Esto es lo que pasa en una mascarilla cuando se reutiliza más de lo debido
“Una mezcla de todo, incluso algún hongo”.
Está más que demostrado: hay que saber cómo ponerse la mascarilla y reutilizarla de manera adecuada. De no ser así, aunque no salte a la vista, el resultado en la tela es abrumador.
Así lo ha demostrado la analista clínica Marisa García Alonso, que ha realizado varios cultivos con mascarillas usadas y ha compartido el resultado en su cuenta de Instagram.
En apenas un día pudo comprobar la cantidad de bacterias que se acumulaban en ellas, como bacilos, estreptococos, neiserias y estafilocos. Aunque lo que de verdad impresiona es la cantidad con la que se encontró en una mascarilla usada durante tres semanas ocho horas al día. “Una mezcla de todo, incluso algún hongo”, explica en este vídeo en el que muestra las bacterias:
La farmacéutica ha hecho la prueba también con otras mascarillas, una que ella misma ha utilizado para cantar y una FFP2 usada esporádicamente y en cortos periodos. En este caso, también aparecen bacterias, aunque en una cantidad mucho menos impactante. Incluso en las mascarillas desechables sin estrenar se acumulan algunas.
“Podrían convertirse en patógenas oportunistas si se ven muy aumentadas debido a que están creciendo en abundancia en las mascarillas húmedas con nuestro aliento”, explica, pero también insiste en que esto no es ninguna evidencia para dejar de usarlas, sino para “cuidarlas mejor o cambiarlas más a menudo”.
Estas son las conclusiones de Marisa García Alonso: