer el estado de alarma. El panorama se ha clarificado en los últimos días, con los tribunales frenando los intentos de algunas autonomías para restringir movimientos.
Después de más de medio año sin apenas movilidad territorial con la excepción de Navidad, no es ninguna sorpresa que los ‘top ventas’ en las operadoras sean destinos de ‘sol y playa’, que han notado un aumento del 56% y en su mayoría debido a viajeros nacionales (un 60% del total).
Los lugares más solicitados en las últimas semanas son las Islas Baleares, Canarias y la Comunidad Valenciana. “Los destinos de naturaleza son claramente los más buscados por los españoles tras el estado de alarma, siendo la costa el destino predilecto para los próximos fines de semana”, apunta la responsable de Weekendesk.
Hidalgo hace mención a la subida de operaciones online en los últimos días, pero muestra un especial optimismo por un detalle diferente: “En comparación con el fin de semana del año pasado post estado de alarma, tenemos un 120% de reservas más, lo que augura una buena temporada”.
Malos tiempos para moverse sin seguro
La pandemia sigue con o sin estado de alarma, insisten los responsables políticos y sanitarios. Bien lo sabe el sector turístico, que vive pendiente de cada ‘última hora’. En ese contexto se han vuelto fundamentales los seguros de cancelación, un añadido tradicionalmente denostado para intentar reducir el coste del viaje.
“Nunca ha sido ni es obligatorio, pero en este periodo de incertidumbre es muy recomendable contratarlo, ahora más que nunca, es importante ser precavidos antes y durante el viaje”, apuntan desde Rumbo. No en vano, el portal Quehoteles habla de un 99% de contrataciones reembolsables y con tarifas flexibles entre todos los productos reservados para los próximos meses.
Entran en juego muchos factores. Posibles nuevas restricciones si la situación se agrava o algo tan ‘sencillo’ como que dé positivo la persona que iba a viajar han obligado a plantear nuevas compensaciones adaptadas a los tiempos del covid.
No solo se habla ya de las habituales por pérdida de vuelo o equipaje o cancelación de viaje a última hora, sino que se negocian conceptos como la interrupción del viaje a mitad del mismo o la cobertura sanitaria personal, una cláusula que incluye todos los gastos derivados del posible tratamiento médico por contagio y por la que también hay una ‘batalla’ entre operadoras.
El reto de convencer al turismo internacional y especialmente británico
El repunte del turismo de interior contrasta con el panorama que sigue sufriendo el sector en llegadas de turistas extranjeros. Sin campaña de Semana Santa como medida de protección ante una cuarta ola que parecía inminente, no se espera un desembarco masivo de foráneos hasta junio.
El objetivo ya no es ‘salvar el verano’, sino salvar los muebles. El Gobierno ha lanzado una campaña bajo el nombre ‘Te mereces España’ dirigida a los mercados de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Polonia y Suecia, que en 2019 englobaron dos de cada tres turistas llegados a España. La ministra del ramo, Reyes Maroto, ha adelantado que la meta es recuperar de 40 a 45 millones de viajeros exteriores, alrededor de la mitad de los 84 de 2019.
En la lista hay un nombre que destaca por encima de los demás: Reino Unido. El reto no está en ‘convencer’ a la población británica, sino al Gobierno de Boris Johnson, después de recibir la clasificación de país no seguro y obligar a los turistas a guardar cuarentena si pisaban España.
La industria nacional tiene en el público de las islas a su cliente más numeroso. De los 84 millones de turistas extranjeros en 2019, más de 18 tenían origen británico, un colectivo que se dejaba alrededor de 18.000 millones de euros al año en suelo español, según los datos del INE.
Pese a las trabas administrativas impuestas desde este y otros estados para venir, casi el 60% de las reservas para el verano corresponde a viajeros extranjeros. Se mueven por adelantado. “Conforme avance el proceso de vacunación, el turismo se irá reactivando de manera generalizada y habrá que saber responder a las necesidades actuales de los turistas nacionales e internacionales”, explica Mercedes Blanco, responsable del área de Hoteles de MVGM.
El Gobierno confía en su estrategia de vacunación para recuperar mercado. Si se cumplen los plazos para lograr la inmunidad de rebajo a mediados de agosto, las cuentas saldrían. En ese escenario optimista, el turismo aportaría al PIB español el 50% de lo que generó en 2019, según un estudio de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) publicado a finales de abril.
En el último año ‘precovid’, el turismo ingresó más de 154.000 millones de euros, un 12,4% de todo el PIB nacional, y el cálculo para este ejercicio se mueve entre 66.000 y 77.000 millones, algo por encima de lo que deparó 2020, el ‘año negro’ del sector.