Fabiola Martínez enseña su alopecia tras lo ocurrido con Jada Pinkett Smith en los Oscar

El debate sobre si es justificable o no el guantazo de Will Smith a Chris Rock en los Oscar tras haber hecho este último un chiste sobre la alopecia de la mujer del primero, Jada Pinkett Smith, ha eclipsado en cierto modo otro problema de fondo: el estigma que supone esta enfermedad.

Pinkett lleva desde 2018 tratando de visibilizar la alopecia y concienciando acerca de lo que supone para la autoestima y la salud mental de las mujeres. Tras mucho sufrir por su pérdida de pelo, ha hecho un trabajo de aceptación y precisamente una semana antes de los Oscar comentó en un vídeo de TikTok: “Me importa un carajo lo que la gente piense de esta cabeza calva mía. Porque, ¿adivinen qué? Me encanta”.

Tras lo ocurrido en la ceremonia de los premios de Hollywood, numerosas mujeres han acudido a las redes sociales a hablar sobre su alopecia y a comentar lo doloroso que les resultó el comentario de Chris Rock. Fabiola Martínez, presidenta de Fundación Bertín Osborne, ha sido una de ellas y en su cuenta de Instagram ha compartido una fotografía de su alopecia.

“Es una vergüenza que alguien pueda mofarse de otra persona por este motivo”, ha reflexionado la venezolana, que ha explicado que lleva años aplicándose un tratamiento para controlar la caída del cabello.

“Existen diversos motivos; cambios hormonales (menopausia), emocionales (estrés, ansiedad), biológicos o incluso hereditarios, pero en todos ellos con una atención adecuada en los inicios se puede conseguir muy buenos resultados. Si es tu caso no sientas temor o vergüenza, busca ayuda profesional”, ha animado a sus seguidores.

Precisamente decenas de mujeres han contado su experiencia con la alopecia en los comentarios de la publicación. Entre ellos se puede leer el de la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes.

“Hace 8 años tuve un gravísimo accidente y, a consecuencia del estrés post traumático y una larga estancia en la UCI, el pelo se me caía a puñados. La ventaja de haber estado al borde de la muerte es que sobrevivir se convierte en la única prioridad y todo lo demás pasa a ser accesorio. En cualquier caso, en esas circunstancias es fundamental no agobiarse (porque el problema empeora) y ponerse en manos de un buen dermatólogo”, escribe Cifuentes.