Estas son las tres cosas que se pueden hacer con ese pantalón viejo que ya no te pones
El Corte Inglés ha puesto en marcha un completo protocolo para dar una segunda vida las prendas que no usamos.
Los españoles nos hemos puesto las pilas con el reciclaje. Los datos de los últimos dos años dicen que cada vez reciclamos más y que la preocupación por el cuidado del planeta ha aumentado, especialmente entre los más jóvenes.
Esos pequeños cubos en los que depositamos cada residuo han ido haciéndose un hueco en nuestras cocinas, balcones, etcétera. Sabemos dónde tirar las botellas de plástico, el papel, las mondas de plátano… Pero quizá no te hayas parado a pensar que prácticamente todo es un residuo y que, por tanto, puede reciclarse. También la ropa que vestimos cada día.
Por eso cada vez son más las empresas que apuestan por darle una segunda vida a las prendas y apostar por un modelo de economía circular en el que nada se tira.
El Corte Inglés es una de ellas. Hace ya un tiempo que ha puesto en marcha un programa con contenedores en la mayoría de sus tiendas para reutilizar prendas. Lo hacen en colaboración con Cáritas, que se hace cargo de la gestión de la ropa, y han colocado dos tipos de cajones de reciclado: uno grande y de color rojo en los garajes de las grandes superficies; y otro, pequeño, en la planta de moda joven.
¿Y qué se hace con esas prendas? Lo primero, enviarlas a las plantas de Barcelona, Bilbao y Valencia, donde se clasifican y se les otorga un destino.
Primer destino: Reutilización.
Hasta ahí llegan el 55% de las prendas que se someten a un proceso de limpieza e higienización. Después se reparte por las ochenta tiendas de moda esparcidas por España que pertenecen a Cáritas.
¿Cómo funcionan estos establecimientos? Las parroquias entregan cheques a las familias que más lo necesitan para que puedan canjearlos por ropa en estos establecimientos, en los que cualquier ciudadano puede comprar ropa de segunda mano.
En todo este proceso trabajan alrededor de 750 personas, la mitad de ellas en una situación de exclusión social. El 70% de ellas consigue reinsertarse posteriormente.
Segundo destino: Reciclado y creación de nuevas prendas
Para esta solución están dedicando enormes esfuerzos y no solo actúan a través de su colaboración con Cáritas, sino que han puesto en marcha de forma periódica algunas acciones específicas para crear nuevas prendas a partir de tejidos reciclados. Lo hicieron transformando lonas publicitarias en bolsos y otros accesorios, y quieren intentarlo con camisetas de algodón. Pero el ejemplo más exitoso es el de los vaqueros.
Desde el departamento de medioambiente de El Corte Inglés se puso en marcha una campaña específica para reciclar este tipo de tejidos, que vuelven a las tiendas convertidos de nuevo en pantalones. Para ello colocaron unos contenedores específicos en los que solo se podían depositar prendas de este tejido, un paso que ya evitaría todo el proceso de separación.
¿Y cuál es la siguiente etapa de este proceso? En este caso han trabajado con la empresa Hilaturas Ferre, que se encargó de procesar el tejido. Primero se quitan todos los elementos metálicos, se trata y posteriormente se consigue una fibra, que se utiliza para fabricar nuevas prendas. El hilo que se obtiene no es 100% reciclado porque todavía no tiene la calidad suficiente para que aguante. Para que sea plenamente funcional debe mezclarse con tejido orgánico. A este hilo se le llama recover y está avalado por un certificado internacional.
Además de conseguir unos vaqueros a partir de prendas viejas, otro factor medioambiental fundamental es el ahorro energético. Durante este proceso se utilizó un 50% de energía solar —además, totalmente libre de químicos—. Pero lo más importante es que se evita la huella hídrica, que tiene un enorme impacto en la naturaleza ya que para fabricar un pantalón vaquero hacen falta más de 3.700 litros de agua. ¿Por qué ese ahorro? Porque ya no es necesario teñir, ya que hay hilos recover de todos los colores necesario.
Y del contenedor… a las tiendas. El Corte Inglés ha puesto a la venta prendas recicladas a través de marcas como Easy Wear, donde se identifica con una pequeña etiqueta los vaqueros pitillo responsables con el medioambiente. Una forma de cerrar el círculo y apostar por el modelo de economía circular que el planeta nos pide a todos.
Tercer destino: Valorización
Si las dos primeras opciones no han funcionado, este es el destino de nuestras viejas prendas. Pero, ¿qué significa? ¿qué pasa con ellas? Se utilizan en procesos para obtener energía en plantas especializadas. En este caso, se produce biodiésel.