Exhumados los restos del golpista Queipo de Llano de la basílica de la Macarena en Sevilla
Las exhumaciones del 'virrey de Andalucía' y de Francisco Bohórquez se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Los trabajos para la exhumación de los restos de los generales golpistas Queipo de Llano y Francisco Bohórquez del lugar de honor en el que está enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla han finalizado esta noche cuando un coche fúnebre ha sacado a las 2:20 horas los restos mortales del responsable de 45.000 fusilamientos.
Junto a los restos de Queipo de Llano, el vehículo portaba los restos de la esposa del general, Genoveva Martí, enterrada en la misma iglesia, en cuya puerta algunos familiares han aplaudido al paso del coche fúnebre.
Dos horas antes, a las 23:51 horas, otro coche fúnebre sacó del templo al auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la basílica sevillana.
Familiares de ambos militares y operarios para los trabajos llegaron a las 21:00 horas de la noche del miércoles al templo sevillano para las exhumaciones. La iglesia de la Macarena ha permanecido con las puertas cerradas y desde el exterior se han escuchado ruidos de trabajos mecánicos en el interior.
Precisamente, a finales del mes de octubre, el hermano mayor de la Hermandad de La Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, comunicaba que en la basílica ya se “viene trabajando desde hace tiempo” en la retirada de Queipo de Llano y Francisco Bohórquez. Solo esperaban al envío de un protocolo para efectuar la retirada.
Fue el pasado 24 de octubre cuando el Gobierno enviaba una carta al hermano mayor de la Hermandad en el que se exigía, en cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática, el Gobierno ordenaba la retirada de los restos “a la mayor brevedad”.
El 6 de octubre, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, dijo que con la nueva Ley de Memoria Histórica se tomarían decisiones para hacer cumplir la norma, como las referidas a la exhumación de los restos del general Gonzalo Queipo de Llano y de José Antonio Primo de Rivera.
Se calcula que bajo las órdenes de Queipo de Llano, fueron asesinadas más de 45.000 personas, muchas de ellas fusiladas en la muralla árabe que se conserva junto a la Basílica. Francisco Bohórquez, por su parte, era auditor de guerra, quien firmaba cada una de las sentencias de muerte, y su cuerpo yace en la zona del antepresbisterio del templo oculto bajo unas alfombras.
La Macarena pide ser dejada de lado de las polémicas
La Hermandad de la Macarena ha pedido ser dejada “al margen de cualquier polémica ideológica y política” en el caso de la exhumación de los restos de Queipo de Llano, que junto a los de su esposa, Genoveva Martí Tovar, y Francisco Bohórquez Vecina fueron sacados de su basílica esta pasada madrugada.
A las dos y veinte minutos salían de la basílica de la Macarena de Sevilla los restos mortales de los tres, con lo que culminaba una operación que se desarrolló en poco más de cinco horas, en un ambiente de secretismo y nocturnidad.
Cuando se abrían a esa hora las puertas de la basílica y salía el coche fúnebre, en el exterior del templo solo había una veintena de informadores -entre redactores, cámaras de televisión y fotógrafos- un par de vecinos del barrio y Paqui Maqueda, presidenta de la asociación memorialista Memoria Nuestra, además de unos veinte familiares de Queipo que habían asistido a la exhumación.
En un comunicado emitido esta madrugada, la Hermandad indica que la exhumación “se ha realizado en la más estricta intimidad y con absoluto respeto a los familiares presentes, procedimiento que ha contado con el consentimiento de ambas familias”.
Ya exhumados los restos mortales y entregados a sus familiares, la Hermandad “pide respeto para las familias al ser ahora un asunto perteneciente al ámbito privado e íntimo de los descendientes”.
Del mismo modo, reclama “ser dejada al margen de cualquier polémica ideológica y política ajena a los fines de la misma y a su condición de asociación de fieles católicos”, a la par que reclama “desaparecer del foco mediático por este asunto ya resuelto”.
Incide en la petición de que “nadie la utilice con intereses partidistas, políticos o ideológicos”, y reitera su compromiso “con las leyes en un estado democrático”, para sostener que han sido numerosos los estudios e informes jurídicos que “motu propio ha venido solicitando constantemente y que coincidían en situarla siempre dentro de la legalidad vigente”.