Esto es lo que tienen en común los compañeros de trabajo más irritantes
Va por vosotros, mascadores de chicle compulsivos.
Para bien o para mal, la mayoría de la gente pasa más tiempo con sus compañeros de trabajo que con sus familiares o amigos.
A veces, esa cercanía puede generar desprecio, en especial con esos compañeros que tienen hábitos un tanto insoportables o aquellos a los que parecen darle igual los demás (en toda oficina hay alguien que hace mucho ruido al masticar o que manda correos electrónicos de forma pasivo-agresiva).
Lynn Taylor, experta en protocolo y autora de Tame Your Terrible Office Tyrant: How to Manage Childish Boss Behavior & Thrive in Your Job (Cómo domesticar a un tirano de oficina: aprende a lidiar con comportamientos infantiles y prospera en el trabajo), apunta que los comportamientos irritantes pueden agruparse en dos categorías: el mal comportamiento y la falta de educación.
El mal comportamiento incluye acciones como cotillear, atribuirse méritos ajenos o tener un afán controlador.
Las personas maleducadas, por su parte, cuentan con pocas o nulas habilidades de protocolo.
"Hay personas que mastican chicle muy fuerte, que se ponen a tararear de repente, dan portazos, hacen ruidos con el boli, no saben lo que es ducharse o traen comida que desprende un olor insoportable", enumera Taylor.
Según la experta, si eres incapaz de guardarte para ti las quejas de un compañero, tienes que ser cuidadoso.
"Planifica una comida o encuentra un entorno neutral para mantener una conversación tranquila. Aborda el tema de forma amable y explícale a tu compañero que te gusta trabajar con él. Después, coméntale lo que te molesta de su comportamiento: dile que ambos podéis beneficiaros de trabajar juntos. Termina la conversación de forma positiva y alegre", aconseja.
Ahora que ya sabes cómo lidiar con estos compañeros de trabajo, quizá te resulte interesante saber que lo que te molesta a ti también molesta a otras personas. A continuación, los lectores del HuffPost comparten los hábitos y comportamientos más insoportables que se han encontrado en la oficina (esperemos que los compañeros de trabajo en cuestión lean esto).
1. "Masticar con la boca abierta haciendo mucho ruido". ― Sara F.
2. "Que tengan la necesidad de controlarlo todo cuando ni siquiera son los jefes". ― Mando R.
3. "A mi compañero le gusta cortarse las uñas en su mesa. A mí me da un ataque de rabia con cada 'clip clip". ― Becky G.
4. "En mi oficina hay seis mesas en cada sala. Había un tío que se cortaba las uñas en su mesa, hablaba por teléfono con amigos constantemente y tenía un ventilador excesivamente ruidoso que encima nos echaba el aire frío. No tardó mucho en irse". ― Hannah M.
5. "Los compañeros que empiezan a hablarme antes de que pueda tomar un sorbo de café o incluso sentarme". ― Alexis S.
6. "Quitarse los zapatos, o no tener ningún tipo de consideración con los demás respecto a la higiene". ― Laura O.
7. "Pensar que su mesa es una cocina privada y no retirar los platos sucios en varias semanas". ― Beth W.
8. "Silbar. O contar historias de personas que no conozco como si tuviera que conocerles de toda la vida". ― Ariella W.
9. "Imponerse de forma agresiva para conseguir los mejores trabajos, incluso aunque haya otra persona interesada que esté más cualificada para esa tarea concreta. Y, además, después no hacen el trabajo adecuadamente o lo dejan incompleto para que otros compañeros o el supervisor se hagan cargo". ― Barbara N.
10. "Los chivatos, como si estuviéramos en el parvulario". ― Rachel D.
11. "Los vagos que nos hacen quedar mal al resto. Yo antes era guardia de seguridad, y muchos de mis compañeros se pasaban el día durmiendo". ― Christina A.
12. "Llegar al trabajo a la hora exacta que comienza su turno, ni siquiera un minuto antes, y después irse antes de tiempo, y que se estén quejando continuamente". ― Nyssa R.
13. "Que carraspeen". ― Natasha O.
14. "Que caminen haciendo mucho ruido: a veces es como si hubiera una estampida en la oficina, y eso que tenemos moqueta". ― Rhonda K.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.