Euforia pese a la inflación: así viajaremos este verano
Las reservas aumentan y los turistas internacionales vuelven a las costas españolas.
Tras dos veranos de mascarillas, restricciones y una pandemia que parece no tener fin, España se encamina hacia el primer verano relativamente normal desde que el coronavirus llegara a nuestras vidas en marzo de 2020.
Hay ganas, y la euforia se ha apoderado de muchos ciudadanos, que han decidido que este año se van a pegar las vacaciones de su vida y van a disfrutar del sol y la playa. Todas las cifras apuntan a un verano de récord, con cifras muy similares, sino mayores a las de 2019. Todo ello en un contexto de inflación que ha obligado a los españoles a estirar sus salarios y ahorros todo lo posible para hacer frente al encarecimiento de la vida.
Las previsiones y los destinos preferidos
Se mire por donde se mire, este año los datos asociados al turismo se incrementarán. Empezando por las reservas, que según Rumbo han crecido hasta un 34% para julio y agosto con respecto a 2019, el año que toman como referencia desde el sector. De hecho, si se comparan las previsiones para este verano con el de 2021, el incremento es de más de un 200% en las reservas. Según el Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR), el 89% de los españoles viajarán este verano.
Eso sí, a pesar de que hay ganas de viajar, según los datos de Rumbo los españoles no se han lanzado a cerrar sus viajes con mucha antelación. Una de las consecuencias que quedan tras la pandemia es esperar a que la fecha del viaje se acerque un poco para reservar, tanto por seguridad como para aprovechar ofertas especiales.
Como explica Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, este no es el único cambio que ha traído la pandemia a la hora de reservar, ya que los españoles prefieren cada vez más el “trato directo con el hotelero”. “Les ha dado mucha más seguridad”, cuenta Marichal en relación a los protocolos covid y a las medidas de protección que se han ido implementando durante este tiempo.
Según Rumbo, casi el 70% de los españoles optarán por el turismo nacional, aunque Europa va poco a poco recuperándose y un 29% de la población ha reservado para viajar por el continente este verano. La agencia ha hecho un listado con los destinos favoritos para este año y el patrón está claro, sol y playa. En orden de número de reservas son Mallorca, Lanzarote, Gran Canaria, Menorca y Tenerife. Según, ObservaTUR, el 60% de los españoles optarán por destinos nacionales, aunque Estados Unidos y el Caribe empiezan a recuperarse.
“Algunas personas siguen manteniendo la psicología de que viajar al extranjero no es 100% seguro, por lo que habrá una gran parte de turismo nacional”, cuenta Javier Hernández, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, que es optimista de cara a la temporada estival. “En el sector hotelero, mayo fue el primer mes después de la pandemia en el que se superaron las cifras de 2019, cerrando el mes en torno al 78% de ocupación. La previsión para junio, julio y agosto es igualar las cifras del año 2019, que es el que tomamos como referencia, o incluso superarlas”, explica.
Para Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, el verano de 2022 será “positivo pero agridulce”. Positivo porque es el verano de la recuperación y se esperan alcanzar las cifras habituales antes de la pandemia y agridulce por los altísimos “costes de operación” que se están dando en los últimos meses por la inflación.
“Tenemos una demanda nacional muy potente e internacional también, especialmente de los países de nuestro entorno europeo, incluid Gran Bretaña. Los países de larga distancia como Estados Unidos o la zona de Asia no están recuperados del todo, y eso es algo que echamos mucho en falta”, reflexiona Marichal sobre las perspectivas de la temporada turística.
Para la Costa del Sol, una de las zonas más visitadas del país los británicos representan “el 26-27% del total de los turistas”, por lo que recuperarlos es vital para el sector. “Son nuestro principal mercado y es verdad que salvo el mercado alemán, estamos recuperando todo: países nórdicos, Holanda, Italia, Francia… Este verano será el de la recuperación de los mercados internacionales”, pronostica Javier Hernández.
La zona también acoge cada verano a turistas rusos de alto poder adquisitivo, pero que dejen de venir no tendrá demasiado impacto. “El turismo ruso se concentra en Marbella y es de muy alto poder adquisitivo, por lo que no es un flujo enorme. Se puede compensar con otros mercados, algo que no pasa en lugares como en Salou o Lloret, donde acuden muchos rusos de clase media”, explica el vicepresidente de AEHCOS.
El impacto de la inflación
Las reservas han crecido y los precios, también. El sector hotelero no escapa a la subida de la inflación que está afectando no solo a España, sino al resto del mundo. Según los últimos datos del IPC, correspondientes a mayo y publicados el 10 de junio, la tasa de variación anual ascendió hasta el 8,7%, cuatro décimas por encima del mes anterior.
En ese mismo informe también se especifica la variación anual del apartado de Hoteles, bares y restaurantes, que asciende hasta el 6,3%. Son cinco décimas de diferencia con respecto al mismo mes de 2021 y es la tasa más alta del sector desde agosto de 2021. El precio medio de una habitación fue en abril, temporada media, de más de 96 euros la noche según el Índice de Precios Hoteleros, un 36% más caro que hace un año. Para los meses de julio y agosto, el precio por habitación será más elevado ya que entramos en temporada alta.
Los establecimientos hoteleros defienden que se han visto obligados a subir los precios porque los costes, especialmente de la energía, se han disparado. Según Jorge Marichal, de CEHAT, “los costes de operativa se han incrementado entre un 20% y un 30%”.
Este aumento de precios ha hecho que algunos españoles hayan modificado sus vacaciones para poder adaptarse al encarecimiento de la vida. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “el 25% de los españoles han cancelado o pospuesto viajes por la inflación”.
“El turista está optando por una estancia media menor, pero con mayor gasto en esos días”, apunta Javier Hernández. La euforia por el primer verano normal después de la pandemia ha hecho que muchos ciudadanos estiren sus ahorros e intenten aprovechar al máximo sus días libres. “Hay muchas ganas de viajar después de los últimos dos años. Los que han podido ahorrar gastarán lo que no se han gastado en los últimos dos años”, añade el vicepresidente de AEHCOS.
Según los datos de ObservaTUR, los españoles se gastarán en las vacaciones de verano 610 euros por persona, una cifra que sube con respecto al año pasado, pero que está por debajo de los 714 euros que se destinaron a viajes en el verano de 2019. Además, el observatorio ha confirmado que los días fuera de casa serán menos, siendo lo más habitual unas vacaciones de ocho días.
¿Y qué pasa con el pasaporte covid y las restricciones?
La situación no es ni mucho menos parecida a la del pasado verano, todavía con la campaña de vacunación a pleno rendimiento. Entonces, apenas se utilizaba el pasaporte covid y un año después, solo tres países dentro de la Unión Europea lo exigen para entrar. Son Francia, Finlandia y Grecia, que no lo han retirado formalmente. La reciente prolongación del uso del pasaporte covid hasta junio de 2023 en la Unión Europea permite que si algún país decide solicitarlo como requisito de entrada, pueda hacerlo.
Todos aquellos que recibieron la dosis de refuerzo no deben preocuparse por la caducidad ya que se anula con el pinchazo extra, mientras que los que solo se han puesto dos cuentan con nueve meses desde que completaron la pauta.
A excepción de esos tres países, se puede viajar libremente por el resto de Europa, incluyendo a Reino Unido, sin necesidad de mostrar ningún tipo de documento. Los viajeros europeos o los españoles que regresen de vacaciones por el continente tampoco necesitan enseñar nada a su llegada a España.
También Estados Unidos ha relajado sus medidas para entrar desde Europa y ya no exigirá una prueba negativa a aquellos viajeros que acrediten su vacunación con pauta completa.