Al menos 8.000 migrantes llegan a Ceuta desde Marruecos en una crisis humanitaria y política sin precedentes
Sánchez se ha desplazado a Ceuta y Melilla para defender "la integridad de España" mientras 4.000 ilegales ya han sido devueltos a Marruecos.
Una crisis humanitaria sin precedentes. Cerca de 8.000 personas han accedido en las últimas horas a la ciudad autónoma de Ceuta bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú en lo que ya representa la mayor oleada de inmigrantes en la historia. Además, unos 300 han intentado saltar la valla de Melilla esta madrugada. Un centenar lo ha conseguido. El drama de las ultimas horas ha sido tal que las cifras de llegadas en un día es similar a los migrantes interceptados en España por todas las vías irregulares entre el 1 de enero y el 15 de mayo de años como 2018, 2019 o 2020.
Las autoridades españolas prevén mantener sin fecha límite el despliegue de la Guardia Civil y la Policía Nacional con unidades militares de La Legión y Regulares que se ha establecido en las inmediaciones de la frontera de Ceuta y el espigón marítimo anexo del Tarajal, donde este martes por la tarde se ha conseguido evitar la entrada irregular de más ciudadanos marroquíes.
La situación ha abierto una crisis diplomática entre España y Marruecos. El Ministerio de Exteriores ha llamado a consultas de forma urgente a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, que ha asegurado que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias, “y se tienen que asumir”. Poco más tarde Benyaich ha sido llamada por el gobierno marroquí.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha visto obligado a cancelar un viaje a París para ir a Ceuta y Melilla, ha sido increpado a su llegada a los territorios, donde se ha reunido con los dirigentes políticos para evaluar la situación. “La integridad territorial de España será defendida ante cualquier desafío con los medios que sean necesarios”, ha dicho el presidente en una declaración institucional tras el Consejo de Ministros.
Además, el Ministerio de Interior ha informado de que hasta el momento se habrían efectuado unas 4.000 devoluciones de los 8.000 migrantes interceptados.
Se ha reforzado la presencia policial en Ceuta con más de 200 agentes. Su cometido consiste en proteger los lugares más susceptibles de paso de inmigrantes, así como devolver a los ciudadanos que crucen la frontera a nado.
“Con 200 agentes es imposible”
“Hacen falta refuerzos urgentes, pero la crisis no se soluciona mandando cientos de policías ahora”, confiesan en un llamamiento de urgencia efectivos de Policía Nacional. “Esto se soluciona negociando entre Gobiernos. Es de dominio público las malas relaciones entre los dos países y esto lo pagamos todos”, han comentado algunos policías en el terreno a El HuffPost.
Según se ha sabido esta tarde, en las próximas horas se van a desplegar otros 50 agentes de la Guardia Civil y otros 150 agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) están en alerta por si fuese necesario su traslado y despliegue en Ceuta. “250 agentes es básicamente nada para atender esta oleada”, lamentan desde la Policía. “Esos 250 se necesitan pero no solo de intervención en la frontera, sino de unidades de científica, de extranjería...”.
Los intentos de acceder a España han continuado durante todo este martes y las fuerzas de seguridad españolas han tratado de disuadir a los migrantes, incluso mediante el lanzamiento de botes de humo. En algún momento, los inmigrantes han lanzado piedras contra las garitas de la Guardia Civil, cuyos agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) han realizado disparos al aire para disuadir al elevado número de personas concentradas en la playa.
Más control de las autoridades de Marruecos
Al rechazo inmediato en la valla de miles de jóvenes se han sumado los “intensos” controles que, según testigos presenciales, han comenzado a desplegar las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmería marroquí esta tarde en las carreteras de acceso a las ciudades de Fnideq y Beliones, con las que limitan los extremos sur y norte del perímetro fronterizo de Ceuta, para evitar la llegada de no residentes.
Melilla pide también que se saque el ejército
El presidente de Ceuta, Juan Vivas ha avanzado que el miércoles se suspenderá la campaña de vacunación porque, según ha dicho, el ambiente en Ceuta es de “estado de excepción”. Según ha desvelado, los ciudadanos de la ciudad autónoma están “con miedo y asustados” encerrados en sus casas y muchos niños no han ido este martes al colegio.
Por su parte, el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha pedido este martes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un posible despliegue del Ejército en la ciudad como una medida “preventiva y cautelar”, dada la “situación de crisis muy grave” tras lo sucedido en Ceuta.
El aviso de Bruselas
Bruselas también se ha posicionado en cuanto al drama migratorio. La comisaria de Interior de la UE, la socialista sueca Ylva Johansson, ha avisado este martes a Marruecos de que su frontera con Ceuta es también “frontera con la Unión Europea” y ha instado a Rabat a cumplir con sus compromisos de control del paso de migrantes irregulares y frenar la llegada “sin precedentes” que se está registrando desde el lunes en la ciudad autónoma.
“La frontera española es frontera europea, la UE quiere construir la relación con Marruecos en base a la confianza y compromisos compartidos, la inmigración es un elemento clave a este respecto”, ha afirmado.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha garantizado este martes en una llamada telefónica con el presidente el apoyo de la UE a España.
Mientras, la ONU ha expresado este martes la necesidad de que España y Marruecos alcancen un acuerdo “común” para “calmar” la situación. El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha calificado de “angustiosas” las imágenes que ha podido ver de lo ocurrido en Ceuta y ha pedido tanto a España como a Marruecos colaboración para “calmar la situación”.
PP, Vox y Más País piden “firmeza”
El presidente del PP Pablo Casado, ha mantenido este martes una conversación con Sánchez y le ha exigido garantizar la integridad territorial en la ciudad autónoma, más efectivos de Policía y Guardia Civil allí y la devolución inmediata de los inmigrantes.
Casado considera que “es una crisis diplomática advertida desde hace ya un mes por el partido que lidera la oposición e incomprensiblemente ignorada y ocultada por el Gobierno de España”.
Los grupos parlamentarios de Vox y Más País también han exigido en el Congreso de los Diputados al Gobierno que reaccione “con firmeza” ante la crisis migratoria en Ceuta y que fortalezca las relaciones con Marruecos.
1.500 menores de edad
Unos 1.500 de todos los inmigrantes que han accedido a Ceuta serían menores de edad, por lo que no podrán ser expulsados de forma expeditiva, como las autoridades españolas esperan poder pactar con Marruecos. Se trata de una medida que negociarán con Rabat, del mismo modo que se hizo tras la crisis del último fin de semana de abril, cuando algo más de un centenar de jóvenes entró en territorio español por la misma vía.
La Fiscalía sigue de cerca la crisis y su intervención, “cuando ésta sea necesaria”, se dará de forma inmediata en los supuestos de determinación de la edad de los inmigrantes, con el fin de ejercer las funciones tuitivas (de defensa de los derechos) que le correspondan dentro de sus competencias con respecto a los menores.
El por qué
El desencadenante de la crisis entre España y Marruecos se sitúa en el ingreso en el hospital de Logroño por covid del líder del Frente Polisario Brahim Gali, que ha llevado a Rabat a tomar represalias y abrir la espita de la inmigración.
Pero, a pesar de las palabras de la embajadora marroquí, Karima Benyaich, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya como Grande Marlaska han rechazado que la ola migratoria sea una represalia por tener España al líder del Frente Polisario ingresado en un hospital en Logroño.
Agua, pan y tabaco
Las calles de Ceuta tienen este martes un aspecto distinto al habitual porque los más de 5.000 inmigrantes llegados de Marruecos se han distribuido por todos los barrios de la ciudad sin un destino fijo. Un importante número de sus comercios han optado esta mañana por permanecer con sus persianas bajadas.
Los inmigrantes han pernoctado en parques, cajeros y cualquier espacio disponible que han encontrado en Ceuta, que tiene una población de casi 85.000 habitantes, y han gastado parte de su dinero en botellas de agua, pan y tabaco.
Para llegar a Ceuta por la playa del Tarajal, los inmigrantes recorren a pie unos 350 metros de costa y luego bordean el espigón fronterizo, tras lo cual acceden a la ciudad española andando o bien lanzándose al agua y nadar unos 200 metros.
La mayoría de los inmigrantes procedentes de Marruecos no tienen mascarillas que eviten la propagación del coronavirus, un aspecto que ha provocado las críticas de ciudadanos ceutíes.