Errejón, a las puertas de su juicio: "Me acusaron de una mentira"
El líder de Más País ha manifestado sus “ganas” de que todo esto acabe.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha declarado este viernes a las puertas de su juicio que el ciudadano que le denunció por haberle propinado una patada en 2021 le acusó “de una mentira” y se ha mostrado “absolutamente convencido” de que con sus explicaciones pondrá fin a un proceso que ha sido “demasiado largo”.
El diputado ha llegado sobre las 9:40 horas a los juzgados madrileños de Plaza de Castilla, donde debe enfrentarse a un juicio acusado de un delito leve de maltrato, que acarrea pena de multa, a raíz de la denuncia de un ciudadano que él ha calificado de “extrema derecha”.
“Me acusaron de una mentira y hoy le pongo fin”, ha reiterado Errejón ante los periodistas que le esperaban a su llegada, a quienes ha manifestado sus “ganas” de que todo esto acabe al tiempo que ha lamentado que lo que considera una “mentira” se haya arrastrado “demasiado tiempo”.
A la pregunta de si considera que debería dimitir, Errejón ha respondido que está “absolutamente convencido” de que dice la verdad y que tiene “la absoluta certeza de que esto termina aquí”, aunque le hubiese gustado que acabase antes.
La denuncia fue presentada en la Policía por un hombre de 67 años que acusa al diputado de pegarle una patada tras negarse a hacerse una foto con él el 2 de mayo de 2021 en el barrio madrileño de Lavapiés.
La magistrada instructora del caso abrió diligencias a raíz del atestado policial y tomó declaración al denunciante, que ratificó su versión, y a un testigo que también la apoyó. Así, el asunto acabó derivando en un juicio que se celebra este viernes.
La vista estaba fijada el pasado 25 de enero, pero acabó siendo suspendida después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, Margarita Valcarce, planteara si debía abstenerse al haber llevado ella la investigación del caso.
Así lo hizo finalmente, después de que la Audiencia Provincial de Madrid resolviese que el político debía ser juzgado por un magistrado diferente para garantizar “un órgano judicial independiente e imparcial del que haya participado en la instrucción”.