Esta estudiante se hace un vestido para el baile de graduación en cinco horas
Y le costó menos de 15 euros.
Shami Oshun, una joven de 17 años de California (Estados Unidos), no tenía pensado ir a la fiesta de graduación del instituto, pero cambió de idea un día antes de la gran noche.
Shami (a la derecha) con su mejor amiga, Diamond Tang. [FOTO: Shami Oshun]
"Mi mejor amiga tenía muchas ganas de ir y yo no quería que fuera sola", explica Shami al HuffPost.
La adolescente lleva cosiendo desde que tenía ocho años e incluso tiene su propia tienda online, shamioshun.com, donde vende sus creaciones artesanales. Así que quizá tuviera otro motivo oculto...
[FOTO: Shami Oshun]
"Yo pensé: '¡La graduación, qué bien! Una excusa para hacer un vestido elegante'".
El viernes, el día antes de la fiesta, Shami acudió a una tienda de telas local y al ver el tul morado le llegó la inspiración. Pagó 15 dólares (unos 13,7 euros) por la tela, se fue corriendo a casa y se puso manos a la obra.
Durante el proceso, documentó sus ideas y tribulaciones en Twitter:
Proms tomorrow. This going to be a thread of me attempting to make a dress the night before 😂 pic.twitter.com/04KogHxc6B
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
La fiesta de graduación es mañana. En este hilo contaré mis intentos de hacer un vestido para la graduación la noche antes.
Taking diamonds from this dress lol pic.twitter.com/WlBU1tWOeP
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
Estoy cogiendo las piedras de este vestido.
I have no idea what I'm doing right now just making stuff up as I go pic.twitter.com/IkHah56XWY
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
No tengo ni idea de lo que estoy haciendo ahora mismo, me limito a improvisar sobre la marcha.
It's messy but we doing some cleavage 😝 pic.twitter.com/8rK8kxZXAr
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
Es un poco desastroso, pero ya tenemos algo de escote.
Okay I was starting with something like this but I completely changed direction now. I got the needle out my of foot 🎉🎉 pic.twitter.com/F9iT9D4YzB
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
Al principio tenía pensado algo así, pero he decidido cambiar de dirección totalmente.
Shami trabajó dos horas en el vestido la víspera de la graduación. Tuvo poco tiempo porque mientras cosía se clavó una aguja en el pie y tuvo que sacársela con ayuda de su padre.
A la mañana siguiente, el día de la fiesta, Shami invirtió en el vestido tres o cuatro horas más. Pero no fue nada fácil.
"Cuando llegué a la parte de arriba del vestido, se me rompió la máquina de coser, así que tuve que hacer el resto a mano", recuerda Shami.
I cannot be stopped #handsewingpic.twitter.com/BDcY4YZ9bO
— SHAMI (@bluexheeta) April 29, 2017
Nada puede detenerme.
Pero Shami reconoce que le encanta trabajar bajo presión y tener un tiempo límite para "hacer lo posible".
"¡Me sentía como si estuviera en Pasarela a la fama!", comenta entre risas.
Al final, Shami lo consiguió.
El sábado, justo antes de la fiesta, tenía el vestido terminado.
El vestido de Shami terminado. [FOTO: Shami Oshun]
Shami tardó cinco horas en hacer el vestido. [FOTO: Shami Oshun]
Shami incorporó a su diseño la parte superior de un vestido viejo e hizo las flores de la parte de abajo con la tela de otro vestido que había hecho el año anterior.
Solo se gastó 15 dólares. [FOTO: Shami Oshun]
"Recibí muchos elogios en el baile", asegura Shami.
Shami y Diamond, preparadas para el baile de graduación. [FOTO: Shami Oshun]
En Twitter triunfó también:
A QUEEN https://t.co/FmH4pFUkMQ
— 🐉 (@Emilyjesleth) April 29, 2017
UNA REINA.
Aunque el diseño era espectacular, también tenía sus defectos. Shami tuvo que cortar la parte de abajo del vestido hacia el final del baile porque las flores pesaban demasiado para el tul. Según cuenta al HuffPost, su mejor amiga y ella pidieron unas tijeras al personal de seguridad y cortaron la falda en el baño.
Las alteraciones en el diseño después del corte. [FOTO: Shami Oshun]
Pero Shami no piensa tirar toda esa tela; está claro que la utilizará para diseños futuros.
"La dejé en el guardarropa", cuenta, entre risas. "Y luego me la llevé a casa".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.