Sánchez y Feijóo, un primer duelo de hielo y distancia
El presidente le pide una oposición "útil y de Estado" mientras el gallego le reprocha que gobierna para las minorías
16 minutos de duelo. Cara a cara en el Senado. El primero, expectación máxima. Y lo que ha quedado claro es que hay una distancia enorme y de hielo entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sin atisbos de posibles pactos y en mitad de la guerra electoral en Andalucía.
El mensaje ha sido claro: dos modelos distintos de gobernar, dos estrategias políticas diferentes. No ha habido tanto cuchillazo dialéctico como con Pablo Casado, pero los dos sabes que son el rival a batir en las próximas elecciones. El presidente del Gobierno ha optado por un discurso con clara vocación social y reprochando al PP que siempre “estorba” en la oposición: por lo que le ha pedido una actitud ”útil y con sentido de Estado”.
Feijóo llegaba con otro discurso, con el que quiere ganar los votos de la mayoría: la inflación, el bolsillo y la pérdida de capacidad adquisitiva por parte de los españoles. “No he venido a insultarle, he venido a hacer oposición”, le ha dicho al principio, pero el fondo ha durado poco y, especialmente, ha querido lanzar otro argumento en el que se siente cómoda la derecha: Sánchez gobierna “para la minoría”.
Al llegar al Hemiciclo, Sánchez se ha acercado a Feijóo para saludarle en su nuevo escaño. El líder del PP ha optado por hacerse senador autonómico para poder tener presencia con los cara a cara con el presidente (aunque no son semanales como en el Congreso de los Diputados). Ha reiterado que quiere acordar el plan que le presentó en La Moncloa, con la idea de devolver a los ciudadanos buena parte de lo recaudado durante este año. Repitiendo todo el rato la palabra “familia”, que será la pieza angular de cara a las próximas elecciones de diciembre del año que viene.
Pero esa política ”útil” que ha reivindicado no es tal en su literalidad, ya que lleva arreones directamente contra los propios socios del Gobierno. Esa será otra de sus tónicas: poner de relieve las diferencias dentro de la coalición PSOE-UP. “Escuche a la mayoría de los hogares, son más pobres que hace un año”, ha apostillado el gallego, que ha llegado minutos antes por el pasillo junto a Javier Maroto,
Para el líder del PP, no es razonable hacerle caso a las minorías y no a las mayorías, dejando la crítica de que el actual Ejecutivo se dedica a resistir y no a gobernar. A pesar de ser un discurso muy pensado, el gallego ha tenido un patinazo, como decir que la prima de riesgo es de 250, cuando en realidad está en 113. El gallego ha tenido un estreno un poco nervioso, muchos esperaban más garra y tirando del mismo discurso de siempre, el que lleva repitiendo desde el congreso de abril.
Sánchez ha intentado desmontar desde su primera intervención esa idea de que Feijóo busca el interés general y, por ello, le ha pedido al PP una oposición ”útil y de Estado”. Con otra intención: desmontar la imagen del presidente del PP, basándose en declaraciones y en los hechos. Le ha recordado que el PSOE cuando está en la oposición firma grandes acuerdos, como fue el antiterrorista o el de violencia de género. “Violencia de género, no violencia intrafamiliar”, le ha reprochado al minuto, haciendo alusión a los pactos con Vox en Castilla y León.
Y le ha hecho otra petición muy directa: cumplir la Constitución y renovar los órganos pendientes. Feijóo no ha respondido en el siguiente turno sobre esta cuestión, ya que queda pendiente cambiar a miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial.
Feijóo le respondía que Sánchez es como el conductor que va en sentido contrario y se cree que son los otros los que van en la otra dirección. “En insultar siempre me gana”, no obstante, le ha lanzado ante el aplauso de los suyos.
En su intervención final, Sánchez le ha afeado a Feijóo que no haya aceptado los pactos ofrecidos por La Moncloa hace dos meses, como cambiar en la Constitución el término de disminuido por el de discapacitado. Y ha señalado directamente las palabras del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo. “Es aberrante”, ha comentado el dirigente socialista. Poniendo contra el espejo a Feijóo: “Derechos sociales o retrocesos sociales”. Para el presidente, está claro: el gallego está con sus palabras y hechos optando por los retrocesos sociales.
Aplauso de los suyos y caras largas en la bancada del PP. Los senadores conservadores esperaban con ansias a su líder, y en los pasillos había comentarios irónicos de los socialistas: “Los del PP vienen vestidos hoy de boda”. Minutos de alta tensión política, pero en La Moncloa están satisfechos. Fuentes del entorno del presidente lo resumen así: “Nos viene muy bien esta confrontación en el Senado con el jefe de la oposición para poner en valor la gestión del Gobierno”.