"Esto es acoso": Victoria Federica y su año de encontronazos con la prensa
La nieta del rey emérito ha cobrado más protagonismo que nunca por sus constantes polémicas.
Victoria Federica lleva en las portadas de la prensa del corazón desde que estalló la pandemia, por un motivo u otro. Primero por saltarse el confinamiento, luego por no respetar las medidas contra el coronavirus y después por la huida de su abuelo. Desde el 8 de diciembre esa exposición se ha agudizado. Fue entonces cuando se supo que, junto a su hermano Froilán, usó las tarjetas black del rey Juan Carlos.
La persecución y las preguntas sobre el rey emérito son constantes, así como las referencias a ese dinero que los nietos mayores del rey usaron supuestamente para para pagar desplazamientos en Uber, compras en El Corte Inglés, clases de piano e incluso para comprar una yegua y pagar su manutención.
Razones para protagonizar reportajes no le han faltado, aunque la persecución ha ido en aumento y la muestra es este vídeo del pasado viernes en el barrio de Huertas, en Madrid. Los insultos recibidos por la joven —como “ladrona”— ha llevado a algunos periodistas a defender públicamente a la hija menor de la infanta Elena. Incluso hablan de “acoso”.
Esa misma semana su propio novio, el DJ Jorge Bárcenas, explotó cuando al salir de Kapital, discoteca a la que había acudido por trabajo, la pareja se encontró con un grupo de reporteros. Los acusó, elevando la voz, por perseguirla por tierra, mar y aire: “Esto es acoso”.
Después del altercado de Huertas ha sido la presentadora Ana Rosa Quintana quien ha dado la cara este martes por la hermana menor de Froilán. “Me parece injusto lo que pasa con esa niña. El abuelo le ha dado la tarjeta… y es una niña. No tiene responsabilidad para que le griten por la calle”, argumentó en El programa de Ana Rosa.
La presentadora se ha sumado así a medios como LOC de El Mundo, que escribía: “Froilán y Victoria Federica, en el punto de mira de las críticas y el acoso mediático por los caprichos que les pagaba su abuelo”.
Sus polémicas y salidas de tono
La constante presencia de las cámaras en la vida de Victoria Federica la han llevado a protagonizar sonados encontronazos con la prensa. Todos ellos han empezado con una mala mirada en la que ya se atisba la tensión.
El 29 de septiembre se mascó la tragedia cuando se le preguntó por el estado de su abuelo, en Abu Dabi desde el mes de agosto. Fue asaltada por los micrófonos en la calle, cuando salía de un restaurante en el que había cenado con un grupo de amigos.
“Buenas noches, Victoria. ¿Cómo te encuentras? Tenía que preguntarte por la noticia que ha dado Carlos Herrera, si es cierto que tu abuelo vendrá para el 12 de octubre, si es cierto que vendrá en vuelo regular, parece que se ha aburrido ya de Abu Dabi”, le dijo la reportera.
La joven de 20 años arrancó a correr, contestó enfadada —”¡No os cansáis, eh!”—, subió al coche y cerró de un portazo.
El 11 de octubre Victoria Federica volvió a estar en el ojo del huracán. Telecinco emitió unas imágenes en las que aparecía bailando con otras personas en un local, sin respetar la distancia social y a ratos con la mascarilla mal puesta o sin ella.
No era nada nuevo. Esas imágenes se suman a que, nada más decretarse el estado de alarma, la hija de la infanta Elena se fue a Jaén con su novio, el DJ Jorge Bárcenas, y con otros amigos para pasar allí la cuarentena. Regresaron a Madrid cuando la capital se encontraba en Fase 1.
Poco después fue Jorge Bárcenas el perseguido. Las preguntas sobre su novia en relación a la fiesta a la que acudió en octubre acabaron con un empujón propinado por un supuesto amigo del DJ al cámara.
El 9 de diciembre la historia se repitió. En esta ocasión, los reporteros esperaron a la pareja a las puertas de un local. El periodista comenzó a seguirlos por la calle, en pleno centro de Madrid, y Victoria Federica perdió las formas hasta el punto de obstaculizar el trabajo del cámara y taparle en varios ocasiones el objetivo. ”¿En serio me estáis haciendo esto?”, se quejó.
En el siguiente capítulo, la sobrina del rey no intervino, pero fue de nuevo la protagonista. Se trata de un reportaje del 12 de diciembre en el que el programa Socialité analizó su vida de lujo y sus polémicas. En él se hizo referencia nuevamente a que “continúa saltándose las medidas de la covid y el toque de queda” —después de tanto seguirla la han pillado ya cinco veces—, y a su elevado tren de vida.
“Bolsos de miles de euros [hasta 5.800], zapatillas de 600, sudaderas de 500, coches de alta gama de 40.000 euros y cenas con amigos en restaurantes muy exclusivos”, a pesar de que no ”se le conoce profesión alguna”, dijeron en el vídeo. También aseguraron que “la joven teme acabar en la cárcel como su tío Iñaki Urdangarín”.
El espacio presentado por María Patiño emitió un vídeo más: la siguieron un jueves “para comprobar la noche de lujo” que llevó cuando salió a cenar con sus amigos y su novio. “El equipo de seguridad de la sala nos ha increpado para que no captemos a Victoria Federica”, explicó el reportero.
La pareja salió después de las 12 de la noche del local, ella agazapada en el asiento de atrás para que no la pudieran grabar. Una vez que llegaron a casa, pasada la medianoche, le preguntaron, una vez más, por las tarjetas black y por su abuelo.