España se agarra a la vacuna infantil y descarta restricciones entre dudas por la llegada de las fiestas
A dos semanas de la Navidad y durante un puente masificado, la situación sigue siendo mejor que en el resto de Europa, pero los hospitales comienzan a empeorar.
Los ojos ya están puestos en el 15 de diciembre. Ese día, España comenzará a administrar la vacuna infantil contra el coronavirus o lo que es lo mismo, al colectivo de mayor incidencia actual en toda la población. Un previsible golpe a la pandemia a las puertas de una Navidad que aparece más amenazada en Europa que en España, aunque comienzan a surgir elementos de preocupación mirando hacia los hospitales.
No es solamente el miedo constante al crecimiento de ómicron. Porque aquí, como en el resto de países vecinos, las curvas de transmisión del virus siguen al alza sin necesidad de que esta variante se convierta en mayoritaria. Pero “la situación en España es bien diferente”, lleva semanas diciendo Sanidad.
Lo es, básicamente, por la altísima tasa de vacunación en el país, con casi el 90% de la población diana (la mayor de 12 años) con la pauta completa. Hoy lo ha recordado la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que ha descartado restricciones específicas para las fiestas más allá de la “prudencia”.
Otros no pueden decir lo mismo. Mientras Austria y Eslovaquia mantienen a su población confinada para reducir el pico de contagios, países como Francia e Italia han endurecido más sus medidas. En el caso francés, se cierran discotecas poco antes de las fechas grandes, mientras que para los italianos se pone coto a la actividad social de los no vacunados. Solo podrán acceder a bares, locales públicos y centros de deporte y cultura los que cuenten con el antiviral, algo parecido a lo acordado por Alemania, que plantea un ‘semiconfinamiento’ a quien no tenga la pauta de vacunación, en línea con Portugal.
Es el ‘superpasaporte covid’, como se le conoce en Italia. Pero la estrategia de concienciación en la UE comienza a quedarse corta y ya hay quienes se plantean abiertamente debatir la vacunación obligatoria; por ejemplo la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La cuestión, de momento, se empieza a abrir y en febrero será tratada en el parlamento alemán. Aquí también, España marca distancia con sus socios. Con una inmensa proporción de la población blindada contra el virus, desde el ministerio descartan siquiera comenzar a hablar del tema por innecesario, como, apuntó recientemente Carolina Darias.
Lo que preocupa en España
Pero no todo lo sostiene la ejemplar vacunación española. Solamente mentar la palabra Navidad aporta inquietud al debate público. Las dudas sobre las cenas de empresa, las reuniones de amigos y sobre todo, las celebraciones familiares se suman a las imágenes de oleadas de gente por las calles de toda España durante este puente. Una estampa que preocupa a los expertos, que piden “minimizar los contactos” en las fechas previas a las fiestas para no poner en riesgo la propia Navidad. Y, si se puede, directamente evitar esas celebraciones grupales. Sin llegar a tanto, Sanidad sí advierte: mejor “limitar” el número de asistentes en los eventos públicos.
La masificación de calles, bares y otros espacios públicos preocupa porque ocurre en un contexto de continuado crecimiento en las curvas de casos e incidencia. Con el cambio de medidores de nivel en el nuevo semáforo covid, España se sitúa en el riesgo medio, aunque la incidencia se sitúa a las puertas de los 250 casos de media a 14 días, a falta de actualizar los datos desde el viernes. Hace poco esto hubiera significado meterse en el temido riesgo extremo. Y lo que hasta ahora tranquilizaba a las autoridades, el estado de los hospitales, comienza a cambiar.
Las UCI ya empiezan a notar la subida de la transmisión en la sexta ola, eso sí, con un panorama que tiene muy poco que ver con lo ocurrido hace 12 meses, cuando los hospitales aparecían saturados y la mortalidad era mucho más alta que hoy.
Con el dato más reciente de Sanidad, los cuidados intensivos están el 8,84% de ocupación solo por pacientes covid, una tasa que ha subido varios puntos en las últimas fechas pero que no tiene comparación con el 24,6% del año pasado a esta misma fecha. La clave, evidente, la vacuna. Aun así, esos 814 pacientes en estado muy grave son un motivo para preocuparse y más a dos semanas de la Navidad.