Este periodista de TVE arrincona a Garriga, de Vox, por esta contradicción
Igor Gómez pregunta y repregunta sobre si el bloqueo de Twitter a la cuenta de la fuerza ultra no es similar al que ellos ejercen contra medios críticos.
El candidato de Vox a la Generalitat catalana, Ignacio Garriga, ha vuelto a pasar un mal rato esta mañana. Después del “tierra, trágame” de ayer a costa del presupuesto de comunidad, este jueves ha sido entrevistado en La Hora de la 1 y se ha visto arrinconado por las preguntas del periodista Igor Gómez sobre el veto que su formación de ultraderecha impone a medios de comunicación que no le gustan.
Gómez le ha preguntado por el bloqueo que Twitter ha impuesto a la cuenta de Vox tras relacionar inmigración con terrorismo y delincuencia. “Ustedes dicen que hay periodistas que no pueden entrar en sus ruedas de prensa porque son actos privados; Twitter, siendo también una empresa privada también estará en su derecho de decidir quién entra y quién no”, le ha dicho.
“Bueno, el gran problema está en que están censurando la opinión de casi cuatro millones de españoles y de muchísimos más. Ese es el grave problema, que hay una red social que dice al conjunto de los españoles qué puede pensar o qué puede expresar y qué no. Ellos tienen la vara de medir de decir qué es delito de odio supuestamente o qué es incitar al odio. Esto es...”, señala Garriga, cuando Gómez le interrumpe con contundencia: “ustedes tienen la vara de medir de decidir quién es periodista y quién es propagandista”.
Garriga replica: “No, para nada. En mi casa, igual que en la suya, usted invita a quien quiere. Pues yo en mi casa, que es mi sede, invito a quien quiero”. Y Gómez insiste preguntando si Twitter, entonces, no tiene el mismo derecho de hacer lo que ya hace el partido de Santiago Abascal. El candidato dice que “para nada”, porque la red social es un lugar donde uno “expresa sus opiniones”. ”¿En función de qué ellos deciden qué puedes opinar y qué no?”, se cuestiona.
Garriga no sólo ha hablado de “censura” en su entrevista. Sostiene que las críticas que le han llovido por no saberse, ni de cerca, las cuentas de la Generalitat catalana son fruto del “miedo” que tienen otros partidos a que Vox pueda llevar a cabo su plan contra el “dinero despilfarrado” actualmente. Por eso, lo primero que harán, promete, si llegan a gobernar será una auditoría. El dinero que ahorren de gastos que entiendan no necesarios irá a “emergencias, sociales y sanitarias”.
Ha prometido gobernar “para todos los catalanes, independientemente de su filiación” y ha ahondado en su discurso de estigmatización contra la inmigración. “Considero un problema la verdadera delincuencia que se produce donde hay inmigrantes ilegales y donde muchos nacionales tienen que irse de sus casas”.
Como ya es sabido, Vox ha anunciado que no hará presidente a Salvador Illa, en caso de que el candidato socialista necesite de sus escaños, y tampoco a Laura Borrás, la candidata de Junts per Catalunya.