¿Qué busca el European Skyshield que impulsa Alemania?
La Moncloa niega haber recibido la propuesta, mientras la embajadora alemana declara que el asunto se abordará en la cumbre de este miércoles en A Coruña.
Alemania invita a España a sumarse a su escudo europeo antimisiles frente a un ataque ruso. El European Skyshield (o Escudo Europeo del Cielo) es un proyecto en el que Berlín trata de aunar esfuerzos con otras naciones comunitarias, no sólo nuestro país, para integrar los sistemas de defensa antiaérea de la UE y plantar cara a los misiles de Moscú en un tiempo, tras Ucrania, en el que nadie se fía ya de lo que puede pasar.
El canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha entendido que la política de defensa es esencial en este tiempo y la ha convertido en una de sus apuestas de gestión, incluso apoyada por sus socios, liberales y verdes (antimilitaristas, de hecho, en años de paz). Este verano, anunció que su país ha decidido invertir significativamente en particular en defensa aérea en los próximos años, brindando a otros países europeos la oportunidad de aprovechar esta nueva arquitectura de armas liderada por Alemania.
En un discurso en la Charles University de la República Checa, el 29 de agosto, Scholz presentó el plan actualizado del Gobierno alemán para defender la Unión Europea desde el aire tras la invasión de Ucrania, que defendió, en paralelo, con un aumentó en su gasto en defensa y un papel militar más “proactivo”. No es tiempo de verlas venir solamente, vino a decir. Ese tridente de apuestas, añadió en su importante intervención, implica también una ampliación de la OTAN y, mientras, un compromiso de ayuda a Ucrania durante “el tiempo que sea necesario”.
En febrero, tres días después de que Rusia invadiera Ucrania, el mandatario alemán declaró que su país dedicaría 100.000 millones de euros a un fondo militar especial y aumentaría el gasto en defensa por encima del 2 % del PIB, un debate que en España está generando suspicacias en el seno de la coalición PSOE-Unidas Podemos. Más tarde, anunció que compraría el avión de combate estadounidense F-35 Lightning II, cuyo primer lote se entregará en 2026.
Alemania defiende que Ucrania ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero que lleva años discutiendo todos estos proyectos, porque la soberanía de Europa los necesita. La canciller Angela Merkel mantuvo importantes conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, al respecto. La apuesta de Berlín es, sobre todo, aérea y se inspira en Estados Unidos, que ya tiene una arquitectura de defensa antimisiles dedicada a protegerse de sus adversarios, diseñada para proteger a todo el país de misiles entrantes como misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y modelos similares. Incluye interceptores terrestres, misiles antibalísticos, sistemas de misiles basados en el mar, basados en el espacio, láser y de gran altitud.
Alemania sabe que no puede llegar a eso, que emular a Washington es imposible, siendo como es la primera potencia militar del planeta, pero quiere avanzar y copiar el modelo hasta donde pueda, con ayuda de los Veintisiete o parte de ellos. “Si desarrollamos conjuntamente un sistema de defensa aérea en Europa, no solo será más eficiente y rentable. También sería una ganancia de seguridad para Europa en su conjunto y un ejemplo destacado del fortalecimiento del pilar europeo dentro de la OTAN”, subrayó en su conferencia.
Medios especializados como Janes han citado a funcionarios germanos que sostienen que el “escudo alemán” podría contar con “múltiples contramedidas para amenazas en altitudes y distancias bajas, medias y altas” y “se combinaría con el sistema de gestión de batalla del Centro de operaciones de misiles tierra-aire (SAMOC) de Airbus”. El Centro de Operaciones de Misiles Tierra-Aire (SAMOC) es un sistema de gestión de defensa aérea móvil creado principalmente para operaciones conjuntas en un contexto global y de múltiples servicios, incluidas misiones bajo mando nacional, de la OTAN o de la Unión Europea, indica en su web la empresa.
Utiliza tecnologías de planificación avanzada, gestión de enlaces de datos múltiples, procesamiento de datos y visualización ergonómica para optimizar una combinación de sensores y sistemas de armas. Y permite la interoperabilidad completa de la OTAN, basada en enlaces de datos tácticos y procesamiento de mensajes militares. Esto es, ofrece integración rápida y además está listo para integrar cualquier sistema existente o futuro. Según Airbus, el sistema SAMOC puede combinar partes de países de la OTAN y no pertenecientes a la OTAN -pero sí colaboradores- para crear una defensa común. Es utilizado ya por Arabia Saudita, Alemania y Hungría.
En el camino
Alemania se ha centrado en la estrecha coordinación y la integración de la defensa aérea. Como parte de ejercicios pasados, las fuerzas alemanas y holandesas conectaron sus sistemas de defensa aérea Patriot. A medida que avanzaba la guerra en Ucrania, los dos países desplegaron sus sistemas de defensa antimisiles Patriot en Eslovaquia, además. Según Scholz, Polonia, los países bálticos, la República Checa y los países escandinavos podrían ser otros países adicionales para la integración, pero ese camino aún se está andando.
Las autoridades de la fuerza aérea alemana comenzaron a buscar un sistema de defensa superior a principios de este año, con las opciones israelíes Arrow-3 y Iron Dome como posibles opciones. Estados Unidos nunca se descarta.
A los funcionarios y analistas alemanes les preocupa que Rusia pueda haber desplegado misiles Iskander en su enclave de Kaliningrado. Estos misiles pueden viajar a grandes altitudes y son capaces de atacar numerosas ciudades europeas, incluida Berlín, en cuestión de minutos. Este es el principal impulsor de la Iniciativa del Escudo Alemán, en resumen.
Alemania ya tiene el Patriot, un sistema más experimentado de gran altitud y largo alcance de los EEUU con un historial de éxito contra proyectiles de corto alcance que permanecen dentro de la atmósfera. Con la adquisición de Arrow o Iron Dome, otro sistema avanzado de defensa antimisiles estaría en su grupo, por lo que tiene un buen inicio que ofrecer.