Un español explica lo que ocurre en China al detectar un positivo: "Todo esto con un caso"
"Así es cómo, esperemos, se detiene la amenaza de un brote”.
Nada más aparecer una noticia de que China detecta un nuevo caso de coronavirus, surge otra inmediatamente después de que el país asiático ha realizado miles de pruebas para atajar el (pequeño) brote de raíz.
En la ciudad de Tianjin (noreste) se detectó este miércoles un caso confirmado y otro asintomático. La reacción de los responsables fue contundente: hicieron unas 77.000 pruebas. Este lunes, en Shanghái se conoció el positivo de un trabajador del aeropuerto de internacional de Pudong, que también ha generado una fuerte respuesta.
El tuitero español Pu?al, que vive en esa ciudad, explica cómo se han enterado y qué ha pasado tras conocerse ese caso en Shanghái después de seis meses con el contador de positivos a cero.
Durante la mañana del martes empiezan a circular por redes como WeChat o Weibo rumores sobre que algo inusual está ocurriendo en las proximidades del aeropuerto de Pudong. “Se oye que han cerrado algún barrio y hay gente que ha sido llamada a hacer tests”, detalla.
“Efectivamente, hay rueda de prensa a las 18:00 de la tarde de la Comisión de Salud de Shanghái. Normalmente, lanzan reportes con casos importados por el aeropuerto cada 12 horas. La rueda de prensa parecía excepcional”, señala el usuario.
Afirma que a primera hora de la tarde, antes incluso que la propia rueda de prensa, ya circulan por internet los primeros artículos de prensa confirmando lo que hasta entonces eran rumores.
Posteriormente, en esa mencionada comparecencia se confirma la noticia de que se ha detectado un positivo en un trabajador del aeropuerto. “Se da su nombre, edad, profesión, zona de acción y se indica dónde ocurrió dicho caso y qué zonas se han visto afectadas”, indica.
En esta ocasión señala que la zona afectada ha sido lejos del centro de la ciudad, así que “cualquier residente en Shanghái puede entonces comprobarla y actuar en consecuencia”.
25 minutos después de esa rueda de prensa, ya hay información de que se ha testado a 26 personas. De ellas, 23 han dado negativo y los otros tres están a la espera de los resultados.
También se informa de la cantidad de personas que se han puesto en cuarentena: en un primer momento 181 contactos. Además, se cuenta que todos los espacios relevantes de la ciudad han sido cerrados para proceder a su desinfección.
“Se puede seguir hasta por Twitter. Recordemos que el caso es de por la mañana. Sigue saliendo información según pasa el día. Al salir del trabajo, ya sabemos dónde estuvo el infectado, a qué hospital fue (en Pudong), cuándo (domingo por la tarde), por qué (fiebre) y qué le pasaba (CT y test)”, comenta.
Las autoridades también empiezan a recordar el uso obligatorio de las mascarillas en lugares como el transporte público y elevan la zona afectada de peligro a nivel alto. “Todo esto con un caso”, sentencia.
Pu?al hace una reflexión: “De este modo, cuando voy a jugar al fútbol con los colegas a las 20:00 de la tarde, todos sabíamos que había un caso, dónde, quién, cómo, cuándo y por qué”.
“En la vuelta al trabajo en martes, casi totalidad de la gente de nuevo con mascarilla”, describe, antes de mostrar una foto de varias coberturas en directo para seguir la evolución del caso.
El martes por la mañana ya tienen más información: 186 contactos cercanos aislados, 186 tests, 186 negativos. 8717 trabajadores testados, ningún positivo. 524 muestras ambientales recogidas, todas negativo.
“Es decir, un domingo por la tarde una persona llega infectada a un hospital en Shanghái, al día siguiente toda la ciudad sabe qué ha pasado y se crea un seguimiento absoluto para dilucidar qué hacer y cómo actuar a partir del mismo”, asegura.
Por ello, critica que se venda que China oculta cosas y no es transparente con la información que da porque, según él, se necesita este nivel de información para alertar a la población, ya que “el comportamiento ciudadano de respetar distancias o poner mascarillas ayuda y mucho a detener el virus”.
“La información seguirá llegando y se nos seguirá diciendo qué podemos hacer y qué no, nuestro código de salud QR será actualizado o no según dónde hayamos estado y demás. Así es cómo, esperemos, se detiene la amenaza de un brote”, concluye.