Esta pareja sube la temperatura del jacuzzi en una de las citas más tórridas del verano en 'First Dates'
"Me lo he pasado muy bien, he disfrutado mucho y seguro que seguiremos disfrutando".
Maddie acudió por segunda vez a First Dates (Cuatro) porque su primera cita le pareció un hombre sencillo. "A mí me atraen los hombres con poder y con dinero. Me atrae mucho el éxito", contó a Lidia Torrent nada más llegar.
Como a Maddie la conocen en su entorno como la Pamela Anderson española, acudió al restaurante vestida con un bañador rojo como el de los míticos Vigilantes de la Playa, con salvavidas incluido. Se presentó a su cita como una peluquera, modelo y gogó.
Raúl contó que tenía gustos caros como montar a caballo, el polo, el golf y la ropa de marca, también dijo que era gestor contable y que tenía un negocio familiar. "Y también soy fotógrafo", apuntó.
Todo esto gustó mucho a Maddie que confesó ante las cámaras a solas: "Me ha gustado mucho, ese chico tiene que ser para mí".
Para meterse en el jacuzzi ella tuvo que quitarse el pantalón corto que llevaba encima del bañador, dejando a la vista que era tipo tanga. A esas alturas, Raúl ya estaba completamente fascinado por la exuberancia de su cita. "Me fascina, parece Pamela Anderson y el bañador es muy bonito", balbuceó él en el confesionario.
Entonces ella propuso hacer una sesión de fotos dentro del jacuzzi y empezó a posar de forma sexi y sugerente. Y así,entre unas cosas y otras, ambos protagonizaron una de las citas más torridas que se recuerdan en el programa.
Hubo coqueteo, contacto y seducción. Maddie empezó a contornearse delante de Raúl, que hubo momentos en los que solo fue capaz de decir "madre mía"... Hasta que se encontró con el pecho de ella muy cerca de su cara y le dijo al oído: "Si no estuvieran las cámaras... es que te como a besos".
Todo iba a la perfección, tanto que cuando Torrent llegó con la cuenta, Maddie dijo: "Me lo he pasado muy bien, he disfrutado mucho y seguro que seguiremos disfrutando".
Sin embargo, a la hora de pagar, Raúl propuso hacerlo él pero con la condición de que la próxima cita pagase ella. Y aquí se torció todo.
"Yo no tengo que pagar, ¿por qué? Yo creo que los hombres tienen que pagar las cenas y los viajes", dijo convencida a las cámaras.
Al final no quiso tener una segunda cita con Raúl y puso como excusa que le "falta altura".