España jugará la final del Mundial femenino de Balonmano tras ganar a Noruega (22-28)
Jugará contra Holanda.
La selección española femenina de balonmano rompió todos los pronósticos y disputará por primera vez en su historia la final de un Mundial, tras imponerse este viernes en las semifinales por 22-28 a la todopoderosa Noruega, a la que dejó en tan sólo nueve goles en la segunda mitad.
Tres de ellos cuando la victoria ya era un hecho consumado para el equipo español y que reflejó mejor que nada la auténtica lección defensiva que ofrecieron las “Guerreras”, que a base de inteligencia, agresividad y, sobre todo, piernas y más piernas selló el billete para una final en la que se medirá el próximo domingo (12:30) con Holanda.
Y donde no llegó la defensa española aparecieron siempre las porteras. Darly Zoqbi, que detuvo hasta dos penas máximas, y, cómo no, una de nuevo inconmensurable Silvia Navarro, que con sus paradas acabó por tumbar al gigante nórdico.
España no tuvo nunca duda de que la clave para poder derrotar a la todopoderosa Noruega pasaba por una formidable defensa y en ataque cuidar como nunca cada posesión para evitar las pérdidas de balón, el combustible que alimenta el letal juego de contraataque de las nórdicas.
Y vaya si cuidaron el balón las “Guerreras”, que tuvieron la paciencia necesaria en ataque para mover y mover la pelota hasta generar los espacios para llegar el gol.
Una pausa que no sólo permitió a España batir con asiduidad el marco rival, sino que además, y quizá lo más importante, impidió a Noruega correr.
Obligadas a jugar en estático, las nórdicas no tardaron en comprobar la solidez defensiva del equipo español, que este viernes, al menos de inicio, se mostró como el impenetrable muro ante el que se estrellaron con anterioridad rivales de la talla de Rumanía, Hungría o Montenegro.
A base de intensidad, ayudas constantes y, sobre todo, piernas y más piernas, las “Guerreras” lograron controlar los movimientos de la central Stine Oftedal, el eje sobre el que gira todo el juego ofensiva de la selección noruega.
Con Oftedal bajo control fueron las nórdicas las que comenzaron a encadenar errores y pérdidas de balón, lo que permitió a España dar un estirón en el marcador.
Y eso que a las de Carlos Viver les costó doblegar la resistencia del equipo noruego, ya que necesitaron hasta cinco intentos para poder ponerse con más de un gol de ventaja en el marcador.
Pero una vez roto el muro, el conjunto español no se detuvo ya, llegando a alcanzar a los diecinueve minutos una máxima renta de cuatro goles (6-10) que hizo volar la imaginación.
Sin embargo, bastó con que España perdiese mínimamente la concentración, empeñada, como les recriminó el propio Viver, en buscar con demasiada premura a la pivote Ainhoa Hernández, para que las noruegas volviesen a engancharse al encuentro.
Si Oftedal había buscado sin éxito volcar el ataque noruego por el flanco izquierdo, en el momento que la central giro su vista a la derecha, para encontrar a la extremo Malin Aune, las nórdicas lograron empatar (13-13) el tanteador.
Un golpe que no logró desestabilizar al conjunto español, que pareció reforzar con el paso por los vestuarios todavía más sus ideas, que podrían resumirse en dos: defensa, defensa y más defensa y en ataque evitar las pérdidas de balón.
Dos mandamientos que las “Guerreras” cumplieron a rajatabla en el inicio de la segunda mitad, en el que España desarboló por completo a Noruega, posiblemente el mejor equipo del mundo, sino de la historia.
Blindada a cal y canto su portería, gracias a las paradas de una imponente Silvia Navarro que se sumó al festival defensivo español, España gozó de la confianza necesaria para brillar igualmente en ataque.
Una faceta en la que sobresalió la actuación de la lateral derecho Almudena Rodríguez, que se encargó de culminar los pacientes ataques del conjunto español con sus penetraciones y lanzamientos de nueve metros, una faceta en la que no se había prodigado mucho en su paso por la selección.
Goles y más goles que permitieron a España mediado el segundo tiempo retomar la renta de cuatro tantos (18-22) de la que ya gozó en la primera mitad.
Un marcador que encendió todas las alarmas en el conjunto noruego, al que de nada le sirvieron los dos tiempos muertos que se vio obligado a solicitar el preparador Thorir Hergeirsson en poco más de minuto y medio de juego.
Pero España no estaba dispuesta a parar, es más pareció empeñada en dar a probar a las noruegas la misma amarga medicina que las nórdicas han obligado a tragar tantas veces al conjunto español, castigando con un fulgurante contraataque cada error.
Así a la carrera, el conjunto español sentenció definitivamente la contienda a falta de ocho minutos para la conclusión con una renta de ocho goles (19-27), tras culminar Sole López la enésima contra de la selección con una vaselina.
La mejor manera de rubricar un triunfo que no sólo permitirá al conjunto español pelear por primera vez en su historia por el oro mundial, sino que confirmó una vez más que las “Guerreras” son capaces de convertir lo imposible en realidad.