Fernando Simón, emocionado al conocer a sus dos ídolos: "Era como un niño viendo a Messi o a Cristiano"
"Es la primera vez que le vi que se quedó sin palabras".
Una de las últimas mascarillas que ha lucido Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, en sus apariciones públicas ha llamado la atención de algunos usuarios en las redes sociales. El cubrebocas, negro, lleva en un lateral la palabra POU.
Ahora ya está claro a qué se debe. POU hace referencia a los hermanos Iker y Eneko Pou, dos de los escaladores más famosos de España y a los que el epidemiólogo conoció durante la grabación del programa Planeta Calleja que se emite este viernes.
El aventurero Jesús Calleja ha relatado en una rueda de prensa cómo fue el momento en que Simón conoció a ambos, antes de empezar a escalar una pared con ellos. “Es la primera vez que le vi que se quedó sin palabras, era como un niño viendo a Messi o a Cristiano Ronaldo. Sus ídolos estaban allí, fue un momento muy bonito”, ha asegurado.
Según explica Cuatro en su página web, los hermanos Pou se han movido entre montañas desde niños y, de hecho, Eneko hizo su primera ascensión a una montaña de 3.000 metros cuando sólo tenía 11 años.
En 1992 ambos subieron al Mont Blanc junto a su padre y poco a poco se fueron convirtiendo en un referente para los escaladores.
Por su parte, Fernando Simón ya desveló hace meses que la escalada es una de sus grandes pasiones. “Mi trabajo es muy intenso, son muchas horas que exigen muchísima concentración en muchos temas. El rato que estoy escalando me olvido de absolutamente todo, desaparece el mundo”, explicó en la revista Desnivel, con la que habló de la epidemia y de su deporte favorito.
“Me preocupo sólo de mi rato de escalar y eso me hace llegar a la oficina como nuevo. Y los fines de semana que puedo salir, tengo hijos que les gusta el baloncesto y el fútbol, y me gusta ir a verlos. Tengo pocos días para ir a la roca de verdad. Pero los pocos ratos que voy es una liberación, buah, me quito de encima toda la ciudad, todos los problemas, me concentro en lo mío”, siguió relatando.
“No lo sé, es como desaparecer del mundo habitual y entrar en otro que me satisface, me llena, me gusta, me hace olvidarme de todas las presiones que habitualmente tengo. Me emociona”, admitió.