El Congreso aprueba la prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo con fuertes críticas de la oposición
Sánchez augura una desescalada "lenta y gradual" a partir de la segunda quincena de mayo.
El Congreso de los Diputados ha dado su visto bueno este miércoles a la prórroga del estado de alarma hasta el próximo 9 de mayo, que incluye un primer “alivio” con la salida a pasear de los niños a partir del domingo, durante una larguísima sesión en la que se han escuchado de nuevo duras críticas de la oposición contra el Ejecutivo de coalición.
Esta nueva pórroga del estado de alarma ha contado con los votos a favor del PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, Compromís y Más País, la abstención de ERC y el voto en contra de Vox, la CUP y Junts.
En este debate, Pedro Sánchez ha avanzado que el “horizonte” con el que trabaja el Gobierno es intentar empezar la siguiente fase, la conocida como de desescalada, en la segunda quincena de mayo. Pero todo dependerá de la evolución y se podría incluso volver a medidas más restrictivas si la situación empeora.
El presidente del Gobierno ha recordado durante esta larguísima sesión que todavía se está en un escenario de confinamiento y que hay que ser “extremadamente cautelosos”. Pero ahora hay una perspectivas más “positiva”, por eso se habilita a que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pueda ir dictando vía orden ministerial nuevas suavizaciones como la de los niños a partir de ahora.
La sesión arrancaba a las 9 con la resaca de la rectificación del Gobierno sobre las medidas para los menores. A última hora del martes Illa daba un giro y anunciaba que se permitirá a los menores de 14 años dar un paseo a partir del domingo, cuando horas antes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, había anunciado tras el Consejo de Ministros que sólo se permitiría a los menores acompañar a los padres al supermercado, al banco y a la farmacia.
La oposición le ha echado en cara a Sánchez durante toda la sesión esa improvisación de La Moncloa. El presidente ha argumentado que pecó de “prudencia” porque no quería “retroceder ni un paso en las conquistas sociales que se hayan podido ganar durante el confinamiento”. El Ejecutivo “escucha” y apuesta por el “acuerdo”, ha apostillado el presidente.
El líder socialista ha augurado también que esa desescalada será “lenta y gradual” con el “horizonte” de la segunda quincena de mayo. Y ha advertido de que habrá más rectificaciones conforme se vayan tomando más medidas de relajación a partir de ahora.
Tras pactar la creación de una comisión parlamentaria para intentar llegar a acuerdos el pasado lunes por videoconferencia, Sánchez y Casado han dado pocas señales durante la sesión de llegar a algún tipo de consenso. El primero le ha acusado de buscar “cualquier excusa” para alejarse, en tanto que el segundo le ha acusado de “engañar”.
El líder del PP ha vuelto a la carga contra Sánchez diciendo que actúa como “avestruz” y esconde las cifras de fallecidos. El popular ha dicho que no se trata de una “guerra” como dice el Gobierno, sino de una “hecatombe”, aunque a los minutos ha recurrido al desembarco de Normandía.
“El Gobierno no ha pecado de prudencia, ha pecado de incompetencia, y con nuestros hijos no se juega”, le ha llegado a reprochar.
Muy duro ha sido Santiago Abascal, desde Vox: “Han puesto más empeño en ocultar los muertos que en protegerlos”. “Deriva totalitaria”, ha lanzado contra Sánchez, a quien le ha afeado convertir España en una “gigantesca cárcel chavista” en la que se imponga “la cartilla de racionamiento”
Y también han llegado las críticas desde algunas de las formaciones que suelen apoyar a Sánchez. El PNV ha respaldado el decreto, pero ha advertido a Sánchez de que no apoyará nuevas si no se respeta a las autonomías. En cambio, ERC se ha abstenido, aunque ha dicho que estaba cerca del no. Gabriel Rufián ha dejado frases como que no entiende que se pueda pedir una hamburguesa por Deliveroo y no enterrar a los padres o que “El coronavirus dejará más pobres que muertos”.
Un debate sobre el estado de alarma, en una durísima situación pero ya vislumbrando algunos relajamientos. Y con el mismo nivel de dureza política.