Feijóo tocado y Gamarra en entredicho
El fiasco con el Poder Judicial deja mermado el liderazgo del gallego y en mal lugar a su 'número dos'.
La semana pasada no fue buena para el líder del PP. Y la que ahora termina se ha convertido en la del gran fracaso de la negociación del Poder Judicial, mermando el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo y dejando en entredicho a su número dos, Cuca Gamarra.
El jueves, a través de un extenso comunicado, el PP anunció la suspensión de las negociaciones con el Ejecutivo por la reforma del delito de sedición, cuando el martes Gamarra solemnizó que esa cuestión no afectaría.
¿Por qué Feijóo cambió de idea? Oficialmente, porque Sánchez le confirmó que en breve se suavizará el delito de sedición cuando, previamente, Félix Bolaños les aseguró que no se lo planteaban.
Pero, en paralelo, la presión interna y mediática que sufrió recordó a la que tuvo que soportar su homólogo en el cargo, Pablo Casado, que fue forzado a dimitir: la Puerta del Sol, el diario El Mundo y Federico Jiménez Losantos, quien llegó a decir que no llegará a presidente del Gobierno.
La prueba de esa debilidad quedó plasmada por la secretaria general del partido. Gamarra ya era portavoz en el Congreso con Casado pero, en la crisis que desencadenó su caída, acabó situándose al lado de Feijóo convirtiéndose en coordinadora general y después en número dos.
Gamarra, el martes, aseguró que la negociación del Poder Judicial y la reforma del delito de sedición nada tenían que ver y que el acuerdo llegaría muy pronto. El viernes, tras la suspensión de las negociaciones, dijo públicamente exactamente lo contrario.
El cambio de versión da muestras de la dificultad que está teniendo el PP para explicar su posición. Mientras Félix Bolaños no deja de aparecer en los medios, Esteban González Pons, el negociador del PP sobre el Poder Judicial, está prácticamente desaparecido.
Para rematar, el equipo de Isabel Díaz Ayuso no dudó en filtrar que solo horas antes de que Feijóo rompiera con todo, le había escrito un mensaje diciéndole que no debía pactar, que era una “barbaridad”. La presidenta madrileña ya presionó públicamente antes asegurando que la intención de Sánchez era “llenar de Tezanos” el CGPJ.
Esperanza Aguirre, una de las mayores críticas de Casado y en especial de Teodoro García Egea, también se unió a las voces contrarias a Feijóo y le reclamó que diera la “batalla de ideas” y no sólo se centrase en la economía. Además, se mostró encantada de que no haya habido pacto del Poder Judicial.
Una presión política y mediática a la que Feijóo en Galicia no estaba acostumbrado y que ahora ha comprobado en primera persona con crudeza.
A todo esto se suman los últimos deslices verbales del gallego y el progresivo estancamiento en las encuestas, que cada vez estrechan más las distancias entre PP y PSOE.
El último de esos patinazos de Feijóo, en la misma mañana de la ruptura, cuando dijo que el novelista George Orwell, fallecido en 1950, escribió “allá por el año 84” su famosa novela 1984, que en realidad escribió un año antes de morir.
“Por lo menos Casado era buen orador”, ironiza un diputado sobre el dirigente del PP.