Evo Morales, dispuesto a no participar en las nuevas elecciones de Bolivia
"Por el bien de la democracia", ha señalado en una entrevista a Reuters desde Ciudad de México.
El expresidente boliviano Evo Morales ha asegurado este viernes que está dispuesto a no participar en las nuevas elecciones presidenciales que su sucesora interina, Jeanine Áñez, ha prometido celebrar para superar la crisis política aunque vetando expresamente al líder indígena.
“Por el bien de la democracia, si no me quieren no participaré, no tengo ningún problema con no participar en las nuevas elecciones”, ha dicho Morales en una entrevista concedida a Reuters en Ciudad de México, a donde llegó el martes en calidad de asilado político.
Morales ha reiterado que su única intención es “pacificar Bolivia”, algo que ya declarado en los últimos días pero ha mantenido la incógnita sobre cuál sería su rol político bajo el Gobierno de Áñez. Interrogado a este respecto, en esta ocasión ha explicado que, si la Asamblea Legislativa aprueba su dimisión a la Presidencia de Bolivia, regresará como mero ciudadano y militante de Movimiento Al Socialismo (MAS).
Además, ha rehusado pronunciarse sobre quién podría ser el candidato presidencial del MAS, señalando únicamente que esa decisión corresponde al pueblo boliviano. Morales ha llegado a reconocer en estos años que la falta de un heredero político claro le quitaba el sueño.
Morales dimitió el domingo después de que la auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmara “irregularidades” en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre. La oposición había denunciado un “fraude gigantesco”.
A la dimisión de Morales se sumaron las de otros altos cargos, entre ellos los llamados a sustituirle conforme a la línea sucesoria trazada por la Constitución, por lo que Áñez, en calidad de vicepresidenta segunda del Senado, asumió las riendas del país.
Áñez ha prometido que se mantendrá en el poder solo el tiempo que sea necesario para celebrar nuevas elecciones presidenciales, si bien ha aclarado que Morales no podrá competir en ellas, haciendo valer así el resultado del referéndum de 2017, que fue revertido por el Tribunal Constitucional. “Me gustaría saber por qué tanto miedo a Evo”, ha comentado él.
Morales y sus seguidores han calificado lo ocurrido de “golpe de Estado”. En este sentido, ha revelado a Reuters que Estados Unidos le ofreció un avión para sacarlo de Bolivia y llevarlo a dónde quisiera. “Estoy seguro de que habría sido Guantánamo”, ha bromeado.
El Gobierno de Áñez, por su parte, ha expresado su malestar por el hecho de que Morales siga dando declaraciones políticas desde México, pese a su condición de exiliado.
La ministra de Exteriores, Karen Longaric, ha revelado que este viernes se ha reunido con la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, “para expresarle la molestia del actual Gobierno por la cobertura que se le está dando a Evo Morales en México”.
“Ellos están rompiendo las normas de asilo”, ha sostenido la nueva canciller boliviana en rueda de prensa, según informa la agencia de noticias oficial ABI. Sobre este asunto, el ya expresidente boliviano ha aseverado que no está organizando las manifestaciones contra Áñez en Bolivia desde México. El Gobierno interino también ha anunciado la ruptura de relaciones con Venezuela.