Si no es sano obsesionarse, ¿por qué nos obsesionamos con estar sanos?

Si no es sano obsesionarse, ¿por qué nos obsesionamos con estar sanos?

Los domingos, los 'runners' invaden los espacios verdes... y los bares a la hora del aperitivo.

Más de la mitad de los españoles sale a correr. Y el 30% lo hace más de tres días a la semana. La fiebre del running no ha disminuido… Al revés, está más de moda que nunca. Correr —o la práctica de cualquier otro ejercicio físico— es una rutina obligada en nuestro día a día para mantenernos sanos y en buena forma. Pero, ¿hasta qué punto se convierte en una obsesión por competir contra nosotros mismos preparándonos para todos los maratones que se celebran en Europa en un año? Nunca se ha visto correr a tanta gente por las calles de una gran ciudad...

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Claro, que hay ocasiones en las que, como Gonzo se pregunta en la quinta entrega de Dichosas Contradicciones SUV by Renault, Sanoadictos, en esta práctica saludable se oculta una de las contradicciones más asentadas en nuestra sociedad.

Son las 8 de la mañana de un domingo de primavera. No es día de madrugar, pero una buena parte de gente lo hace. Se levantan, se calzan sus zapatillas deportivas y salen a la calle dispuestos a completar su circuito de running.

Muchos corren solos. Pero otros quedan con un grupo de runners como ellos para hacer la actividad más placentera y social. Invaden los parques y espacios verdes muy de mañana componiendo ya una fotografía habitual de las ciudades y pueblos —hasta ahora solo reservada a unos cuantos ancianos madrugadores—.

Pero cuidado… Muchos de los protagonistas de esta imagen, en unas horas, serán también los protagonistas de otra muy distinta. Sin pantalones de deporte, sin zapatillas pero con cara de plena satisfacción, bares y terrazas se convierten entonces en el punto de encuentro: es hora de tomarse unas cañas y disfrutar de unas tapas. Y después... ¡una buena comilona!

Porque sí, porque se han ganado con el madrugón y el intenso ejercicio el poder disfrutar de los placeres más mundanos.

Ahora bien… ¿Son compatibles las dos cosas? Un adicto al deporte y a la vida sana, seguramente lo desaprobará. Pero los demás mortales, encuentran una estupenda justificación: “Esta mañana salí a correr, así que ahora me puedo permitir unas croquetas, unas patatas bravas y unos vinos”.

Pues sí, claro, mejor haber salido a correr que no haber hecho nada.

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¿Sano y sana… o buenorro y buenorra?

A la obsesión por la práctica del ejercicio físico, también hemos unido la de comer bien y saludable.

Nadie duda de que seguir una dieta equilibrada, baja en grasas y totalmente libre de alimentos procesados, es vital para nuestra salud. Pero hay quien lo ha llegado a convertir en una religión: vive a base de batidos healthy y ensaladas elaboradas con hortalizas ecológicas, y sacan del bolsillo el crucifijo si alguien les ofrece un lácteo o un alimento con gluten —pero cambiarán de opinión en cuanto un renombrado gurú de la nutrición saludable, de repente, diga que no podemos prescindir de ellos porque ayuda a sintetizar algún aminoácido—.

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¿Y a todos los seguidores de la perfecta nutrición y del deporte diario les mueve solo la salud? ¿O también lo hacen cuestiones estéticas? Las conclusiones de la encuesta de Yonyi Arenas en este sentido son claras: sí, también lo hacemos porque nos gusta sentirnos jóvenes y atractivos. Si quieres saber más, no tienes más que ver el vídeo de  Dichosas Contradicciones Sanoadictos.

Recuerda que todos estamos llenos de contradicciones. Descubre la tuya en Dichosas Contradicciones SUV by Renault.